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España España · almeria
Voto de TOM REGAN:
7
Bélico. Drama Guerra de Vietnam. Recién incorporado a su pelotón, en la jungla vietnamita, el soldado Eriksson (Michael J. Fox) es testigo de un crimen brutal cometido por sus compañeros. Incapaz de permanecer al margen, se enfrentará al resto del pelotón, pero sobre todo al sargento Tony Meserve (Sean Penn), un hombre enérgico y carismático pero desquiciado por el horror y la brutalidad de la guerra. (FILMAFFINITY)
11 de septiembre de 2020
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
300/10(07/09/20) Loable drama bélico dirigido por Brian de Palma, que se basa en principalmente en un artículo escrito por Daniel Lang para The New Yorker en 1969 y su posterior libro, se basa en los acontecimientos del incidente de 1966 en la Colina 192 durante la guerra de Vietnam, en el que una mujer vietnamita fue secuestrada de su aldea por un escuadrón de soldados estadounidenses, la violaron y asesinaron, pero todos los nombres y algunos detalles de la historia fueron alterados. Esto guionizado por David Rabe (“The firm”), retratando de modo desgarrador la pérdida de la inocencia, como las Guerras deshumanizan, y frente a ello la dignidad de los que se mantiene firmes ante la barbarie, de cómo la fuerza colectiva te puede empujar a hace actos salvajes, ello con una potente carga de ambigüedad moral en como una persona puede tener actos heroicos y nobles (en la película salva el ‘villano’ de morir a uno de su antagonista, cosa que no ocurrió) y a la vez tener acciones repugnantes. Es un incisivo retrato de como todos son víctimas en una guerra, de cómo te pueden extirpar el alma la vorágines de muerte y dolor, hasta hacerte un monstruo con derecho cual Dios sobre tus inferiores, tratando además los sentimientos de culpa sobre si has hecho suficiente por evitar un crimen. Es una historia enmarcada en un contexto bélico, pero aquí lo importante no son las batallas, no es la acción, son los dilemas morales de cómo se puede mantener la nobleza en medio de Infierno. Todo esto protagonizado en los antagonistas Michael J. Fox y Sean Penn, el primero un error de casting por lo blandito que resulta, el segundo sensacional como el retorcido sargento, acompañando un grupo de secundarios primerizos como John C. Reilly o John Leguizamo. Todo con una buena ambientación adornado por2 la siempre epidérmica música del maestro Ennio Morricone. Le fallan los tramos inicial un tanto lento y el final, muy alargado una vez el clímax ha sucedido, va perdiendo fuelle en subrayados y reiteraciones. Esta es una película que tiene la rara condición de que me angustia verla, y es que la crudeza de su relato me hace poner reparos, pues es entrar en el reverso tóxico dela Condición Humana, parecida sensación a la de “A sangre fría” (1967). Se le puede achacar al metraje cierta tendencia a querer emocionarte a empujones. El tramo del juicio me resulta muy apresurado. Asimismo, su epílogo del protagonista con la mujer asiática en San Francisco resulta insatisfactorio, naif.

Todo el episodio de Vietnam es parte de un ensueño, el de Eriksson (Michael J. Fox) viaja en un bus en San Francisco, ve a una mujer que se parece a la víctima Than Thi Oahn (interpretada por la misma actriz, Thuy Thu Le), de un incidente acaecido en la Guerra de Vietnam. Entonces entramos en el flash-back que será el grueso del relato, con el sargento Meserve (Sean Penn) comandando un grupo de soldados en la guerra mencionada

Es una historia valiente que pone contra el paredón que es el heroísmo, si esta facultad te da patente de corso para estar por encima del bien y del mal. Tenemos a guerreros curtidos que en realidad se comportan como invasores que no desean entender el escenario donde están, su cultura o lengua, como combaten contra vietnamitas, todos para ellos son enemigos en potencia o es la excusa para su racismo. Esto le representa Meserve, tipo de una pieza, valiente, expeditivo, racista, un ‘hijoputa’, como soldado es un gran guerrero, el problema es que la Guerra lo ha despojado de valores morales. Frente a él está Eriksson, nuestra brújula moral en la historia, debe ser fuerte frente a las presiones del colectivo, su determinación en lo que es justo es lo que mueve la historia, el modo en que se resiste a las vejaciones del ‘líder’ cuando lo insulta haciéndole ver que traiciona a sus compañeros. Tipo que no solo debe luchar contra la aberración de la violación de una joven, si no que tras ello se encuentra con un sistema que para protegerse de la opinión pública intenta encubrirlo, convirtiéndose en una especie de Don Quijote luchando contra molinos de viento, aguantando las amenazas y marginaciones, expuesto en los dos enfrentamientos que tiene con dos superiores que esgrimen argumentos peregrinos para pasar página como si nada hubiera pasado.

De Palma demuestra maestría en varias escenas para proyectar dramatismo con profundidades de campo y tomas holandesas, esto enaltecido en dos escenas: Una es la de la violación, en una noche lluviosa, tras discutir agriamente Eriksson y Meserve, él primero se aleja de la choza, vemos en plano oblicuo su rostro en primer término y de fondo vemos la violación en que se van turnando a la joven cual ‘juguete sexual’, una toma sensacional en recoger la tormentosa situación, haciéndonos sentir la soledad inmensa de Eriksson; La otra escena es a la mañana siguiente, en el puente del ferrocarril, durante el combate con los vietcongs. Meserve quiere matar a la joven violada para que no haga ruido, pero sobre todo para no dejar rastro de su crimen, entonces se inicia un tiroteo con el enemigo, vemos a Eriksson enfrascado en los disparos y de fondo, a unos metros tras él un soldado apuñala a la chica, esta no muere y ensangrentada se levanta y camina (en enfatizado slow) por la vía del tren lentamente, Meserve la ve y ordena al grupo que acabe con ella, ello en un momento trémulo, bajo la estremecedora melodía de Morricone.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
TOM REGAN
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