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Voto de TOM REGAN:
8
6.9
44,456
Comedia
Un cuarteto de atracadores ejecuta con éxito un gran golpe en la joyería Hatton Gardens de Londres. El problema es que es detenido George, el jefe de la banda y única persona que sabe dónde están escondidas las joyas. Wanda, la única mujer del grupo, planea seducir a Archie, el abogado defensor de George, con la esperanza de sonsacarle el escondite del botín. Los otros dos miembros del grupo que esperan su parte son Otto, un siniestro ... [+]
11 de diciembre de 2019
6 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
225/07(08/12/19) Estupenda comedia británica, con el indudable sabor transgresor de la Pérfida Albión, una deliciosa comedia rodada en Londres que fue la última dirección de uno de los iconos de la compañía Ealing, Charles Crichton (a sus 78 años, y tras 23 años en el dique seco), donde dirigió comedias como “Oro en barras”, “Los apuros de un pequeño tren” o “La lotería del amor”, y su realización sustentada en el formidable guión de uno de los míticos miembros de los Monty Python, John Cleese (escribió el libreto pensando en que lo dirigiera Crichton con el que deseaba trabajar desde 1969), que adorna el metraje con giros inteligentes. Una farsa descacharrante en su desarrollo inteligente, encadenando situaciones humorísticas una contra otra, mezclando diferentes tonos como el slapstick, la réplica contrarréplica, el humor de dobles sentidos, el humor negro, ello en una construcción ágil, enredos de vodevil, choques culturales (epítome es Otto lanzando improperios contra los ingleses, o con el running gag de conducir por la derecha y arremeter con los conductores que lo hacen por la izquierda). Todo ello sustentado con unos caracteres grácilmente delineados, como una sensual y liante, Jamie Lee Curtis, que tiene su punto erógeno (y mucho) en escuchar hablar en italiano, un descacharrante Kevin Kline seguidor de filósofos Friedrich Nietzsche, que gusta de olerse los sobacos, y que odia lo llamen estúpido, y un hilarante (otro Monty Python) Michael Palin, tartamudo y amante de los animales, y por supuesto John Cleese dando vida a un clásico estirado prototípico inglés, insatisfecho en su ordinaria vida, que tiene una catarsis tras conocer a una extrovertida joven estadounidense. Donde sí se puede extraer un tema lo complicado de las lealtades, el egoísmo, y sobre todo intentar dar sentido a tu vida en busca de la felicidad. Fue nominada a tres Premios de la Academia, incluyendo Mejor Director y Mejor Guión Original, ganando Mejor Actor de Reparto por Kline. Cleese y Palin ganaron los Premios BAFTA al Mejor Actor y al Mejor Actor de Reparto por sus actuaciones. Una secuela espiritual, Fierce Creatures, estrenada en 1997. El British Film Institute clasificó a A Fish Called Wanda como la 39a película británica más grande del siglo XX.
Una comedia que te engancha desde que se inicia, tejiendo una red de lealtades y traiciones incipientes, alimentadas por la avaricia y la mentira, todo ello estructurado a partir del botín de unas joyas robadas. Con esta excusa la cinta evoluciona mediante enredos, flirteos, intentos de geriatricidios, animalicidios, torturas estrambóticas, un hábil argumento que es capaz de dar espacio a su maravilloso reparto coral para tener sus buenos momentos, donde la frescura y originalidad siembran el minutaje con escenas que provocan la risa en muchos momentos. Donde para el guión de Cleese nada se salva de sus políticamente mordaces dardos, haciendo chanzas sobre tartamudos, de homosexuales, de la justicia, de los matrimonios, de los flemáticos ingleses, del amor a las mascotas, o de la impulsividad cliché de los estadounidenses. En su debe cabe mencionar un rush final en el aeropuerto un tanto acomodaticio que no termina de ser satisfactorio, que impide redondear la cinta a la altura de lo visto anteriormente, añadiendo sobrepasar la credulidad, cosa que hasta entonces estaba a raya.
