US 
Canadá 
México 
España 
UK 
Irlanda 
Australia 
Argentina 
Chile 
Colombia 
Uruguay 
Paraguay 
Perú 
Ecuador 
Venezuela 
Costa Rica 
Honduras 
Guatemala 
Bolivia 
Rep. Dominicana
Voto de Bloggerdeniro:
11,985
Intriga. Drama
José Sirgado (Eusebio Poncela) es un director de serie B en plena crisis creativa y personal, incapaz de romper con su expareja (Cecilia Roth). Inmerso en una espiral de autodestrucción, y con las drogas como acicate, José recibe noticias de un antiguo conocido, Pedro (Will More). Se trata de un extravagante joven que graba en Super 8 y cuya obsesión por controlar el ritmo de sus películas lo lleva descubrir el fotograma rojo. El ... [+]
26 de febrero de 2015
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Si hay una palabra que defina la filmografía de Ivan Zulueta (1940 - 2006) es 'experimental'. Ejemplo del cine español más underground, más cercano al videoarte que a los modos de representación convencional, el cineasta guipuzcoano parecía obsesionado con experimentar sobre el lenguaje cinematográfico, remezclando metrajes, materiales, formatos, texturas (video, TV, Super 8, 16mm) y ritmos.
Para Zulueta el cine se antoja una especie de juguete obsesivo. Este carácter lúdico, pero también analítico y enfermizo queda ya patente en sus primeros cortos desde los propios títulos: “Kinkón” (1971), “Frank Stein” (1972), “Masaje' (1972) o “Aquarium” (1975). 'Leo es pardo' (1976), quizá la más notable de sus obras menores, condensa toda su imaginería visual y su capacidad para crear experiencias lisérgicas, mezclando imágenes sugerentes o delirantes con sonidos estridentes y desagradables. Más que narrar, Zulueta exploraba posibilidades fílmicas.
“Arrebato” (1980), su segundo largometraje tras “Un, dos, tres, al escondite inglés” (1969), sublima la mayoría de las constantes de su obra. José Sirgado (Eusebio Poncela) es un director de cine insatisfecho con su trabajo e incapaz de deshacerse de su amante, Ana (Cecilia Roth), que le arrastra además en su adicción a las drogas. Entonces conoce a Pedro, un extraño personaje obcecado en captar con sus películas Super 8 el 'momento arrebatador'. Pedro intriga a José hasta arrastrarle en su delirante búsqueda.
“Arrebato”, habla de la angustia, la insatisfacción y la obsesión por el ritmo (esa 'pausa' que busca Pedro), por jugar con los fotogramas, avanzando y retrocediendo hasta encontrar la imagen perfecta que consiga 'arrebatar', emocionar al espectador. Pero habla, sobre todo, de la adicción. Pedro es adicto al cine, Ana es adicta a José, y ambos están enganchados a las drogas. El cine se nos presenta como una obsesión, como una droga que, en busca de una experiencia extasiante, puede acabar enganchando, absorbiendo y demacrando a su víctima, hasta dejarla literalmente atrapada.
Quizá Zulueta exorcizaba así sus propias adicciones, que lo tuvieron apartado del cine durante largo tiempo, y que contribuyeron a su fama de director maldito, y quizá también a una filmografía enigmática e inclasificable, coronada por una obra de culto como “Arrebato”.
www.bloggerdeniro.com
Para Zulueta el cine se antoja una especie de juguete obsesivo. Este carácter lúdico, pero también analítico y enfermizo queda ya patente en sus primeros cortos desde los propios títulos: “Kinkón” (1971), “Frank Stein” (1972), “Masaje' (1972) o “Aquarium” (1975). 'Leo es pardo' (1976), quizá la más notable de sus obras menores, condensa toda su imaginería visual y su capacidad para crear experiencias lisérgicas, mezclando imágenes sugerentes o delirantes con sonidos estridentes y desagradables. Más que narrar, Zulueta exploraba posibilidades fílmicas.
“Arrebato” (1980), su segundo largometraje tras “Un, dos, tres, al escondite inglés” (1969), sublima la mayoría de las constantes de su obra. José Sirgado (Eusebio Poncela) es un director de cine insatisfecho con su trabajo e incapaz de deshacerse de su amante, Ana (Cecilia Roth), que le arrastra además en su adicción a las drogas. Entonces conoce a Pedro, un extraño personaje obcecado en captar con sus películas Super 8 el 'momento arrebatador'. Pedro intriga a José hasta arrastrarle en su delirante búsqueda.
“Arrebato”, habla de la angustia, la insatisfacción y la obsesión por el ritmo (esa 'pausa' que busca Pedro), por jugar con los fotogramas, avanzando y retrocediendo hasta encontrar la imagen perfecta que consiga 'arrebatar', emocionar al espectador. Pero habla, sobre todo, de la adicción. Pedro es adicto al cine, Ana es adicta a José, y ambos están enganchados a las drogas. El cine se nos presenta como una obsesión, como una droga que, en busca de una experiencia extasiante, puede acabar enganchando, absorbiendo y demacrando a su víctima, hasta dejarla literalmente atrapada.
Quizá Zulueta exorcizaba así sus propias adicciones, que lo tuvieron apartado del cine durante largo tiempo, y que contribuyeron a su fama de director maldito, y quizá también a una filmografía enigmática e inclasificable, coronada por una obra de culto como “Arrebato”.
www.bloggerdeniro.com
