En busca de su hermanastro Bambino -a quien no ve desde hace un buen tiempo-, a un pueblo del oeste llega Trinity, un pistolero conocido como, “la mano derecha del diablo”, por su certera puntería. Para su sorpresa, el antes cuatrero, y como él, hijo de una mujer que dirige un burdel en New Orleans, es ahora un digno sheriff… aunque su estrella de hojalata la obtuvo… bueno, él mismo nos lo contará luego.

Cuando se entera del mal trato que se le da en el pueblo a algunos miembros de una comunidad de granjeros mormones, y al saber luego que, el prepotente mayor Harriman, planea expulsarlos del valle que habitan para meter allí sus caballos, Trinity decide defenderlos -¡atraído sin duda por las dos lindas chicas que conociera!- y tratará entonces de involucrar a su hermano en esta “bella causa”.

Así comienza esta divertida comedia que daría el más alto reconocimiento internacional a los actores, Terence Hill (Mario Girotti) y Bud Spencer (Carlo Pedersoli), quienes cambiaron sus nombres luego de que, los productores, les exigieran -como a muchos otros- que se “pintaran de gringos”. Este cambio tuvo lugar cuando hicieron, “Dio Perdona… Io no!” (Giuseppe Colizzi, 1967), pero con, <<LE LLAMABAN TRINIDAD>>, sus nuevos nombres alcanzaron el más alto reconocimiento… y desde entonces, Trinity, conformó la trilogía notable junto a Django y Ringo, en el western europeo.

Enzo Barboni (¡ahora, E.B. Clucher!), escribió el guion y dirigió la película y, tuvo aquí el momento más lúcido de su carrera al lograr un western-comedia plenamente divertido, y con muy frescas y creativas escenas de acción donde abundan las acrobacias y, donde -para bien de la sociedad civilizada- nadie muere… a menos que sea estrictamente necesario.

A mi modo de ver, lo único a objetar es esa posición ingenua de servir a los intereses de una secta religiosa, ¡que al fin sabemos de lo que son capaces y a qué intereses sirven!... y aquí me refiero a las de cualquier prédica occidental.

Pero, a favor, la historia ilustra de nuevo las comunes alianzas entre los que deberían ser dos bandos rivales; y también aboga por ser prácticos antes que devotos… esa secuencia de la capacitación para enfrentar al “diablo”, además de muy divertida, es harto diciente… y el resultado ¡ya ustedes lo verán!

Mención para las divertidas actuaciones de, Steffen Zacharias (Jonathan) y Remo Capitani (Mezcal).

Título para Latinoamérica: <<ME LLAMAN TRINITY>>