183/18(27/10/15) Fallido documental de la combativa realizadora Laura Poitras (producido entre otros por el cineasta con Steven Soderbergh), una labor centrada en la figura ahora famosa del espía estadounidense Edward Snowden, en unas entrevistas en las que destapaba como la agencia gubernamental de espionaje NSA espía a todo el mundo a través de las red de internet, como la infiltra para saber todo de nosotros. Un caso que estuvo durante semanas en el candelero mundial, levantando un gran escándalo mundialde como los norteamericanos espiaban incluso a sus aliados como la canciller germana Angela Merkel, esto hizo que el propio presidente Obama tuviera que intentar poner paños calienbtes a la situación. Pues bien esto que podría ser contado de muchas formas, nos es relatado del modo más aburrido y tedioso, no consigue enervarte, ni soliviantarte, ni emocionarte, no hace un estudio profundo del protagonista Snowden, pues al final no sabemos por que se ha metido en todo este follón, no se saben sus motivaciones, pues yo me pregunto, si estaba trabajando para una agencia de espionaje, que esperaba, vender enciclopedias? Pues espiar, pues oh sorpresa, no se lo digáis a nadie, es un gran secreto, los espías... espían! Menuda hipocresía, desde que se crearon los gobiernos estos han tenido a espías, y conforme ha avanzado la tecnología más modernos y sofisticados sus medios. Este letárgico documental ganó el Oscar al mejor del año, los he visto infinitamente mejores. Además Glenn Greenwald y Laura Poitras ganaron el premio Pulitzer por sus reportajes. Laura Poitras en su miedo ante la siguiera el FBI tomó enormes medidas de seguridad, empezando por que el material lo editó en Alemania y no en USA, mientras trabajaba con esta sensible información no estuvo conectada a la Red.

En enero de 2013, Laura Poitras, había estado trabajando durante años en un documental sobre los programas de vigilancia en USA que se derivaron de los ataques 11 de septiembre, entonces recibió un e-mail cifrado de un desconocido autodenominado “Cityzenfour”, este le ofrece información privilegiada sobre escuchas telefónicas ilegales llevadas a cabo la Agencia de Seguridad Nacional (NSA) de USA, y otras agencias inteligencia. En junio 2013, acompañada por los periodistas de investigación Glenn Greenwald (del diario The Washington Post) y Ewen MacAskill (reportero del The Guardian), viajan a Hong Kong con su cámara para la primera reunión con el desconocido “Cityzenfour”, en el hotel “The Mira” entonces da su verdadero nombre, Edward Snowden. Allí, durante 8 días comienza a dar información secreta de los métodos de espionaje estadounidense, estos datos se van dando en medios de comunicación a nivel mundial, creando gran controversia y polémica, a los 4 días de gotear la información sale a la luz el nombre del filtrador Snowden, haciéndose famoso y a la vez objetivo de las autoridades norteamericanas, a esta interview sigue otra más tarde cuando Snowden está instalado en Moscú, con Poitras a la cámara y Glenn Greenwald en las preguntas.

El núcleo del film es la entrevista a Snowden en el Hotel The Mira de Hong Kong, allí la realizadora graba sin aparecer en imagen. Una cinta que quiere hacerte reflexionar sobre cómo cuanto más pequeño se hace el mundo por internet, más frágil es nuestra privacidad y más sencilla la labor de espiarte, de cómo con la excusa de la lucha global contra el terrorismo tus derechos individuales han sido cercenados en (supuestamente) un bien mayor, de cómo nuestro afán de estar más interconectados nos hace vulnerables. Pero esto es relatado de modo seco, adusto, impersonal, sin fuerza narrativa, quiere ser objetivo y lo que consigue es ser frío y distante. Su avalancha continua de información te arrolla gélidamente, te deja confuso, deja sin alma a la historia, lo importante es darte un aluvión de información que termina por interesarte de poco a nada, cuando lo importante es que el estado en nombre de la seguridad nacional entra en tu ordenador o móvil, los medios de cómo lo hacen es información críptica para mis oídos. He leído a gente que la ve como un intenso thriller, debo ser de otro planeta, pues a mí me ha sido algo más plano que una mesa, con momentos totalmente artificiosos en los que sabes nada reseñable va a suceder, elementos cuasi-risibles, como cuando Snowden se tapa con una manta cuando teclea una contraseña, o cuando este se enfada por que Greenwald tarda mucho con una tarjeta en el ordenador , o que emplea códigos demasiado sencillos de 4 caracteres, o el momento en que escuchan una alarma de incendios, todo muy forzado, sabemos de antemano nada pasará. La entrevista está salpicada de imágenes de informativos que dan datos de la información filtrada y como esto va haciendo sacudir la opinión pública, y los políticos terminan por tener que dar explicaciones, hay expertos que hablan y cuentan nuestra inseguridad ante el poder omnímodo del estado, como el archiconocido Julian assange (creador de Wikileaks y refugiado desde hace años en la embajada de Ecuador en Londres), se nos cuenta que mucha de esta información puede ser espionaje empresarial, lo sueltan pero no dan sostén a tamaña acusación, no se nos da una mínima idea de quién puede sacar provecho de la información robada, esquivan el tema,

Todo es desarrollado sin tensión ni emoción alguna, un tema que nos toca tan de lleno nos es mostrado de modo pesado, no saben hacer algo tan importante ameno, adolece de ritmo fluido. Podrían haberse centrado algo en la enigmática figura de Edward Snowden, apenas lo vemos por unas rendijas cuando habla de su novia, o con sus silencios reflexivos, lo vemos sereno ante la tormenta que ha montado, me da la impresión que tenía que tener alguien detrás, si no es que es un descerebrado para intentar pelear el solo contra USA. (sigue en spoiler)