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Voto de Luis Guillermo Cardona:
10
Aventuras. Acción. Comedia Sur de Marruecos. El propietario de una empresa de transportes contrata a un nuevo conductor para transportar un misterioso cargamento en un magnífico tráiler recién comprado. Uno de los empleados roba el vehículo con el fin de vender la carga en su propio beneficio. El mejor conductor de la compañía y el recién contratado vivirán una auténtica odisea persiguiendo al ladrón a través del Atlas marroquí. (FILMAFFINITY)
2 de mayo de 2017
3 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
No es nada simple definir que es una Obra Maestra Cinematográfica, pues, este concepto tiene tanto de subjetivo como de objetivo. De subjetivo porque, lo que a mi me emociona, me halaga, me conmueve, me fascina, me divierte… o me resulta estético, no necesariamente produce las mismas sensaciones en otras personas. Cada proceso de formación es único, por tanto, el sentir y el gusto son muy variables. ¿Y qué tiene de objetivo? Pues, es evidente que, en la medida que aumenta el nivel intelectual, el reconocimiento del lenguaje cinematográfico y el bagaje visual, aumentan los criterios de análisis, los puntos de comparación y la sensibilidad frente a una película cualquiera.

El concepto: “Es una obra maestra”, solemos verlo y oírlo de manera temeraria y con mayor frecuencia de la que debería, pero bueno es entender que, con esto, lo que quiere decir el espectador medio, es que la película le gustó muchísimo y no vió tacha alguna, o si la vió, puede perdonarla sin reticencia alguna. Pero, será sólo con una debida y convincente sustentación, que este concepto podrá tomar forma y conseguirá convencer a otros de la validez de tan arriesgado juicio.

En lo que a mi respecta, si una película me atrapa desde los primeros minutos, si me conecto fácilmente con los personajes y cada escena que pasa me va dejando ese gusto a arte desde lo formal (composición de planos, puesta en escena, iluminación, edición, sonorización…), al tiempo que lo que se va contando me cautiva con su creatividad, sus principios éticos, y por supuesto, con la fuerza de sus diálogos, más unas actuaciones naturales y sentidas en las que cada actor luce perfectamente encajado con el personaje que representa… si así me sostiene hasta el final, no dudo en afirmar, sin reserva alguna, que estuve ante una Obra Maestra… y, curiosamente, lo que quiero decir con todo esto es, igualmente, que la película me gustó muchísimo, que no vi tacha alguna o que si la vi puedo perdonarla de todo corazón.

“CIEN MIL DÓLARES AL SOL”, me ha cautivado desde el mismo momento en que los camioneros, Marec y Rocco, se muestran atraídos con el nuevo camión que su jefe acaba de adquirir y se dan cuenta de que, ni el uno ni el otro, sino Steiner, ha sido el elegido para conducirlo… y no es precisamente el más ducho para merecerlo. Lo que sucede de ahí en adelante, abunda en elementos sorpresa; los personajes lucen recursivos e ingeniosos; el buen humor se cuela aún entre las situaciones más tensas y difíciles; el director Henri Verneuil toma muy en cuenta su deber de matizarlos y consigue que cada plano esté perfectamente logrado desde lo visual como desde su propósito narrativo.

El ritmo no decae ni un sólo instante, pues, cada plano ha sido elegido para significar, ya sea mostrando rasgos humanos de sus protagonistas; aspectos de su destreza como camioneros; o creando situaciones que mantienen la narración en constante desarrollo. La edición, altamente eficaz, es casi imperceptible, y la banda sonora subraya con eficacia sin tratar de imponerse en escena alguna.

¡Ah! Y las actuaciones son exquisitas. Jean-Paul Belmondo (Rocco), resulta perfecto con su incesante sentido del humor y con ese aire de feo-bueno con el que es muy fácil empatizar. Lino Ventura (Marec), con carácter y mucho tino, luce como un gran mastín en busca de un hueso duro de roer. Y entre otros, Bernard Blier (Mitch), la suerte de actor que siempre me complace ver, aquí con esa chispa y esa mordacidad que le lucen de maravilla.

¿Y tiene algún mensaje? ¡Por supuesto! Y el que más me gusta es que da cuenta de que, un gran amigo vale más que cualquier montón de sucio dinero.

Ignoro cuanto tenga esta película de la novela “Nous n’irons pas en Nigeria” de Claude Veillot, pero el guion que han escrito Michel Audiard, Henri Verneuil y Marcel Jullian, ha servido para hacer una Obra Maestra.

Titulo para Latinoamérica: CODICIA BAJO EL SOL
Luis Guillermo Cardona
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