!Vaya!. Pues al parecer mis gustos van a contracorriente de los demás admiradores de Lang pero, a mí, sí me gusta esta película y no la considero tan "menor", ni muchísimo menos.
Vale que está lejos de sus grandes obras pero, !leches!, que estamos hablando de uno de los mejores realizadores de la Historia. ¿Qué películas no están lejos de las obras maestras que nos dejó el alemán?.
Y, aun así, yo estoy convencido de que si este film lo hubiera firmado un director con menos prestigio que éste, los críticos profesionales no se detendrían en alabanzas convencidos de haber descubierto un autor más entre sus humildes filas.
Pero, claro, se trata de Fritz Lang, el oscuro, seco, crudo y expresionista Fritz Lang y, quizá, por eso no se le permite esta incursión en el resbaladizo terreno del melodrama negro casi gótico en que se adentra en este film.
Pero, a mí, que estos temas sí me van, me he descubierto gozando con fruición del sinuoso y retorcido amo de la mansión, escritor frustrado y amargado que involucra a su noble hermano en un nefando crimen y, no contento con eso, se descubrirá a sí mismo saboreando las mieles del poder, cogiéndole el gustillo al tema, sin el menor rastro de culpabilidad ni arrepentimiento.
Vale que este tipo de películas tienden a exaltar mucho más las acciones y sentimientos de sus protagonistas y que, quizá, eso nos impide conectar de una manera más realista con ellos.
Pero si les digo la verdad, yo disfruto muchísimo cuando el malo malísimo de la historia, después de que determinadas situaciones parezcan favorecer sus designios, deja caer una disimulada sonrisa malévola o alza la ceja delatando su maligna satisfacción, regodeándose con las tribulaciones de sus víctimas que son todas aquellas que le rodean sin excepción.
Esta película, incluido su final, creo que establece un paralelismo con las propias novelas que se supone escribe el frustrado escritor y que le son devueltas.
Paradójicamente, justo cuando escribe acerca de lo que vive, la megalomanía ya ha hecho presa en él, el narcisismo desaforado se desata y ya no hay vuelta atrás.
¿Que el final es algo brusco y precipitado y poco desarrollado?. No lo voy a negar. Pero, hasta entonces, hay mucho cine y buen cine, además. El de Lang, el del grande.
Vean ese inicio con la criada. Vean los pasillos de esa mansión. Vean el río con el asesino buscando el cadáver.
Lang siempre cuida sus escenas. Nunca son vulgares. Siempre atrapan e hipnotizan. El peor Lang es el mejor de muchos. Que la disfruten.