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Voto de Chris Jiménez:
4
Terror. Drama. Intriga Por los pasillos de la estricta universidad de chicas Jookran, se murmura acerca del fantasma de la alumna Jin Ju que se suicidó hace nueve años. Comienza el nuevo curso y una de las antiguas profesoras aparece ahorcada. Una ex-alumna y compañera de Jin Ju que empieza su carrera como profesora en la universidad, se verá envuelta en los misterios que ocultan los pasillos del centro junto a un grupo de jóvenes alumnas. (FILMAFFINITY)
21 de agosto de 2023
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Al aire que se respira en el instituto femenino de Jookran debido a la presión psicológica y el dolor físico se une la presencia de un espíritu rondando por los pasillos, lleno de rencor y odio, con una peculiar promesa de muerte...

A finales de los '90, y gracias al cambio de Gobierno con las elecciones públicas y relajación de la fuerte censura en el medio artístico, las películas de género vuelven a tomar su lugar; también es cuando Japón está viviendo su propio resurgimiento del horror gracias a la revolución que acaba de causar Hideo Nakata, y será lo que intente explotar el productor Choon-Yun Lee, rescatando un guión del olvido y encargado a Ki-Hyeong Park, quién ha experimentado con cortometrajes en el suspense y terror y está preparado para probar algo nuevo y arriesgado.
Mientras rueda con un bajísimo presupuesto la elección del demócrata y reformista Dae-Jung Kim significa una mayor oportunidad para tratar temas de índole social que antes hubiesen sido prohibidos, y ello marca el tono de la historia, iniciada con una secuencia en plena noche dentro del centro escolar que será su escenario único y bien podría pertenecer a una película japonesa de terror de la década. Reflejos en el agua, una figura femenina que se esfuma entre tinieblas, una maestra asustada al averiguar un secreto, rincones ocultos, súbita violencia...

Ya se establece un cierto clima de misterio y los conocidos tropos del renovado "j-horror", desde el siniestro entorno escolar al espíritu vengador femenino que ha generado su propia leyenda, ahora una alumna muerta (Jin-Ju, supuestamente por suicidio) desde hace años. A partir de aquí Park nos prepara dos tramas paralelas unidas por ese elemento sobrenatural; la primera, desde los ojos de Ji-Oh, es analizar desde dentro la brutalidad del sistema de enseñanza antes de la democratización, ejemplificada en unos profesores insensibles a los problemas de sus alumnas o bien despóticos que disfrutan el castigo físico justificándolo como la única opción a una conducta modélica.
Real o ficticio, las secuencias con el tutor Oh (Yong-Soo Park, casi siempre improvisando) se regocijan en una desmesurada aplicación de la tortura y, por si fuera poco, un comportamiento depravado que llega al sinsentido total; desconozco el sistema educativo surcoreano pero el de este centro es muy confuso (¿marchan las estudiantes a sus casas y nada comentan del asunto a unos padres que, por cierto, están ausentes?, ¡¿pero esto quién se lo cree?!). Y al ser los adultos y maestros los villanos, la presencia del fantasma reduce su poder amenazante, al igual que la atención recibida por parte del guión...

Park se decanta más a la denuncia social, la intimidad de la juventud y abordar temas espinosos (el maltrato, la segregación o el suicidio) que por dar una dimensión mayor al personaje del fantasma asesino, sin importar los detalles sobrenaturales que aparecen de vez en cuando ni los feroces ataques a los maestros (menos emparentados con el horror de corte psicológico/espiritual que mostraba "The Ring" en ese momento). Por otro lado la trama, nutrida de "flashbacks" referentes a la alumna muerta, enseña demasiado pronto sus cartas y es fácil adivinar los giros que dará (sin ir más lejos a la media hora, y en boca de un personaje clave, ya averiguamos la identidad del espíritu deambulatorio (¡!) ).
El director se enfoca en el drama, también en el terror, mezcla los géneros y no extrae nada decente de ninguno. Este caos narrativo empeora con el trato de personajes; hay muchos, muchísimos, pero no gozan de un buen desarrollo emocional ni psicológico, sus intrahistorias se presentan a medio hacer, y cuando les conocemos ninguno, en absoluto (excepto, quizás, la pobre Ji-Oh), genera un sentimiento de empatía, sino todo lo contrario. Aquí tanto alumnas como profesores revelan un carácter y forma de ser estúpido, despreciable, ruin, cínico o egoísta que espesa la perturbadora atmósfera, y lo que se desea, irónicamente, es que todos caigan presas de las iras del espíritu de Jin-Ju.

Y el apostar por el áspero comentario social y el crudo drama adolescente deja la trama sobrenatural apartada, o resuelta de manera atropellada (siempre con el uso de los malditos "flashbacks") en el tercer acto; si la investigación de Reiko sobre Sadako era el motor de su intriga, aquí avanza sin ritmo al estar a cargo del terrible personaje de Eun-Young, antigua alumna que vuelve de profesora (¿de qué?, si nunca da clases) y que otrora fue amiga de Jin-Ju (pero que encaja perfectamente en este cuadro humano aborrecible, pues nunca defendió a la chica, blanco de las víboras del centro, para no ser desplazada, siendo causante de su tragedia...de lo que no se arrepiente (¿?) ).
En el limbo quedan detalles como la nula explicación sobre el don sobrenatural de Ji-Oh, la relación que la maestra Park tenía con Eun-Young, también la de So-Young y Jung-Sook (esa Ji-Hye Yun de inquietante mirada), quien posee una subtrama dramática que nunca se nos contará. Llegado el clímax el batiburrillo de conceptos es tal que el director prefiere deshacerse de ellos y volver a lo del fantasma, mal y rápido, coronándolo un clímax excedido en el melodrama (Eun-Young y Ji-Oh nos regalarán una conmovedora conversación metafísico-espiritual imposible de creer...).

Tal vez no sea peor que la amenaza de una secuela gracias a ese golpe de efecto último, incomprensible se mire por donde se mire. Pero Park no fue el culpable de este desaguisado; él filmó un metraje que casi llegaba a tres horas, sin embargo el productor, con el punto de mira en el beneficio comercial, lo mutiló en la sala de montaje. Eso explica tantísimos agujeros.
Aunque nada importó. El drama/horror cocinado a fuego lento en suspense de sombras y oscuridad de "Whispering Corridors" sedujo a la joven audiencia y, por increíble que parezca, arrasó en taquilla, estableciéndose como un pilar para el cine coreano de género en el nuevo siglo que estaba por llegar...
Chris Jiménez
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