Simpático western humorístico de Henry Hathaway, que sin ser una de sus mejores películas, revela el buen hacer de este director semiolvidado, que siendo considerado un artesano, que no autor, lo hemos dejado aparcado en el cajón del olvido y que yo creo que, deberíamos desempolvarlo, al igual que a muchos de los considerados artesanos y que sin embargo, en mi opinión, tenían una calidad, que ya quisieran muchos de los de ahora y que pienso que el tiempo terminará poniéndolos en su sitio. El argumento gira en torno a dos buscadores de oro, que habiéndose hecho ricos con la mina, uno le pide al otro que cuando vaya a la ciudad, le traiga a su novia. John Wayne hace lo prometido, pero al llegar, se encuentra con que la novia de su amigo se ha casado con otro y para consolarle del disgusto, decide llevarle a otra muchacha que ha conocido en el cabaret. Tiene un tipo de humor que ha envejecido bastante y resulta ya, un poco rancia, pero como he dicho antes, si obviamos eso,veremos como los de antes, manejaban la narración, yendo al grano, con economía y construían un divertimento, sin escenas inútiles, al servicio de la historia que querían contar, sin puntos muertos.ENTRETENIDA.