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España España · Jérica
Voto de polelo:
7
Drama Suecia, siglo XIV. Como cada verano, una doncella debe hacer la ofrenda de las velas en el altar de la Virgen. El rey Töre envía a su hija Karin en compañía de Ingrid, una muchacha que odia a Karin en secreto. Antes de cruzar el bosque, Ingrid se detiene y abandona a la princesa, pero la muchacha prosigue su camino y se encuentra con unos pastores, aparentemente afables, que la invitan a compartir su comida. (FILMAFFINITY)
14 de octubre de 2007
9 de 15 usuarios han encontrado esta crítica útil
Impresionante ambientación y puesta en escena ayudada por una magnífica fotografía.
La tensión psicológica "bergmaniana" impregna algunos momentos puntuales con gran acierto, pero otros decaen, sobre todo el principio.
La línea argumental me parece de lo más flojo, Bergman intenta sacar punta y construir una historia a partir de un suceso puntual al que irá envolviendo por delante y por detrás. La primera parte del film intenta crear de Karin una imagen de niña pija repelente y malcriada, incipientemente coqueta, su contrapunto con Ingrid no acaba de funcionar muy bien, parece que hay "algo" que nos hemos perdido y la película no lo acaba de resolver.
En general en toda la película Bergman juega con un resorte psicológico empático, más propio de otros directores y un tanto gratuíto, tengo que reconocer que gracias a ello nos hace más dura la escena de la violación (y asesinato) por habernos creado un vínculo afectivo en la descripción de la víctima aunque sea a través de darnos a conocer sus caprichos, coqueterías y devaneos.
Bergman trata el tema religioso de una manera mística un tanto extraña en él. En algunos momentos del film, como cuando hacia el final los personajes se dirigen al bosque, parece que el director vaya a expresar un universo más personal, basado en los comportamientos humanos y en sus relaciones, algo más propio del maestro, pero ese mensaje quedará dinamitado en la última escena.
El reduccionismo entre Cristianismo (orden, moral, justicia) y las creencias atávicas (Odín y los dioses premedievales escandinavos) como todo lo contrario, la Fé como camino hacia la civilización, debería de haber sido superado con un discurso más rico, con más matices, más maduro y contemporaneo, sin embargo en la confesión de Ingrid se deja muy claro este extraño (extraño en Bergman) reduccionismo. La propia venganza de Tören quedará muy mal resuelta, se busca en la misma una desproporción que por si mismo la haga injustificable, cuando la venganza como tal debería de ser injustificable y más en un Rey que debe de impartir justicia, pero encima se estropea todo todavía más con el alegato final, presentandola como un descarrío ocasional que encima encontrará el perdón representado en el "signo divino" del manantial al el que corren sus protagonistas para lavar sus pecados.
La consecuencia de todo ello es que finalmente los personajes no serán conscientes de haber llegado a cada uno de los acontecimientos por su propio actuar, por sus intereses, por sus celos, por sus sentimientos, sino que encontrarán una explicación y un acomodo en lo metafísico-religioso (invocación a Odín-castigo divino, etc...). Realmente es una discurso absolutamente Anti-Bergman difícil de justificar en el contexto de su filmografía.
polelo
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