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España España · san sebastian
Voto de Izeta:
10
Drama Frederick Manion (Ben Gazzara), un teniente del ejército, asesina fríamente al presunto violador de su mujer (Lee Remick). Ella contrata como abogado defensor a Paul Biegler (James Stewart), un honrado hombre de leyes. Durante el juicio se reflejarán todo tipo de emociones y pasiones, desde los celos a la rabia. Uno de los dramas judiciales más famosos de la historia del cine. (FILMAFFINITY)
25 de noviembre de 2018
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Gran película, entre las grandes películas de todos los tiempos. El mejor drama judicial, con permiso de " 12 hombres sin piedad" de Sidney Lumet, que trata más de la deliberación de un jurado que de un juicio propiamente dicho, "Matar a un ruiseñor" de Robert Mulligan, que es más un film de denuncia social que drama judicial y "Testigo de cargo" de Billy Wilder, que es más una película de misterio, aunque tenga un juicio inolvidable también.
Aquí, en cambio, tenemos un juicio narrado desde la más absoluta rigurosidad y verosimilitud, que resulta apasionante de principio a fin.
Un hombre es acusado de asesinato del presunto violador de su esposa. James Stewart será el encargado de su defensa, pero como él mismo dice a su cliente, "Una cosa es la razón moral y otra muy distinta la razón jurídica".
En un tribunal será necesario alegar una razón legal que justifique ese acto. Y eso no será nada fácil.
Así comienza un juicio absorbente, en la que Otto Preminger con muy buen criterio, coloca al espectador bajo el punto de vista del jurado. Es decir, no nos va a presentar personajes que despierten nuestras simpatías o antipatías. Nuestros acusados y testigos, tanto de la parte fiscal como de la defensa, serán seres ambiguos, desconocidos con luces y sombras, de manera que no sabremos qué partido tomar, excepto lo que nuestro propio criterio, ideas, cultura o creencias nos dicte y, naturalmente, lo que el transcurso del juicio vaya dictaminando, al igual que debe sentir cualquier miembro de cualquier jurado imparcial.
He ahí la grandeza de esta película, que narrada de forma muy amena y perfectamente inteligible, consigue generar unas reflexiones muy interesantes ( cuantas más veces la ves, mejor), que nos enfrenta a nuestros propios prejuicios e ideas preconcebidas y nos hace cuestionarnos lo relativo del comportamiento humano y lo difícil que es, defender o condenar a un hombre en su integridad.
Por otra parte, es una película atemporal. Estos temas, desgraciadamente, siempre serán de actualidad. ¿Cómo lo juzgamos nosotros?. Esa es la pregunta que plantea esta película. ¿Nos atrevemos a contestarla?.
PELÍCULA GRANDE, GRANDE, GRANDE.
(spoiler).
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Izeta
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