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España España · almeria
Voto de TOM REGAN:
5
Bélico Segunda Guerra Mundial (1939-1945). En el verano de 1942 empezó la guerra naval, en la que norteamericanos y japoneses se enfrentaron por el dominio del Pacífico. Mientras la flota de portaaviones japoneses luchaba para destruir las naves enemigas y conquistar Midway, las fuerzas estadounidenses intentaban resistir el envite. (FILMAFFINITY)
27 de julio de 2020
6 de 10 usuarios han encontrado esta crítica útil
232/36(26/07/20) Aburrido film bélico dirigido por el mediocre Jack Smight (fuerza este adjetivo con su labor), con guión gris de Donald S. Sanford, sobre una de las batallas más importantes del SXX, cambió el curso de la WWII en el Pacífico, desequilibrando el poder naval de Japón a USA, siendo la primera entre navíos en que estos no llegan a verse entre sí, se enfrentan por aviones de combate que transportan unos y otros. La película se convierte en una suerte de semi-documental que narra medio bien los antecedentes y prolegómenos del enfrentamiento (sistema de espionaje a las radiotransmisiones, engaño a japoneses, dudas sobre si Midway es objetivo nipón o no). Pero una vez metidos en la refriega bélica se hunde en la confusión y el caos narrativo, las bombas, explotan, los av iones son derribados, los barcos se hunden, hay heridos, muertos, pero el director consigue que todo esto resulte aséptico y no sientas mínima emoción, añadiéndose una sensación de precariedad cuando se insertan chirriantes imágenes de archivo de otras películas, hasta desembocar en que uno realmente no se entere de lo que pasó para determinar el destino del choque militar. Para intentar subsanar tanto vaivén y caos se insertan constantes subtítulos sobre donde estamos en cada momento, lo cual es muestra de inseguridad narrativa. Ah, la película parece tener unas de sus razones de ser en la utilización en la banda sonora del Sensorround para hacer más impactantes los estruendos de todo tipo, elemento artificioso que aporta entre cero y nada cuando se apoya en un relato tan plano. Como el desarrollo carece de un mínimo interés humano, nunca se acercan a la tropa rasa para sentir su miedo, estos son entes sin alma en la película, deben meter una subtrama empalagosa sobre un piloto enamorado de una chica de ascendencia japonesa, que encima solo parece estar ahí para decirnos que los nipones eran unos racistas (pues el padre de la chica japonesa no permite que su retoña se case con uno q que no sea de su raza, por el contrario el padre del piloto no tiene problemas). Supongo que los productores pensaron que no hacía falta un guión inteligente si poblamos el cartel con lo más florido del panorama actoral masculino del momento, desfilando por la película estrellas como Charlton Heston (hace lo que puede en un papel dual, héroe decidido y padre comprensivo. Por cierto, personaje ficticio, al que se le da un momento épico inverosímil), Henry Fonda (carismático como el Almirante Nimitz), James Coburn, Glenn Ford (Rear Adm. Raymond A. Spruance), Ed Nelson, Hal Holbrook (Cmdr. Joseph Rochefort, fachoso papel ataviado con batín en medio de una sala de radio espionaje), Toshiro Mifune (el majestuoso actor japonés no podía hacer de otro que no fuera el Admiral Isoroku Yamamoto), Robert Mitchum (como Almirante “Bull” Halsey, dándole vida en apenas dos escenas, donde se nota disfrutando en un rol cuasi-cómico), Cliff Robertson, o Robert Wagner, pero donde algunos solo son cuasi-cameos, otros hacen papeles sin vida, meros clichés, o quieren dar algo más en roles dramáticos chirriantes como el padre encarnado por Heston, del hijo enamorado de la japonesa (puaj!). A pesar de lo dicho este film se convirtió en un éxito taquillero, siendo la décima de más recaudación el año de su estreno.

Las batallas aéreas resultan muy pobres, y no me vengan con el año en que se rodó, pues en el año 30 Hughes rodó “Hell’s Angels” con enfrentamientos de aviones sensacionales. Los portaviones van cayendo atacados en una sinfonía de edición endeble donde nunca se conecta lo que pasa en el puente de mando con lo que pasa en cubierta.

Resulta estimable que se le de voz y tiempo en pantalla al otro lado de la batalla, al japonés, pero por el contrario estos nipones son representados como cuasi-autómatas estreñidos constantemente, solemnes, lacónicos, sin empatía alguna. Añádase el recurso estridente de que los vemos hablar en inglés, en vez de en su idioma real (esto para hacer comercial el film), esto resta veracidad y suma (aún más) alejamiento.

Después de la victoria naval estadounidense en Midway, el portaaviones Enterprise regresa a Honolulu. Se agita la música. Los civiles saludan a los héroes que regresan. Los heridos son llevados a tierra. Henry Fonda, como Almirante Nimitz, se vuelve hacia Hal Holbrook, como Comandante. Rochefort, y pregunta: “Cuál fue? Fuimos mejores que los japoneses, o simplemente más afortunados?”. Esta pregunta se la podría hacer cualquier espectador que ha visto esta anárquica película que se siente tan desorientado como el propio Nimitz.

Si bien la mayoría de los personajes representan a personas reales, algunos de ellos son ficticios aunque están inspirados en personas reales. El Capitán Matt Garth y su hijo, el Alférez Thomas Garth, son personajes ficticios. La contribución del capitán Matthew Garth a la planificación de la batalla se basa bastante fielmente en el trabajo real del teniente comandante Edwin Layton. Layton se desempeñó de oficial de inteligencia de la flota del Pacífico. Hablaba japonés y fue clave para transponer los resultados sin procesar del análisis de criptografía en inteligencia significativa para Nimitz y su personal. Layton fue amigo de Joseph Rochefort desde hace mucho tiempo. Las otras hazañas de Matt Garth fueron pura ficción y se parecían a hechos de al menos dos personas más. Primero, un oficial de inteligencia en la Fuerza de Tarea del Almirante Fletcher 17personal y luego el líder del último ataque realizado por bombarderos de buceo del USS Yorktown. Sin embargo, este último fue realizado por el escuadrón de bombarderos de buceo VB-3 liderado por LCDR Maxwell Leslie. El personaje de Matt Garth combina tres personas reales involucradas en la batalla. Si bien esto es razonable por el hecho de contar historias, no podría haber sucedido, ya que era inimaginable poner en peligro a un oficial tan valioso como el oficial de inteligencia de la flota. Además, Layton no era un volador.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
TOM REGAN
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