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Voto de El Gran Waldo Pepper:
10
6.0
975
Acción
Año 1926. La Primera Guerra Mundial (1914-1918) ha popularizado la aviación, y algunos pilotos, una vez licenciados, intentan ganarse la vida con espectáculos aéreos cada vez más peligrosos debido a la competencia. Waldo Pepper es uno de ellos y sus acrobacias son cada vez más arriesgadas. Esto le crea problemas, porque las autoridades necesitan convencer al público de que el avión es un medio de transporte seguro a fin de impulsar el ... [+]
17 de agosto de 2023
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
EL CARNAVAL DE LAS ÁGUILAS es la historia de Waldo Pepper, un "loser" al que todo le sale mal pero que, de un modo sorprendente y maravilloso, alcanza la gloria.
Se desarrolla en el medio oeste de Estados Unidos y se centra en los pilotos que, después de la primera guerra mundial, vuelven a su hogar y no les queda otra opción que jugarse la vida en circos de acrobacias aéreas.
Después de un trágico accidente durante una de las acrobacias, Waldo Pepper se ve forzado a huir de la justicia y, con nombre falso, encuentra empleo en una producción bélica de Hollywood pilotando un biplano en las escenas de combate aéreo. Allí conoce a su ídolo, el barón Eric Von Monoculen, con quien no coincidió en ninguna escaramuza durante la contienda pero que, merced al rodaje cinematográfico, tal vez le de la oportunidad de un lance al estilo medieval con el que demostrar quién es el mejor piloto del mundo.
Se desarrolla en el medio oeste de Estados Unidos y se centra en los pilotos que, después de la primera guerra mundial, vuelven a su hogar y no les queda otra opción que jugarse la vida en circos de acrobacias aéreas.
Después de un trágico accidente durante una de las acrobacias, Waldo Pepper se ve forzado a huir de la justicia y, con nombre falso, encuentra empleo en una producción bélica de Hollywood pilotando un biplano en las escenas de combate aéreo. Allí conoce a su ídolo, el barón Eric Von Monoculen, con quien no coincidió en ninguna escaramuza durante la contienda pero que, merced al rodaje cinematográfico, tal vez le de la oportunidad de un lance al estilo medieval con el que demostrar quién es el mejor piloto del mundo.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
En la escena culminante de la producción que le proporciona un salario a Waldo Pepper (que es al alimón también la escena climática de la filmación que nos centra) nuestro protagonista averigua que la policía le ha encontrado y en cuanto baje del avión deberá procurar que no se le caiga el jabón en la ducha.
Ante esa tesitura decide proponerle al barón Von Monoculen ejecutar su duelo aéreo de la manera más auténtica posible, si bien no a tiros (porque Hollywood únicamente emplea balas reales cuando actúan el hijo de Bruce Lee o Alec Baldwin, como es bien sabido) sí mediante la técnica del duelo caballeresco.
En este punto la película exige cierto grado de colaboración por parte del espectador: ambos contendientes realizan maniobras arriesgadas pasando cerca del avión del oponente rozándolo de tal manera que infrinja desperfectos en la estructura rival pero mantenga intacta la propia, todo ello sin colisionar. Dicho así parece ridículo pero la escena está tan bien rodada que lo aceptas y te hace vibrar arrimado al acantilado de tu asiento (o de tu sofá, según donde cada uno decida ver la película).
Al finalizar el duelo, el barón Von Monoculen comprueba que su aeronave a duras penas se mantiene en vuelo y con un gesto elegante le concede la victoria a Waldo Pepper, que, no del todo convencido de las posibilidades que le ofrece una posteridad penitenciaria, decide perderse, levitando entre nubes celestiales, en lo que según algunos (yo) es el mejor final de la historia del cine (junto con el de Torrente 2 cuando hace saltar por los aires Gibraltar al grito de "si no es de España no es de nadie!!").
Ante esa tesitura decide proponerle al barón Von Monoculen ejecutar su duelo aéreo de la manera más auténtica posible, si bien no a tiros (porque Hollywood únicamente emplea balas reales cuando actúan el hijo de Bruce Lee o Alec Baldwin, como es bien sabido) sí mediante la técnica del duelo caballeresco.
En este punto la película exige cierto grado de colaboración por parte del espectador: ambos contendientes realizan maniobras arriesgadas pasando cerca del avión del oponente rozándolo de tal manera que infrinja desperfectos en la estructura rival pero mantenga intacta la propia, todo ello sin colisionar. Dicho así parece ridículo pero la escena está tan bien rodada que lo aceptas y te hace vibrar arrimado al acantilado de tu asiento (o de tu sofá, según donde cada uno decida ver la película).
Al finalizar el duelo, el barón Von Monoculen comprueba que su aeronave a duras penas se mantiene en vuelo y con un gesto elegante le concede la victoria a Waldo Pepper, que, no del todo convencido de las posibilidades que le ofrece una posteridad penitenciaria, decide perderse, levitando entre nubes celestiales, en lo que según algunos (yo) es el mejor final de la historia del cine (junto con el de Torrente 2 cuando hace saltar por los aires Gibraltar al grito de "si no es de España no es de nadie!!").