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España España · Sombrero de Chaplin
Voto de En Resumidas Cuentas:
4
7.8
8,112
Documental Tras el golpe de estado militar de 1965, el general Suharto ocupó el poder en Indonesia. A continuación llegó el genocidio: miles de comunistas, reales o presuntos, fueron asesinados por los escuadrones de la muerte indonesios. Unas décadas después, se les pide a dos de los más sanguinarios mercenarios de la época -ellos se hacían llamar "gángsters"-, Anwar Congo y Herman Koto, que participen en una película en la que recreen los ... [+]
18 de marzo de 2021
3 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Después de verme el Director's Cut (2h 40'), procedo a la crítica, aunque no soy el primero en decir lo que voy a decir.

El documental es visceral y muy humano. Es decir, no tiene apenas adornos de ninguna clase. Se suelta la carne completamente cruda al espectador, que es el que se la tiene que "cocinar" (como buenamente pueda) y "comer" (si es que puede). Yo creo que la idea del montador es precisamente que no lo pueda cocinar ni comer... con lo cuál el producto carece casi asbolutamente de ningún atractivo excepto el enfrentamiento psicológico a la mente de asesinos trastornados o matarifes nostálgicos (según el punto de vista, puedes usar un adjetivo u otro). Es como soltarte un pedazo de mierda a la cara para que lo huelas. Esa sería la "primera lectura", donde uno realmente no tiene demasiados lugares donde agarrarse porque es un documento frío y sin alma, una especie de retrato de lo más oscuro de una guerra donde se muestra lo más oscuro de la psique humana. Nos tira a la cara la charca de la charca, el pozo detrás del pozo. En este sentido, es único, excepcional, algo casi nunca visto, etc, etc... blablabla.

Ahora, separando eso del "producto artístico" en sí mismo, este tiene muchísimas limitaciones. Es un producto monocromo, con fotografía muy pobre, sin matices, sin luz, sin ritmo. Parece un documental de turismo grabado y montado por unos amiguetes que no tienen ni idea del negocio.

Este es el resumen, pero cambiando de personajes: es como si un puñado de alemanes nazis intentaran denunciar lo que les hicieron los rusos en la 2ª GM, y para ello consiguieran convencer a 3 viejecillos rusos comunistas con estrés post-traumático (que están para mortadela y que lucharon en aquella guerra a su manera matando a muchos alemanes y violando a muchas alemanas) para que hagan una especie de película cutrísima de sus andanzas matando alemanes y alemanas. Así que el documental da MUCHA vergüenza ajena. Y si consigue salir adelante renqueante es sólo porque uno de los viejecillos decide colaborar y poner la carne en el asador y prestarse para una especie de confesión personal. No hay mucho más. Obviamente, el sesgo es pro-víctimas, y por tanto, pro-comunista, y, guste o no, el largometraje se siente como un lavado de cara del comunismo, al que realmente no consigue lavar la cara por su pobreza de espíritu. Se siente casi como una tortura al espectador ponerle durante casi 3 horas delante de los abismos de seres humanos que tienen que cargar con la conciencia de la tortura y la muerte de otros seres humanos..

Se hace largo y cansino ver pasearse a señores bien entrados en canas refocilándose en lo banal y superficial de una conciencia rota, y siendo utilizados como carne de cañón por el documentalista pero sin abrir nunca la ventana a ninguna luz redentora, ni en un sentido ni en otro. Uno ve este documental y no sabe nada, ni las razones de unos, ni otros. No sabes ni de donde vienes ni adonde vas. No te cuenta nada. No hay guion. Se limita a radiografiar el negro corazón de seres humanos rotos, pero casi sin "luz" donde se pueda ver la propia fotografía. Nos meten en el mundo de las tinieblas con la luz apagada...

Así que el asunto termina hastiando y se siente pobre en su conjunto, echándose en falta la iluminación de un narrador que al menos nos intente guiar de la mano a alguna parte. Depende excesivamente de uno de los viejecillos que es el que lo sostiene (bravo por él, porque es el personaje que consigue que esto no naufrague en su propio vómito), pero sin verdadera salida al final del túnel. Todo quiere ser asfixiante y frustrante. Por supuesto, esta era la intención del documentalista, pero no es algo que recomendaría a un amigo ni a un fan de los documentales. Más bien se ve y siente como una frikada que algún profesor de sesgo comunista les pondría a sus alumnos para que hicieran algún trabajo sobre alguna asignatura de la carrera de psiquiatría.

Para mí, aquí hay poco oficio y poco espíritu por parte de los "documentalistas". Se percibe como una cosa tristísima, hipócrita y en tinieblas. No hay luz, ni esperanza, ni perdón. No hay ni "señal de entrada" ni "señal de salida". Todo es gris.

Así pues, si te gusta que metan la cámara en las bragas de una vieja mientras se mea encima para mostrarte en todo su esplendor el acto, sin duda este es tu documental.

No te lo pierdas y vuela alto.
En Resumidas Cuentas
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