240/27(29/09/08) Film de culto realizado por y para listillos, para una élite que es capaz de entender las pinturas abstractas, el cubismo y tantas y tantas grandes mentiras, o es que soy un zoquete que jamás llegaré a tener entendederas para disfrutar del cine de Bergman, condenado estaré. El director sueco nos suelta al principio un puñado de imágenes entrelazadas y sin sonido, que los exégetas de Ingmar se encargarán de traducirnos. El argumento gira en torno a una actriz sueca famosa , Elisabeth Vogler (Liv Ullman), que decide dejar de hablar, la ingresan en hospital, para finalmente ir con una enfermera psiquiatra, Alma (Bibi Andersson), ir a una casa aislada de veraneo, en una isla remota. Es aquí donde se producen las escenas de tensión, escenas donde Alma de tanto hablar con Elisabeth pierde las defensas y desnuda sus pensamientos, le cuenta sus más oscuros recuerdos. La obra no es que sea mala es que está sobrevalorada en exceso, es como si Bergman creyera que la densidad y la lentitud fueran sinónimo de calidad, ni mucho menos es así. Lo mejor las escenas de la historia de la orgía en la playa y la de que le cuenta el embarazo no deseado, está sublime Bibi Andersson, espléndida, con unos primeros planos entrelazados maravillosos, a lo que ayuda la extraordinaria fotografía del sueco, Sven Nykvist. Es una película no recomendable a todo el mundo, solo a los Bergmanianos . Fuerza y honor!!!