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Voto de Luis Guillermo Cardona:
4
Drama Basada en hechos reales. Narra la historia del sargento Marty Maher, que durante cincuenta años sirvió en la academia militar de West Point. Cuando el ejército de Estados Unidos, dada su avanzada edad, intentó jubilarlo, Marty, entrenador de atletismo en la Academia Militar y amigo y “padre” de varias generaciones de cadetes, presentó una contundente protesta al Presidente de la nación. (FILMAFFINITY)
20 de junio de 2010
22 de 40 usuarios han encontrado esta crítica útil
Ocurre con mucha frecuencia: los primeros años de nuestra vida pasan llenos de aventuras, deseos y esperanzas; experimentamos situaciones jocosas, tenemos romances y unos buenos sueños… y, vienen luego los años de la Adultez (el más alto grado de perfección que, se espera, logremos con la experiencia), pero, lo que muchos viven es la Adustez (seriedad, sequedad, severidad), y una vida así pesa e incomoda, convirtiéndose en la fórmula perfecta (sésese) para atraer la tristeza, el tedio y el acabóse. Así viven mucha gente... y así vivió también el personaje recreado en esta película.

<<CUNA DE HÉROES>>, es un biopic que usa como señuelo la vida de un soldado, Marty Maher, un don nadie que pasó 50 años de su vida (en su autobiografía habla de 55), sirviendo al ejército estadounidense en la academia de West Point. Inmigrante irlandés, se sumó a las filas castrenses, en 1898, y alcanzó el rango de Sargento Maestro, ejerciendo largo tiempo como instructor de natación. Eso fue todo. Pero, el objetivo principal, amén de que al director, John Ford, lo atraía todo lo que tuviese aroma a Irlanda, fue hacer un homenaje a una institución considerada símbolo patrio de los Estados Unidos de Norteamérica.

El guion, escrito por Edward Hope, empieza con notable encanto y uno alcanza a sentir que está ante una refrescante comedia. Son los inicios del primíparo que conllevan tropiezos, metidas de pata, platos rotos, caídas al agua… y tenemos, entonces, la ilusa impresión de que vamos a estar ante algo parecido a, “The Quiet Man”, ese otro filme de Ford, en el que la preciosa tigresa, Maureen O’Hara, también está incluida.

Pero, O’Hara es aquí una increíble mansa paloma y la historia pronto se transforma en un drama familiar (telenovela style) y en una emblemática aproximación a la institución militar. Desde aquí, huele a pólvora y a rancio patriotismo, porque, amén de los generales y sus opacas familias, no creo que a alguien más interese semejante derroche de vanagloria a una institución que lo único que puede contar a puñados, son las agresiones que ha cometido en decenas de países.

Tyrone Power, logra mostrarse eficaz como el comediante de la primera parte, pero, se esfuma luego su ímpetu histriónico cuando entra el vacuo drama a hacer de las suyas. Maureen O’Hara, aunque igual de bella, resulta irreconocible sin ese talante temperamental que la hizo grande, y hasta diría que es, aquí, un pobre ejemplo de mujer, de esas que no dejan huella.

Ford, no nos trae nada novedoso y, en resumidas cuentas, es ésta la triste historia de un pobre hombre que embolató cincuenta años de su vida al servicio de la nada. Queda sí para la reflexión, la única frase certera del filme: “La mejor juventud del mundo la traemos aquí, los instruimos, les hablamos del deber, del honor y de la patria… y luego los enviamos al matadero”.
Luis Guillermo Cardona
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