Cobijados por la frustración, el resentimiento y la pérdida de su investidura, el común de los hombres puede caer en las trampas del odio y la fatalidad. Por esto somos humanos… quizás, demasiado humanos. Pero, el verdadero poder, consiste en mantenerse enhiestos y moralmente intactos ante las más duras pruebas.

<<JOHNNY GUITAR>>, es una película concebida por dos hombres de notable talento: Ben Maddow, su guionista y, Nicholas Ray, el director. El uno y el otro tenían el corazón herido. Su patria, que con tanto orgullo ha puesto muy en alto la estatua de la libertad, era entonces epicentro de una gran infamia que ultrajaba el derecho a la libertad de palabra y pisoteaba a todo aquel que se atreviera a creer en una ideología distinta a la del estado... y así, Maddow tuvo que contar con, Philip Yordan, para que firmara su libreto y, Nicholas Ray, se congració con aquella soterrada propuesta de aniquilación del Estado.

Así nació este trágico western, en el que termina pesando más la sinrazón del pesimismo, que la fe y la constancia de la racionalidad. Si aquellos mismos talentos lo hubiesen escrito y realizado unos años antes de aquella oprobiosa “caza de brujas” conocida como, Era Maccarthista, es muy probable que el producto final hubiese sido otra cosa; más no fue así y el resultado es un filme contradictorio donde, las más sobrias y maduras premisas, terminan destruyéndose en la trampa de un burdo despotismo. Así, el dictamen visto desde la psicología evolutiva, es que estamos ante dos seres inmaduros en cuyas venas se adormecieron, pero nunca lograron salir, la rabia y el resentimiento. Creyeron en los beneficios de la No violencia, pero nunca lo entendieron a cabalidad.

El personaje de, Vienna (Joan Crawford, en una de sus brillantes caracterizaciones), aunque sigue en el empobrecedor negocio del juego y el licor, da claras pruebas de solidez moral y de firme redención. En numerosas ocasiones, se opone a la violencia y reivindica el derecho a la vida aún a costa de la suya propia, como cuando acepta su sacrificio para que, Turkey, se salve de la horca. Por esto, su actitud frente a una Emma obsesiva y evidentemente esquizofrénica, resulta irracional e incongruente.

Y, Johnny Guitar, (el ex-pistolero Johnny Logan que ha cambiado la pistola por una guitarra, para mostrarse como un hombre nuevo ante su viejo amor), también cae en la trampa moral que, en la figura del muy primario Bart, le tiende la existencia.

Al final, quedamos ante dos derrotados a los que el director exalta, con cascada de fondo, como si el verdadero significado pudiese ser el Triunfo del Amor. Al contrario, la que ha triunfado es la debilidad de los hombres... y se ha logrado una exaltación de la violencia al dejar sentado que, por otros medios, la paz es imposible.

Estuvimos muy cerca de una gran película… pero al final, se ha puesto en la cumbre a la irracionalidad humana.

Titulo para Latinoamérica: MUJER PASIONAL