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España España · almeria
Voto de TOM REGAN:
7
Drama. Bélico En un hospital militar de Belgrado se recuperan los soldados serbios que han luchado en la guerra de Bosnia. Uno de ellos es Milan, que recuerda su infancia y momentos antes de la guerra, cuando su mejor amigo era el bosniaco Halil, y la contienda en ella. Halil y Milan vivían en el mismo pueblo, cerca del llamado túnel de la hermandad-unidad, que unía Belgrado y Zagreb, y estaba abandonado. Doce años después, en plena guerra, Milan, ... [+]
28 de mayo de 2021
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191/51(27/05/21) Singular film bélico yugoslavo tiene la singularidad de estar rodado durante el conflicto balcánico de los 90, dirigida por el serbio Srđan Dragojević ambientado en la Guerra de Bosnia, escrito por é junto a Biljana Maksic, inspirándose en eventos de la vida real tuvieron lugar en etapas iniciales de la Guerra, y el guión de la película se basó en un artículo escrito por Vanja Bulić para la revista Duga sobre el evento real, tras el éxito de la película, Bulić escribió una novela llamada “Tunel” que es esencialmente una versión ampliada de su artículo de revista. La película presenta una trama no lineal, y las escenas cambian entre períodos de tiempo de 1971 a 1999, que en su mayoría se cortan hacia adelante y hacia atrás, sin orden en particular. Los períodos de tiempo principales incluyen el "presente" con uno de los protagonistas, Milán (serbo-bosnio), hospitalizado, con recuerdos tanto de su infancia como de su adultez temprana en la década de 1980 hasta que comienza la guerra, y el servicio posterior como soldado donde queda atrapado en un túnel, donde se produce el bloque central de la cinta. Milan (serbio-bosnio) y Halil (bosnio musulmán) son dos amigos de toda la vida que trabajan juntos, que con la irrupción de la Guerra Civil quedan en bandos enemigos, especie de alegoría bíblica de Caín y Abel, donde la se viene a decir que la raza humana somos todos hermanos y al final por ideas retorcidas nos enfrentamos. Y con ello el director nos ofrece una buena historia antibélica, a la deshumanización que nos conduce, a la espiral de salvajismo atávico que nos conduce, sacando lo peor de cada uno, nuestro yo animal, ello componiendo un puzle de varios tiempos que van saltando que al principio desorienta, tardamos en situarnos con los protagonistas, pero cuando lo hace se muestra una radiografía cruenta del Averno del belicismo, donde las quemas de pueblos (secuencias reales!), asesinatos, brutalidad, hace que nos cale, la locura en nos envolvemos por ideales atrofiados (étnicos y religiosos)

Todo ello desplegando un sentido del humor agradecible como válvula de escape a la irracionalidad del conflicto, teniendo cierto parecido en sus escenas corales cuasi-caótica-festivas con el cine del también balcánico (bosnio) Emir Kosturica, del que se ve también la influencia en el manejo de la banda sonora folclórica balcánica, ello como melancólico vínculo unificador de la Gran Yugoslavia, siendo el zenit en este sentido el tramo en que los atrapados y los sitiadores entonan canciones que todos conocen de su pasado en comunión, pero esto solo es un espejismo.

Se inicia (de modo circular) con un ficticio noticiero, donde vemos la inauguración del Túnel de la Hermandad y la Unidad en el valle Drina en la región de Visegrad, por el presidente visitante Josip Broz Tito y el dignatario local Džemal Bijedić el 27 de junio de 1971, y cuando el Mariscal Tito corta la cinta se corta un dedo accidentalmente con las tijeras. Entonces la banda de música se arranca a tocar para ocultar el horror de la sangre. Tunel este con un nombre que será un mantra de simbolismo, cuando a lo largo de la cinta vemos como quedó abandonado, y los niños lo creen en su interior con un ogro, este emergerá durante la Guerra, con la gran paradoja cuando un grupo de soldados serbios (con el mencionado Milan) queda atrapado en su interior (siete hombres y una mujer, por lo que se hace una mordaz comparación con el cuento “Blancanieves y los siete enanos"), sitiados por el enemigo en sus salidas, donde también quedará varada una reportera estadounidense (metáfora de la ignorancia internacional del conflicto, como lo son las apariciones de militares ONU).

Pero hasta llegar al túnel se da la presentación de los dos amigos, el serbio Milán (Dragan Bjelogrlic) y el musulmán Halil (Nikola Pejakovic), incluso los vemos en su infancia, donde ya se expone que nunca se rinden. Pasado que filma el DP Josan Juksimovic con alegórica luminosidad (en contraste a la falta de luz en los tramos bélicos, de noche, sin sol o en el interior de la ‘cueva’). Llegamos al amanecer del conflicto visto como lo toman los serbios como algo similar a la invasión nazi de 1941, ahora los germanos pasan a ser croatas, extranjeros y musulmanes. El terror de la espiral vengativa ("Bonitos pueblos, son bonitos cuando arden" dice uno de los personajes en medio de una barbarie más, dando título al film esta aterradora aseveración), donde todos los bandos se creen con derecho a una salvajada mayor en respuesta a la anterior de su enemigo, la guerra tomada como algo festivo en la que disfrutar mientras se saquea, el belicismo de excusa barata para alejar cualquier moralidad.

También vemos en el presente de 1995 a varios heridos de veteranos del conflicto en un hospital de Belgrado, como representación de lo que es el patriotismo un demente no hace más que cantar temas de las glorias militares serbias, por supuesto en contra de otro pueblo, siendo este chivo expiatorio del dolor de enemigos allí en otras camas. Hasta que el grueso de lo que será la mayor parte del metraje, y donde estará la sustancia nos lleva al Túnel, donde los personajes un tanto dispersos que cuando quedan `náufragos’. El culto Petar "Professor" (Dragan Maksimović); el yonki Brzi "Speedy" (Zoran Cvijanović), entró en la guerra no se sabe si cómo intentó de suicidio o para escapar de la drogadicción; el patriota serbio con fuerte arraigo familiar Laza (Dragan Petrović), entró en la guerra por idealismo; un joven extrovertido Viljuška "Fork" (Milorad Mandić), simpatizante de Chetnik de Serbia Central, su ardor guerrero movido por cuidar de su cuñado Laza. Se le conoce como Tenedor por llevar uno alrededor de su cuello, simboliza la sofisticación serbia en el siglo XIV, elevando el patriotismo de la civilización a este utensilio, según él, los reyes serbios los utilizaban cuando los reyes ingleses y alemanes coetáneos (según él), comían con las manos;... (sigo en spoiler)
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
TOM REGAN
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