Estoy harto de los críticos, así de claro. ¿A qué se debe tal afirmación? Sencillo, a que ‘Antlers‘ es otro ejemplo de que no conviene hacerles demasiado caso (o ninguno). Y es que estamos ante un subproducto de terror y serie B, que juega a ser mejor de lo que realmente es, y que no ofrece nada nuevo, siendo sorprendente que los críticos profesionales la hayan aplaudido de forma entusiasta. De verdad, ¿qué es eso tan maravilloso que ofrece este somnífero? Seguramente sea su ritmo lento (el elemento que más adoran los profesionales del medio…), su crudeza o sus pretensiones, pero ya os adelanto que estamos ante uno de los peores films del año, por lo que mejor ir por partes.

Sorprende la filmografía del director, más habituado a dramas de época. Aquí ofrece una labor bastante insípida, sin garra y sin ni un solo momento a destacar. Cualquier otro podría haber dirigido el film, que no nos habríamos dado cuenta. Como productor figura Guillermo del Toro (ya sabéis, el típico nombre llamativo que sale bien grande en los pósters para atraer a los incautos), y no se puede decir que haya sido demasiado generoso a la hora de invertir en la propuesta, porque luce como cualquier otra de directo a videoclub (aunque hoy en día se dice ‘directo a las plataformas’). Me inquieta que esto haya llegado a las salas, y estoy seguro de que muchos espectadores habrán salido disgustados del cine, porque nada la distancia de las bazofias que todos conocemos, con la diferencia de que ésta se toma demasiado en serio a sí misma.

La película ofrece crueldad y violencia a partes iguales, rompiendo algunos de los tabúes de Hollywood (bueno, en realidad se abrió la veda hace años) por lo que es posible que los amantes de la casquería salgan satisfechos del visionado, pero aparte de eso, poco más se puede destacar, más allá del diseño de la criatura, curioso, pero tampoco nada memorable. No ayudan los personajes, auténticos clichés con patas, y los cuales nos importan un comino. Esto ya lo hemos visto antes, y ya cansa el tópico de la familia con traumas del pasado (recurso que no aporta nada), ralentizando el devenir de los acontecimientos y provocando que no suceda casi nada interesante en la hora y media de metraje. Repito, ¿qué le han visto los críticos a esto? Es lo mismo de siempre, y ni siquiera el envoltorio llama la atención. Diría que estoy solo en esto, pero os invito a que reviséis opiniones de espectadores para saber que estamos ante otro caso de crítica vs. público. Un clásico.

En el reparto tenemos a una aburrida Kery Russell, tomándose demasiado en serio su personaje, y con una interpretación plana, por mucho que se esfuerce en aparentar lo contrario. No es una mala actriz (aunque tampoco es la más expresiva del Oeste…), pero aquí transmite lo mismo que un zapato. Tampoco está mucho mejor Jesse Plemons, desaprovechado en el típico papel de sheriff panoli. No sé quién le ha convencido para hacer esta mediocridad, pero debería tener unas palabritas con su agente. El actor es capaz de mucho más, y aquí se conforma con ser el tonto del pueblo y deambular por el film sin aportar absolutamente nada. El resto, más de lo mismo, sin olvidar a un Graham Greene volviendo a hacer el mismo papel de siempre, es decir, nativo americano que te explica el origen de todo. Hablando de clichés…

No hay nada en esta película que merezca la pena, siendo un despropósito y una perdida de tiempo. Se le podría perdonar si abandonase su tono serio y se desmelenase un poco, pero ni eso nos dan, en una propuesta que aburre y es una más. Si me la cuelan en las tardes de Antena 3, no me chirriaría en absoluto. La verdad es que tiene su mérito que se haya vendido como algo más, porque os aseguro que no lo es, más bien todo lo contrario. Es menos… mucho menos. De lo peor del año, y mira que había competencia. Suerte si decidís verla. En lo que a mi respecta… no aprendo. No aprendo…

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