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Voto de Luis Guillermo Cardona:
3
Aventuras. Acción Bond recibe la misión de desenmascarar a Max Zorin, un misterioso empresario, y aparente espía de la KGB, que amenaza con dominar el mundo por medio de sus revolucionarios microchips. Aliado a poderosas empresas de tecnología punta, su objetivo es destruir la falla de San Andrés, provocando un terremoto de irreversibles consecuencias. (FILMAFFINITY)
1 de enero de 2015
7 de 10 usuarios han encontrado esta crítica útil
Tenía ya 58 años, pero debido al notable éxito que venían teniendo sus películas, EON productions decidió hacer otra más (la séptima) con Roger Moore. ¡Había que exprimir el limón hasta la última gota! Además, en esta suerte de filmes, las cosas pueden resolverse: Moore haría los primeros planos y los movimientos de mínima exigencia física y un buen puñado de dobles haría el resto… razón por la que veremos tantísimas figuras distantes y caras agachadas y/o cubiertas en las escenas de acción. Pero, lo que resulta hondamente penoso y conmovedor (por pura mojigatería cultural) es ver a James Bond, cual papá, cobijando a su linda compañera de aventuras Stacy (Tanya Roberts), porque la diferencia de edad,¡28 añitos!, “no le permitía hacer” –cinematográficamente- lo que hubiera querido hacer. Le tocó, entonces, conformarse con la grandota Grace Jones y con otro par de atractivas, pero muy fugaces aventurillas. ¡Ah! y también por cuestiones de edad, esta sería la última ocasión que, Lois Maxwell, sería la simpática y coqueta secretaria, Moneypenny.

“PANORAMA PARA MATAR”, tuvo como punto de partida el cuento homónimo que, Ian Fleming, incluyera en su compilación, “Solo para sus ojos”, que se publicara en 1960. Pero parece ser que, como ocurriera con “La espía que me amó”, tan solo se utilizó el título, y los también cuasi-agotados guionistas, Richard Maibaum y Michael G. Wilson, se dedicaron a más… y más… y más de lo hasta ahora visto, y copiándose a sí mismos sin ningún escrúpulo, repitieron un buen número de escenas que años atrás tuvieron éxito: El tipo que se retira de una negociación grupal, lo despiden con cortesía, pero enseguida lo matan (“Goldfinger”); la chica que tiene como tarea robarse una cinta de audio y queda como una tonta (“Diamonds are forever”); el agente 007 y su chica de turno colándose en una empresa con el uniforme de los empleados (“Moonraker”…); Bond mostrándose caballeroso con una jovencita (“For your eyes only”), el “héroe” arrastrado por una nave aérea (“For your eyes only”)…

El director John Glen, quien hacía aquí su tercera película con Moore, no tiene mucho de donde agarrarse argumental ni presupuestalmente, pues con esta serie la cosa funciona más o menos como con Windows (un modelo de calidad… y el que sigue regularcito; el posterior bueno… y el otro malo…) y entonces se dedica a hacer lo que puede con algunos chistes, alguna cara bonita, una que otra insinuación erótica… y el resto fue perder el tiempo con un puñado de escenas de acción que no causan ni el más mínimo entusiasmo.

Termino con uno de los chistes que nos ofrece este malogrado “PANORAMA PARA MATAR”:
-¿Sabes sobre lo que estoy sentada? –Pregunta la atractiva Stacy a Bond.
Bond ve su atractiva entrepierna levantada y unos sacos con dinamita debajo de ella, y entonces responde:
-¡Prefiero no pensar en ello!

Título para Latinoamérica: “007 EN LA MIRA DE LOS ASESINOS”
Luis Guillermo Cardona
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