John Cleese está excelente en su rol de Archie Leach, acomodado en la clase alta británica, con el que es fácil empatizar por su bonhomía, un tipo infeliz, enjaulado en un matrimonio rancio, desprovisto de cualquier pasión, al que se le abre un rayo de esperanza con la aparición de una sexy mujer. Desplegando el actor una vena cómica sardónica. Archie Leach era el verdadero nombre de Cary Grant. Cleese lo eligió porque nació a 20 millas de donde nació Grant en Bristol, y consideraba este papel hecho a medida del actor del hoyuelo en la barbilla; Jamie Lee Curtis como Wanda, está arrolladora como el objeto del deseo de todos, desbordando lujuria, y a la vez la más inteligente manejando sus armas de mujer en su beneficio, manipulando a unos y a otros, para el recuerdo queda su excitación oyendo a Archie (Cleese, con el que tiene una chispeante química) hablar en ruso, enrollándose con un grueso cordón (puffff!!!); Kevin Kline como Otto, un violento con ínfulas de intelectual leído, cuando en realidad es un necio (como de modo electrizante le explica Wanda, "El metro de Londres no es un movimiento político"), vibrante actuación, en algunos momentos caricaturesca, pero le queda maravilloso su exceso. Ganó el Oscar al mejor secundario por el personaje; Michael Palin como Ken Pile, un tartamudo con sentimientos por los animales, pero que no duda en querer matar a una viejecita, aunque su torpeza le torpedea una y otra vez, tiene su zenit en la escena de la tortura a que es sometido por Otto.
Una comedia que te engancha desde que se inicia, tejiendo una red de lealtades y traiciones incipientes, alimentadas por la avaricia y la mentira, todo ello estructurado a partir del botín de unas joyas robadas. Con esta excusa la cinta evoluciona mediante enredos, flirteos, intentos de geriatricidios, animalicidios, torturas estrambóticas, un hábil argumento que es capaz de dar espacio a su maravilloso reparto coral para tener sus buenos momentos, donde la frescura y originalidad siembran el minutaje con escenas que provocan la risa en muchos momentos. Donde para el guión de Cleese nada se salva de sus políticamente mordaces dardos, haciendo chanzas sobre tartamudos, de homosexuales, de la justicia, de los matrimonios, de los flemáticos ingleses, del amor a las mascotas, o de la impulsividad cliché de los estadounidenses. En su debe cabe mencionar un rush final en el aeropuerto un tanto acomodaticio que no termina de ser satisfactorio, que impide redondear la cinta a la altura de lo visto anteriormente, añadiendo sobrepasar la credulidad, cosa que hasta entonces estaba a raya.
John Cleese está excelente en su rol de Archie Leach, acomodado en la clase alta británica, con el que es fácil empatizar por su bonhomía, un tipo infeliz, enjaulado en un matrimonio rancio, desprovisto de cualquier pasión, al que se le abre un rayo de esperanza con la aparición de una sexy mujer. Desplegando el actor una vena cómica sardónica. Archie Leach era el verdadero nombre de Cary Grant. Cleese lo eligió porque nació a 20 millas de donde nació Grant en Bristol, y consideraba este papel hecho a medida del actor del hoyuelo en la barbilla; Jamie Lee Curtis como Wanda, está arrolladora como el objeto del deseo de todos, desbordando lujuria, y a la vez la más inteligente manejando sus armas de mujer en su beneficio, manipulando a unos y a otros, para el recuerdo queda su excitación oyendo a Archie (Cleese, con el que tiene una chispeante química) hablar en ruso, enrollándose con un grueso cordón (puffff!!!); Kevin Kline como Otto, un violento con ínfulas de intelectual leído, cuando en realidad es un necio (como de modo electrizante le explica Wanda, "El metro de Londres no es un movimiento político"), vibrante actuación, en algunos momentos caricaturesca, pero le queda maravilloso su exceso. Ganó el Oscar al mejor secundario por el personaje; Michael Palin como Ken Pile, un tartamudo con sentimientos por los animales, pero que no duda en querer matar a una viejecita, aunque su torpeza le torpedea una y otra vez, tiene su zenit en la escena de la tortura a que es sometido por Otto.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
Momentos recordables (aparte de los ya mencionados): El montaje en paralelo entre dos parejas, Wanda y Otto enzarzados en un lujurioso fornicio cargado de salvajismo, frente a Archie y su esposa Wendy (Maria Aitken), los dos enfrascados en rutinas nocturnas, y acostándose en camas separadas; Todos los tramos de la subtrama de Ken Pile intentando asesinar para que parezca un accidente a una viejecita testigo, Mrs. Coady (Patricia Hayes) y siempre fallando, y encada intento acabando con uno de los tres terriers de Yorkshire que pasea la ancianita, lo que provoca la tristeza de Ken, amante de las mascotas; Cuando la esposa de Archie (con una botella de champán en sus manos) interrumpe lo que va ser una noche de sexo con Wanda, irrumpiendo para enredar las cosas Otto en un diálogo surrealista con Wendy; El striptease de Archie a ritmo de frases en ruso, ello mientras Wanda agitada sexualmente se retuerce y babea con un cordón entre sus piernas (puffff!!!); El interrogatorio en el juicio a Wanda cuando le preguntan como sabe la hora exacta en que su pareja Tom Georgeson (George Thomason) que salió de casa, y ella responde de modo frío, “Me pregunté por qué salía a esas horas con la escopeta de cañones recortados”, provocando la reacción airada de George; La tortura esperpéntica que Otto hace sufrir a Ken, haciéndole chantaje con que si no le dice dónde están las joyas se comerá sus peces del acuario, y ante el no, comienza comérselos (eran de gelatina), añadiendo más sufrimiento al colocarle Otto unas patatas fritas en la nariz, conformando con los peces y las frenchs fries, el típico (y nefasto) producto gastronómico inglés, fish & chips.
