Las historias de missing persons (personas desaparecidas) son muy habituales en el cine, y casi siempre, son motivo de acciones de suspenso e intriga que consiguen interesarnos sin dificultad alguna. Desde "The Lady Vanishes", “Anastasia” y The Man who Knew too Much", pasando por “Frantic” o "Missing", el cuento de la chica, el chico o la dama perdida, conecta fácilmente con los espectadores, y toca decir que, al menos en los casos citados, el acierto ha sido plenamente alcanzado.

<<PLAN DE VUELO>>, camina también por este sendero. La trama inicial, extraída sin duda de la entretenidísima y ya clásica obra de Hitchcock -citada arriba en primer término-, nos ubica en los años postragedia del 11 de septiembre de 2001, hecho que mantenía palpitante el temor a los aviones y la psicosis en cada vuelo.

Kyle Pratt –una atinada, Jodie Foster, siempre precisa en sus roles de mujer fuerte–, sube con su hija Julia, a una gigantesca aeronave que parte de Berlín con rumbo hacia New York... y en el mismo avión lleva también el cadáver de su esposo, un ingeniero de vuelo muerto al caer de un edificio. En el interior de la aeronave, todo luce cómodo y tranquilo, y la niña emociona a su madre dibujándole un corazón en la humedad de la ventanilla. Pero, de pronto, Kyle se queda dormida… y cuando despierta, ya la niña no está por parte alguna ¡ha desaparecido dentro de una aeronave que vuela muy, pero muy alto, ¡a 12 mil pies de altura!

En lo sucesivo, se nos revelará con precisión la psicosis racista con su comprensible –que no aceptable- estigma arábigo. Se nos enseñará, con marcada fuerza, la indiferencia y el individualismo de los llamados V.I.P., quienes, en su total ignorancia e insensibilidad, aplauden –en una escena que resulta grotesca, pero muy efectiva– al oficial de zona por haberles devuelto la calma ambiental… pues, ya sabemos que la espiritual es tarea solamente suya.

También se logra demostrar una atinada frase del oficial Carson, cuando dice: "Todos van a creer lo que yo diga. Así es la autoridad”. ¡Frase dura, y deplorable, que muchas personas cumplen cabalmente, sobre todo cuando el que habla es su gobernante!... y éste es un gran acierto del filme que a los espectadores nos produce rabia cuando vemos, hasta a la psicóloga de a bordo, cayendo en el necio acto de la sumisión incondicional a la autoridad.

Desafortunadamente, <<PLAN DE VUELO>>, no califica como un gran filme porque, algunos giros en la historia resultan poco creíbles y habría que sujetarlos al a veces insólito “azar”, para poder acogerlos. Pero, no obstante, el guion escrito por, Peter A. Dowling y Billy Ray, posee encanto en algunos momentos y el clima de suspenso logra mantenerse con connotada frecuencia. Cabe reconocerle también una ajustada presencia a nuestra querida, Jodie Foster; al carismático, Sean Bean, como el piloto; y a, Peter Sarsgaard, como el oficial Carson.

En todo caso, el director Robert Schwentke, nos entrega un filme que bien sirve para hacer entretenida una tarde de domingo.