97/12(17/05/13) Thriller que rezuma ese aire ochentero tan vintage, en su momento la vi en mis evocadoras sesiones betamax y me fue un producto atractivo, era un imberbe adolescente y los años no pasan en balde, tenía un mundo por descubrir, aún todo no se había ido a la mierda, un cuarto de siglo después las percepciones cambian y nuestra mente filtra de otro modo y este film no pasa de entretenido pasatiempo. Parte de una fascinante premisa que no original, pues es un remake de una película de 1948, ‘Con las horas contadas’ de Rudolph Mate, el problema viene en un desarrollo demasiado artificioso que va perdiendo fuelle a medida que avanza hasta desembocar en un clímax final metido con calzador. Un tipo llega tambaleándose a una comisaría de policía a denunciar un asesinato, el suyo, entonces la historia nos sumerge en un flash-back en el que el protagonista cuenta los sucedido en las últimas horas, en esto recuerda bastante a la obra maestra de Billy Wilder ‘Perdición’, Dexter Cornell (buen Dennis Quaid) es un profesor de literatura inglesa en la Universidad de Austin en Texas, la acción sucede durante la Navidad, una mañana después de una noche de bebida en un bar se levanta en la cama de la residencia de chicas, es la cama de Sydnei (correcta Meg Ryan), él se encuentra en muy mal estado, siente que no es una resaca, va al hospital y allí le comunican que ha sido envenenado, le quedan entre 24 y 48 horas de vida, Dex comienza una trepidante búsqueda para encontrar al asesino y sus motivaciones, fue un escritor de éxito pero lleva años bloqueado, está en trámites de divorcio de Gail (buena Jane Kaczmarek), en sus indagaciones parece tener mucha importancia uno de sus alumnos que parece haberse suicidado, Nick Lang (buen Robert Kneper), tutorado por la millonaria Mrs. Fitzwaring (buena Charlotte Rampling), que a su vez guarda oscuros secretos, mientras avanzan las pesquisas los cadáveres se suceden y Dex es sospechoso. Es el debut en la dirección de Rocky Morton y Annabel Jankel, provienen del mundo de los spots y de los videoclips y se nota demasiado con un estilo videoclipero por momentos cansino. La cinta quiere captar el ambiente de cine negro, se juega con las sombras y los claroscuros pero sin medida, sin coherencia, es como un banco de pruebas, llegando a en una misma escena, en un plano contraplano cambiar la tonalidad, desviando la atención del espectador, asimismo se experimenta con angulaciones de tomas para transmitir asfixia anímica pero esto solo se consigue a medias, al final la fotografía de Yuri Neyman se quiere hacer protagonista de la cinta y lo alcanza pero no para bien por su arbitrario uso. Posee la historia una media hora atrapante, te sujeta en su intrigante premisa, la presentación del misterio, la presentación del protagonista, la catarsis y la búsqueda de un culpable, muchos parecen tener motivos para querer envenenarlo, él sospecha de todos, pero a medida que avanza la trama todo huele a batiburrillo de ideas mal expuestas, con situaciones metidas con calzador, las indagaciones de Dex que lo llevan de un sitio a otro resultan artificiosas, carecen de veracidad, llegando a caer en la autoparodia. La subtrama romántica roza el ridículo, con elementos tan forzados que dan vergüenza ajena, lo de que Dex se eche pegamento para quedarse pegado al brazo de ella produce sonrojo, que haga el amor con ella cuando le faltan horas para morir es patético, su supuesto romance es de una banalidad lastimosa, te da igual, está relación es un pegote sin más excusa de que eran una de las parejas de moda en Hollywood y podrían atraer público a los cines, un sinsentido. El guión discurre a trompicones, se suceden los acontecimientos a golpes abruptos, no hay conectividad con la cinta, y su giro final es como sacarse un elefante de la manga, tufillo a impostado (spoiler). Lo mejor además de su potente inicio, es un Dennis Quaid que da vida a un prototipo de personaje, el escritor fracasado, cínico, alcohólico y de vuelta, lo borda imprimiendo estimulantes dosis de humor, transmitiendo empatía, su declive físico es reflejado por él muy bien, nos emite su apagamiento, nos importa lo que le pase, buen Quaid, El resto de los secundarios son de poco apoyo, si acaso una gran Charlotte Rampling carismática. Las escenas de acción carecen de importancia, nada para el recuerdo. En conjunto fallida propuesta por la que por lo menos me he entretenido, no se alarga, no llegas a aburrirte, y se la he atacado tanto es por su que su sugerente punto de partida es desinflado. Fuerza y honor!!!