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España España · Málaga
Voto de JGC:
8
Drama Narra la historia de Daniel, de 20 años de edad, quien experimenta una transformación espiritual mientras vive en un Centro de Detención Juvenil. Quiere ser sacerdote, pero esto es imposible debido a sus antecedentes penales. Cuando es enviado a trabajar a un taller de carpintería en una pequeña localidad, a su llegada se hace pasar por sacerdote y se hace cargo accidentalmente de la parroquia local. La llegada del joven y carismático ... [+]
16 de febrero de 2020
39 de 46 usuarios han encontrado esta crítica útil
El cine polaco continua en racha. Un país con una basta tradición cinematográfica y cultural que en los últimos años está logrando colocar fuera de sus fronteras películas de gran factura técnica que no descuidan el contenido que hay en ellas. Todo lo contrario, gracias al cine contemporáneo polaco que nos llega podemos vislumbrar los claroscuros de ese país abandonado entre dos naciones imperialistas.

Este año la película que ha logrado colarse en los Oscars 2020, habiendo ganado el Festival de Gdynia, el galardón más importante del país, fue Corpus Christi, de Jan Komasa. Polonia es, junto con Irlanda el país más creyente de Europa. No es raro ver un par de películas cada año sobre curas, la iglesia y la fe.  Aunque los polacos no son tontos, por el contrario, son un pueblo bastante inteligente, siempre cuestionan lo que les viene dado. Sólo hay que ver Kler (2018), de Wojciech Smarzowski, siempre tan punzante y demoledor. No por ello empezó en Gdansk el derrumbe de la URSS. De manos de trabajadores del astillero bastante creyentes en Dios. He ahí la fuerza de la iglesia en Polonia. Dios bajó a la Tierra y puso un poco de orden, al menos por una vez.

Corpus Christi cuenta la historia de un adolescente que sale de un internado. Quiere ser cura pero por sus antecedentes nadie le va a dejar. Él quiere trabajar perdonando almas castigadas pero nadie le va a perdonar a él. Acepta el destino y va a trabajar a un aserradero en un pueblecito perdido del país. Como cualquier pueblo polaco, la iglesia es el centro neurálgico donde la vida de los pocos ciudadanos gira. Hay que vivir en Polonia e ir a misa, aún no siendo creyente, para admirar lo abarrotadas que están las iglesias con gente de todas las edades. Es algo trasversal.

Daniel, el protagonista, debido a algún chiste o apuesta del destino con no se sabe quién, gracias a una media mentira acaba siendo el cura del pueblo. La vida interna de esos pueblos es una vida cerrada. Donde todos juzgan todo. La mayoría, que puede estar formada por pocas personas, se impone a una minoría. Daniel va a ir adentrandose en un conflicto donde nadie quiere perdonar, pero luego son los primeros en acudir a misa.

Cabe recordar que Daniel ni es cura, ni puede serlo. Esto logra evocar a novelas rusas donde un farsante logra medrar en un círculo que no le pertenece.

Jon Komasa también tiene la muy interesante La sala de los suicidas (2011) dónde cuenta la adicción a juegos de internet de un chico con tendencias suicidas.

https://serycine.wordpress.com/
JGC
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