Empezamos con una referencia explícita y superficial a 'La Ventana Indiscreta' de Hitchcock, pero sin ser más que eso, ergo, no esperemos estructura fantástica aplicado al cine ni de lejos.

A esta cinta la sostiene únicamente la actuación de Amy Adams, dejando siempre un eximio trabajo, digno de una actriz de su calibre.
Estaba Oldman también, aunque pésimamente dirigido o, quizás, no tenía ganas de estar ahí pero al mismo tiempo hay que pagar las cuentas entonces se sumó y listo.
A destacar la aparición de Julianne Moore, más allá de las claras limitaciones de tiempo en pantalla.

Interesante fue también, aunque no (des)agendado, el desarrollo agorafóbico (y en consecuencia depresivo) de la Dra. Anna Fox pero, fuera de eso, la trama es totalmente difusa, empatizando ésta con dicho personaje.

Lo mejor: la ambientación con ese estilo pseudo-neo-noir de aires surrealistas que tanto llama la atención, aún cuando no termine de cerrar del todo a causa del guión pero bueno, el intento estuvo y eso se respeta.

Lo peor: el final, total y absolutamente paupérrimo y descontextualizado de todo; es increíble cómo tan terrible paparruchada puede pasar un solo filtro, sinceramente inentendible.