Comedia romántica para mayor lucimiento de cuatro intérpretes que ya no tienen nada que demostrar, entre otras coas porque, me temo, ya están un poco fuera de onda y lugar en el cine que se hace actualmente. Siguen teniendo calidad interpretativa, sobre todo un excelente William H. Macy, pero en el cine que se hace actualmente, lleno de superhóres, agentes de acción y terrores y horrores mil, sus roles se quedan al margen de lo trillado hoy en día.

Centrándome en el el film que nos ocupa, podría yo, personalmente, calificarla como de "americanada", esto es, cine que, por sus situaciones, diálogos y filosofía, sólo se puede dar en Los Estados Unidos de Norteamérica.

Durante su primer tercio se va dando vueltas sobre lo mismo, sin apenas dinamismo e imaginación. Luego va a más, pero sin pasarse.
Me refiero a que una vez instalados en la casa de la chica, sí que existe algún momento, como dos o tres conversaciones donde se habla del paso del tiempo, que indudablemente, merma el idealismo de las relaciones emocionales, así como del miedo al compromiso formal, pero siempre bajo una pátina de convencionalismo y algo de moralina, que lastra el resultado final.

Podría haber estado mucho mejor, pero se conforma con quedarse en la superficie y no escarbar en los verdaderos problemas que surgen en las parejas pasados un tiempo, así como la búsqueda de una soñada pero quimérica felicidad basada en el propio ego.

En fin, distraída pero muy mejorable.

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