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Voto de Chris Jiménez:
8
Thriller. Intriga Tres compañeros de piso encuentran una maleta llena de dinero en la habitación de un nuevo y misterioso inquilino, que acaba de morir por sobredosis. En vez de llamar a la policía, deciden quedarse con el dinero, una decisión que implica no sólo deshacerse del cadáver, sino también que cada uno de ellos confíe en los otros dos. (FILMAFFINITY)
7 de noviembre de 2017
4 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
"La confianza, por ejemplo, o la amistad, son las cosas esenciales de la vida. Son lo que importa, lo que le ayuda a uno en su camino. Si uno no puede confiar en sus amigos, entonces, ¿qué queda?...¿qué queda?".
De verdad que son palabras que nunca se me olvidarán, joder.

A Danny Boyle todo el mundo le conoce por haber sido el artífice de grandes obras para el cine como "Trainspotting", "28 Días Después" o "127 Horas", pero no hay que olvidar que este inglés también demostró madera de auténtico director en su rompedor debut, "Tumba Abierta". Boyle inició su carrera en el teatro allá por los '80, contando 26 añitos, y encargándose de hasta cinco producciones de la Royal Shakespeare Company. No pasó mucho tiempo para que de los escenarios pasara a trabajar en televisión como productor, en la BBC, donde dirigió series como "Inspector Morse" o "Las Vírgenes de Mr. Wroe"...
Pero lo que de verdad quería llevar a cabo era un proyecto cinematográfico. Tiempo después John Hodge ideó un guión llamado "Tumba Abierta" que, en sus propias palabras, "iba del amor, la confianza, la amistad, y también del sexo, la violencia, la maldad, la avaricia, la traición, la duplicidad, la muerte, el desmembramiento...", nada más y nada menos; los productores Andrew y Kevin MacDonald lo adquirieron y lo pasaron por varios festivales y eventos con la ilusión de conseguir financiación y atraer a algún cineasta.

A pesar de que Kevin MacDonald fuera expulsado del proyecto, cosa que no le sentó nada bien, estos hechos fueron los causantes de que Danny Boyle se viera de repente con una posible película en las manos, y así fue. Ni las malas relaciones que había entre los del equipo técnico, ni las prisas que metían los inversores, ni la falta de presupuesto, ni siquiera los fallos que hubo durante el rodaje y la posproducción impidieron la realización del film. "Tumba Abierta" se perfila como un "thriller" de suspense que nos cuenta la historia de tres jóvenes y peculiares amigos:
David, un serio contable, Alex, un descarado reportero y Juliet, una médico un tanto misteriosa, que se encuentran en plena búsqueda de un nuevo compañero lo suficientemente carismático con el que compartir su lujoso piso. Tras un arduo proceso de selección se deciden por Hugo, un individuo enigmático que cumple todos los requisitos, y sí, la convivencia se inicia de manera agradable...hasta que al día siguiente el nuevo inquilino aparece desnudo y muerto sobre su cama, aunque tal suceso pierde importancia cuando Alex descubre una maleta llena de dinero bajo el colchón. Tanto la situación económica de los chicos como su relación acabará pegando un giro de 180º.

Es increíble que mucha gente no conozca esta película y sólo sepa de la existencia del director gracias a "Trainspotting", porque lo cierto es que es una de sus mejores obras. "Tumba Abierta" se mueve en los ámbitos del más clásico "thriller", notándose la influencia del Hitchcock más transgresor (el de "Crimen Perfecto" o "Psicosis"), de DePalma, de los Coen de "Sangre, Fácil", y saboreándose un retorcido humor negro de pura vena "tarantiniana", incluso se nota el gusto por el Scorsese más perverso, reconocible en aquella impactante escena donde vemos a David en el bosque cavando los agujeros y bañado en esa intensa luz roja, que parece directamente sacada de "Uno de los Nuestros".
Aparte de beber de muchas influencias (hay planos que no pueden ser más "hitchcockianos", como los de la escalera del edificio o cuando la luz de la trampilla se refleja en las gafas de David), el imaginario de Boyle comenzaría a gestarse aquí, con temas que siempre tocaría en su cine, como las amistades perjudiciales, la violencia, la dudosa integridad del ser humano y su autodestrucción, además de ese manejo de la cámara y puesta en escena tan experimentales que veríamos en "Trainspotting". La película se rige por unas claves más convencionales que la siguiente del director, pero igualmente posee una fuerza arrolladora y sin problemas consigue enganchar al espectador; al principio la comedia es la dominante, gracias al trío de protagonistas, aunque la sensación de extrañeza está sin duda presente en el ambiente.

A partir de que aparezca el cadáver de Hugo y el dinero la trama pega un vuelco y con ella la atmósfera, volviéndose cada vez más oscura, más tenebrosa, más enfermiza; el personaje de David cambia por culpa de la decisión de Alex y Julie, y la amistad que los unía se va desvaneciendo por culpa de su incontrolable codicia. Al final la violencia se palpa en cada minuto del metraje y Boyle consigue dejarnos atónitos con la cantidad de giros que pegan los acontecimientos, demostrando un gran talento para el género.
Ewan McGregor, Chris Eccleston y Kerry Fox consiguen su primer papel protagonista notable, cada uno increíble en él, aunque sin duda el mejor de ellos es ese jovencísmo McGregor que gracias a Boyle conseguiría su pasaporte al estrellato, a raíz de que contara otra vez con él para "Trainspotting". Visualmente sorprendente, con un aire clásico y surrealista a la vez, un gran trabajo de cámara y fotografía, un gusto especial por jugar con las luces y las sombras y la intensidad de los colores (en especial el rojo), y destacando momentos tan brutales como el enfrentamiento final entre los chicos, la mencionada escena del bosque o la irrupción de esos dos matones en el piso.

Amarga, retorcida, irreverente, salvaje, visceral y elegante en cierto modo. Danny Boyle empieza su carrera con una pequeña obra maestra del "thriller", la cual fue elogiada en innumerables festivales, donde se llevó gran cantidad de premios, y significó una gran influencia para posteriores directores.
Memorable el plano final del cuchillo clavado sobre el hombro de Alex y esas gotas de sangre cayendo sobre el dinero. Esto es cine en estado puro.
Chris Jiménez
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