En el rush final se pierde la coherencia realista de la película cuando Ken aplasta a Otto con una apisonadora, para después aparecer en la ventanilla exterior del avión que lleva a Wanda y Archie a Brasil, me ha resultado fuera de lugar.
Cynthia Cleese, la hija de John Cleese y Connie Booth, interpreta a la hija de Leach, Portia.
Palin, cuyo padre tartamudeó, fundó el Centro de Londres para tartamudear a los niños después de que un grupo de tartamudos lo confrontara por la discapacidad de Ken en la película.
En un momento de la película, Otto se ofrece para asesinar a Kevin Delaney,otro mafioso. El segundo nombre de Kevin Kline, es Delaney.
En la misma línea de bromas con los nombres, el actor Tom Georgeson representa un personaje llamado George Thomason.
Durante el segundo intento de asesinato por parte de Ken, cuando aparece disfrazado como un rastafari, el auto que maneja tiene la palabra sinsemilla pintada en uno de sus lados —una broma sobre el cultivo de la marihuana.
Durante el funeral de los dos perros, un coro de niños canta "Misere Domine, canis mortuu sest" («Señor ten piedad, el perro está muerto» en latín).
Cleese, admitiendo en entrevistas de prensa que no tenía conocimiento de cómo dirigir una película, se desempeñó como codirector, ya que los ejecutivos del estudio en MGM estaban preocupados por la edad de Crichton: tenía 78 años en ese momento. En el set, Crichton llevaba una camiseta presentada por Cleese e inscrita "La edad y la traición siempre superarán la juventud y la habilidad".
En algunos montajes preliminares, las muertes de los perritos eran más truculentas. Llegaron a emplearse vísceras reales. En las audiciones de prueba anteriores al estreno, el público reaccionó negativamente, por lo que se volvieron a rodar escenas para se notara los cadáveres caninos eran falsos.
En la escena del robo, el encapuchado que atina al botón con la ballesta es realmente Kevin Kline, que lo consiguió al segundo intento.
Me queda una de las grandes comedias de los 30 últimos años. Fuerza y honor!!!
En el rush final se pierde la coherencia realista de la película cuando Ken aplasta a Otto con una apisonadora, para después aparecer en la ventanilla exterior del avión que lleva a Wanda y Archie a Brasil, me ha resultado fuera de lugar.
Cynthia Cleese, la hija de John Cleese y Connie Booth, interpreta a la hija de Leach, Portia.
Palin, cuyo padre tartamudeó, fundó el Centro de Londres para tartamudear a los niños después de que un grupo de tartamudos lo confrontara por la discapacidad de Ken en la película.
En un momento de la película, Otto se ofrece para asesinar a Kevin Delaney,otro mafioso. El segundo nombre de Kevin Kline, es Delaney.
En la misma línea de bromas con los nombres, el actor Tom Georgeson representa un personaje llamado George Thomason.
Durante el segundo intento de asesinato por parte de Ken, cuando aparece disfrazado como un rastafari, el auto que maneja tiene la palabra sinsemilla pintada en uno de sus lados —una broma sobre el cultivo de la marihuana.
Durante el funeral de los dos perros, un coro de niños canta "Misere Domine, canis mortuu sest" («Señor ten piedad, el perro está muerto» en latín).
Cleese, admitiendo en entrevistas de prensa que no tenía conocimiento de cómo dirigir una película, se desempeñó como codirector, ya que los ejecutivos del estudio en MGM estaban preocupados por la edad de Crichton: tenía 78 años en ese momento. En el set, Crichton llevaba una camiseta presentada por Cleese e inscrita "La edad y la traición siempre superarán la juventud y la habilidad".
En algunos montajes preliminares, las muertes de los perritos eran más truculentas. Llegaron a emplearse vísceras reales. En las audiciones de prueba anteriores al estreno, el público reaccionó negativamente, por lo que se volvieron a rodar escenas para se notara los cadáveres caninos eran falsos.
En la escena del robo, el encapuchado que atina al botón con la ballesta es realmente Kevin Kline, que lo consiguió al segundo intento.
Me queda una de las grandes comedias de los 30 últimos años. Fuerza y honor!!!