Melodrama sureño, en la linea de "Lo que el viento se llevó", aunque con una historia con más tintes de novela rosa y una trama más dispersa que impiden que el film alcance la categoría de aquella.
Nos cuentan la historia de una bella heredera de una plantación del Sur, cuyo padre es un esclavista magnánimo y complaciente, que descubre al morir su padre, su origen materno. Ella es mulata. Su padre ha dejado muchas deudas y ella, según la ley de entonces, no es más que parte del patrimonio en manos de sus acreedores, los cuales la venderán en una subasta de esclavos. La comprará un rico comerciante ( Clark Gable), un valeroso caballero de oscuro pasado.
Se acerca la guerra de la Secesión y la película despide una crítica al racismo, no sólo de los Estados del Sur, cuya economía se basaba en ello, sino también carga contra los soldados de la Unión, haciendo ver que los aires de libertad antiesclavista que enarbolaban, era una hipocresía y una mera excusa ya que no basta con suprimir las leyes injustas que otorgaban carta de pertenencia de unos seres humanos a otros, sino que había que desterrar todos los prejuicios, culturales y sociales que siglos de dominación blanca, habían enraizado fuertemente en el alma de todos los hombres.
En ese aspecto, la figura de Sidney Poitier, un esclavo de Clark Gable que ha recibido educación, nos ilustra muy bien acerca de este tema, así como muchas otras escenas del film pero, no consigue su objetivo, o quizá sí, ya que todas las figuras que intervienen en el film, presentan tantas contradicciones de sus discursos con sus hechos, que no consigo decidir si es un alegato reivindicativo de la libertad de los negros, o una limpia de conciencia de los blancos ante un periodo oscuro de su Historia.
La figura del padre. Aunque sale poco, nos lo presentan como "esclavista bueno". De esos que tratan con magnanimidad y generosidad a sus esclavos.
Su hija. Yvonne De Carlo interpreta a una preciosa dama, totalmente ajena a los problemas de los esclavos, excepto cuando ella resulta afectada, es decir, una esclava con alma blanca que lucha por su libertad y se horroriza por la situación de los esclavos, sólo en el periodo en el que ella también lo es.
Clark Gable. Interpreta a un hombre, parece que arrepentido, cuya fortuna proviene de lo mismo de lo que luego abomina, pero vive de ello y muy bien por cierto.
Finalmente los soldados de la Unión. Hablan de la libertad de todos los hombres, pero no permitirán a los negros que se unan a ellos, el ejercicio de ese derecho.
Película que realiza apuntes, pero no concreta en nada, está adornada con una historia de amor excesivamente escorada a la novela rosa, aunque eso sí, da gusto verla, por su ambientación, vestuario y demás.
Dirigida con brío y muy vigorosa, no es en absoluto una cinta desdeñable. Aunque adolece en mi opinión de un guion disperso, el tema y su ejecución bien merece un visionado.