"Hay tanto dinero que resulta difícil llevárselo".

Vista tres veces en mi vida, la primera de elas, felizmente en el cine, a toda pantalla, pensé esto de ella:

"Muy buena cinta, que seguro ganará muchos premios.
Desde ya creo que ha pasado a la historia del Cine, y lo ha hecho gracias a la estupenda dirección de Roy Hill, un director como la copa de un pino.
La historia, basada (casi todo) en hechos reales, es rica en matices de calidad: rico guión, sabias interpretaciones, ambientación estupenda, preciosa fotografía e inteligentes diálogos.
Buena película".

Vista ahora de nuevo (por tercera vez), en octubre de 2020 mi opinión es todavía mejor, no en vano observo la excelencia del guión a cargo del gran William Goldman, me quedo absorto con la bellísima fotografía de Conrad L. Hall, también mítico, o la frescura del relato, con una historia de amistad en medio de un mundo a punto de perecer.
Una obra magna que, más de cincuenta años después de su estreno, no ha perdido un ápice de su grandeza y sigue un placer verla y admirarla.

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