Haz click aquí para copiar la URL
Voto de Chris Jiménez:
6
Thriller. Comedia Gabriela (Angela Jones) ya desde pequeña estaba fascinada por lo prohibido y por lo que aterrorizaba a los demás. Ahora muestra deseos no sólo de entender la muerte, sino también de sentir su presencia, notar su esencia y experimentar su horror. Pero la fascinación de Gabriela se tornará una obsesión cuando siga la pista del asesino en serie "Sangre Azul", al que la policía aún no ha logrado detener. Gabriela intentará por todos los ... [+]
7 de agosto de 2017
Sé el primero en valorar esta crítica
Hay que ver cómo influye en nosotros la violencia del mundo real, y de qué manera se infiltra en nuestras emociones, ya sea a través de los peligrosos medios o de un suceso real, como le ocurre a la pobre Gabriela, que ya quedaría trastornada de por vida...y esta es su pequeña historia.

Al igual que "Amor a Quemarropa", "Freeway", "Cosas que hacer en Denver cuando estás Muerto" o "Very Bad Things", la obra que nos ocupa pertenece a una época muy específica, por lo que la hace completamente hija de su tiempo; llega en el momento en que Quentin Tarantino, gracias sólo a un par de trabajos, ha revolucionado de pies a cabeza (junto a los Coen, Linklater y quizás Rodríguez) el concepto del "nuevo cine independiente norteamericano". A partir de aquí su particular estilo referencial, descarado y ultraviolento contagia a otros directores.
Y muchos de ellos contarían incluso con su beneplácito y bendición para abrirse camino en la industria; es decir, a mitad de los '90 parece ser que se ha convertido en un auténtico embajador del cine independiente. "Curdled" lo ejemplifica a la perfección; el desconocido Reb Braddock realizó un cortometraje en 1.991 que se paseó por algunos festivales hasta llegar a los ojos del nativo de Tennessee (incluso se dice que el tema de la limpieza de escenas de crímenes fue su inspiración para crear el tercer segmento de "Pulp Fiction"). Lo acoge bajo el ala de A Band Apart y le da la oportunidad de extender su historia a largometraje.

Sin embargo se debe tener en cuenta algo muy importante: para pasar de un formato a otro hay que desarrollar una historia a través del tema principal y unos personajes en torno a él lo suficientemente interesantes para que el espectador sienta curiosidad y fascinación por ellos; tarea difícil que Braddock en compañía de John Maass no parecen estar preparados para afrontar. A Gabriela la conocemos en una Colombia setentera donde las mujeres visten faldas de cuadros y la gente se mata a tiros en la calle (como siempre...), un prólogo que nos recuerda al Rodríguez más mexicano.
Pronto se expresa la atracción a la sangre de la niña (pero antes alude a "Hansel y Gretel" y a la bruja del cuento, dejando claro su inclinación por los personajes malvados), mostrando de adulta el buen físico y rostro carismático de Angela Jones, quien aparecía en el cortometraje y además había figurado una extensión de su personaje en la misma "Pulp Fiction". Desde el principio entramos en su intimidad, determinada por esa extraña fascinación por la violencia y los crímenes (como le sucedía al Brian de "Kalifornia" pero en un contexto menos científico y más morboso); punto de partida interesante que muy pronto empieza a desviarse al absurdo...

La razón son las bisagras que soportan el marco argumental; el modo en que Gabriela puede conectar con el escenario criminal y encontrar ese resorte que necesita para dar rienda suelta a sus fantasías es poco menos que increíblemente idiota: un anuncio en la televisión sobre una agencia de limpieza de lugares donde se han cometido asesinatos (¿?)...pero estas comedias negras de los años '90 juegan con hacer posible lo imposible. Braddock, con un buen sentido del ritmo, pretende hacernos creer en la existencia de tal trabajo, con un curioso punto de vista: allí sólo trabajan mujeres...pues si alguien entiende de limpieza del hogar son ellas (discurso inocente entonces e imposible de mostrar en un film hoy día).
Para alargar metraje añade a un simpático pretendiente de la protagonista, que no sirve para nada, y construye por otro lado un macabro "thriller" sobre un tipo (Paul) que se divierte apuñalando a señoras de clase alta (siguiendo el otrora muy apuesto William Baldwin el papel que interpretó en "Sliver"). El director novel sabe que el incentivo es presenciar la unión de Gabriela y el asesino, y le da la vuelta a algunos de los clichés más conocidos de este cine; desarrolla la historia como un "whodunit" a la inversa donde en ningún momento se detiene a realizar una introspección psicológica de dicho asesino, por ello no hay presencia alguna de detectives ni policías.

No urge conocer a Paul porque Gabriela no está interesada en él, sino en las cosas que hace, al contrario que el exhaustivo estudio del psicópata que realizaba Fincher en "Seven"; dicho personaje es también tocado por la mano de la pura parodia, y acaba presentado como un patoso y repulsivo incompetente, por muy sofisticado y calculador que se pretenda. Pero después de muchas conversaciones inservibles, horribles personajes y sordidez tratada desde el humor, arranca realmente la película gracias a un redentor tramo final donde se produce esa unión mística que tanto esperábamos.
El efecto, con ella introduciéndose en los interiores del mundo del asesino y mimetizándose para ser parte de él, todo llega a un absurdo de niveles "lynchianos", y a este punto Gabriela es como el Jeffrey de "Terciopelo Azul", condenado por su curiosidad por lo grotesco y morboso. Ahora parece que se refinan las interacciones entre los protagonistas y los diálogos se vuelven deliciosamente enfermizos, no sin antes brindarnos una delirante secuencia donde la chica, cuchillo en mano, baila por todo el escenario recreando el crimen; esta pareja podría ser, en referencia al psicotrópico universo "tarantiniano", un preámbulo de los Mickey y Mallory Knox de "Asesinos Natos".

O, en un sentido más amplio, Gabriela es la misma Esmeralda de "Pulp Fiction" pero oculta bajo una falsa identidad, pues al final las circunstancias la obligan a tomar el lugar del psicópata...y ahora será ella la que vaya por ahí decapitando a hombres.
Podría haber sido interesante una secuela con tal premisa, pero lo cierto es que "Curdled" no obtuvo ningún reconocimiento ni consta que Braddock volviese a hacer otra película, quedando su ópera prima como una auténtica rareza, inclasificable incluso en el marco del cine independiente de los '90.
Chris Jiménez
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow