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España España · Las Palmas de Gran Canaria
Voto de Arsenevich:
8
Western Narra el asalto a un tren por parte de unos bandidos. Escrita y dirigida por Edwin S. Porter, a quien se le atribuye en ocasiones la paternidad del cine de ficción, Porter trabajó en el estudio de Thomas Alva Edison, creando la que sería la primera película estadounidense importante. De 8 minutos de duración, "Asalto y robo de un tren" influyó de forma decisiva en el desarrollo del cine porque incluía innovaciones como el género ... [+]
4 de julio de 2019
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Los amantes del Western sin duda le tenemos un cariño muy especial a este maravilloso cortometraje de Edwin S. Porter. ¿Cómo no tenérselo, si supuso el pistoletazo de salida para ese género que tanto nos apasiona y que (al menos en mi caso) ha sido el sustento principal del amor que uno le tiene al cine? Cualquier podría pensar, y con toda razón, que la funcionalidad del cinematógrafo como tal pedía a gritos contar las historias de Jesse James, de Wyatt Earp, de Buffalo Bill, de Pat Garrett y Billy «The Kid» y de tantas y tantas leyendas del viejo Oeste. Y Porter fue el primero en verlo.

Quizá el punto más meritorio de este film sea su ambiciosa estructura narrativa, sobre todo teniendo en cuenta la fecha en el que fue rodado (1903) y los medios que se manejaban por ese entonces. Considerando que el cine mudo todavía no había adoptado la técnica de los rótulos para explicar todo aquello que no fuera susceptible de ser entendido solo mediante las imágenes, Porter demuestra una impresionante destreza narrativa a lo largo de la docena de escenas que componen el film, haciendo que todo lo que acontece ante la cámara sea perfectamente inteligible para el espectador.

Llama la atención el grado de violencia que muestra la película en algunos de sus pasajes. Se ha comentado mucho el asesinato a sangre fría del pasajero (más tarde conocido como el célebre Bronco Billy Anderson) durante el atraco a los ocupantes del tren, pero también durante el asalto a la caldera, donde el operario es brutalmente masacrado por uno de los malhechores. En esta secuencia también resulta admirable la colocación de la cámara sobre el tren en movimiento. También es digno de mención el primer baile a punta de pistola de la historia del género, algo que se repetiría largamente en el futuro. La persecución de la partida armada a los bandidos y el tiroteo final están rodados con sencillez, pero al mismo tiempo con una intensidad que no puede dejar de valorarse si se tiene en cuenta el tiempo narrativo total.

Es obvio que la brevísima duración del corto no deja mucho espacio para un comentario más amplio, pero creo que es justo reconocer los méritos de este pequeño gran film como aventura iniciática, como el primer viaje del cinematógrafo hacia esas tierras mágicas del Oeste americano (aunque la película se haya filmado en Nueva Jersey). A partir de entonces el cine comenzará su expansión, pero tras el disparo del forajido a cámara (una de las escenas más míticas de la historia del Western, pese a su desligamiento narrativo con el resto de la película) se sucederían muchos más disparos, muchas más persecuciones a caballo, peleas a puñetazo limpio en cantinas y saloons, explosiones, tiroteos entre indios y vaqueros… Con «Asalto y robo de un tren» nació el Western y todos nosotros, los que siempre soñamos con calzarnos un sombrero y con empuñar un revólver de seis balas, fuimos invitados a un banquete cinematográfico sin igual. El cine había encontrado su género por excelencia y lo mejor, desde luego, estaba aún por venir. Por allí, en algún lugar, comenzaban a sonar algunos nombres, como susurros entre el polvo del desierto... (Ford, Hawks, Wayne, Peckinpah, Leone, Sturges, Eastwood, Mann, Daves...)

Notable.
Arsenevich
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