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España España · almeria
Voto de TOM REGAN:
7
Serie de TV. Documental Miniserie de TV (2019). 5 episodios. Relato documental que analiza e investiga uno de los crímenes más mediáticos de la historia de España. Este triple asesinato convulsionó en 1992 los cimientos de la sociedad española y cruzó fronteras, no solo por su brutalidad sino también por la impactante retransmisión y cobertura que los medios hicieron de él. Producida por Bambú Producciones, equipo responsable de "Lo que la verdad esconde: El caso Asunta". [+]
8 de agosto de 2019
2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
114/05(06/07/19) Atractiva serie documental realizada León Siminiani, guionizada por este y Ramón Campos, acercamiento con perspectiva que hayan pasado 26 años tras del atroz crimen de la tristemente localidad valenciana. Poliédrico trabajo de cinco episodios con ritmo y fluidez narrativa sugerente atrapan al espectador en este mosaico donde nadie sale bien parado, los acerados dardos atacan a los medios de comunicación sensacionalistas, a la policía, a los familiares, a los abogados, y a un sinfín de aprovechados que vieron fortuna en el dolor ajeno. Unos capítulos que desbordan intriga, tensión e intensidad dramática, con personajes todos grises, complejos, con aristas, imperfectos, ello con un despliegue de medios y de edición muy didáctico, con reconstrucciones, sin hacer juicios de valor, solo exponiendo, tratando al espectador de inteligente para que saque sus propias conclusiones. Únicamente en los último diez minutos se le va la mano a los creadores con el mensaje #MeToo que no viene a cuento, resulta metido con calzador, hilándolo de modo forzado con otros crímenes machistas recientes, me da grima este segmento por lo metido con calzador, embestido de un oportunismo (por lo mucho que últimamente vende el feminismo militante ultra) que da bajón, por lo bien que estaba hasta este nada adecuado epílogo.

Dado que ocurrió en los años 90, y que fue una noticia que se cubrió desde el principio, el archivo televisivo del que se dispone es ingente, habiendo mucho material inédito, mucho de ello de lo que sucedió durante el juicio a Ricart. Gran parte del documental es el resultado de seleccionar qué piezas ayudan a entender, no sólo el asesinato, también su contexto. Este caso se dice que fue el inicio del sensacionalismo televisivo, algo que cíclicamente ocurre con algún caso en nuestra piel de toro (no quiero enumerar), montando un circo mediático nauseabundo a su alrededor (siempre bajo el síndrome de la mujer blanca desaparecida, o de estar involucrado un niño). Habiendo hasta 228 horas garbadas de declaraciones, ello en una estructura cronológica que engancha al espectador, provocando al espectador con un cebo al final de cada episodio (en la jerga catódica es un cliffhanger), para hacerlo querer seguir con el siguiente capítulo.

El primer capítulo resulta apasionante, describiendo los hechos, mostrándonos a un padre coraje (Fernando García) capaz de todo por mantener en el candelero el interés por la desaparición de su hija, y luego sumergiéndonos en la vorágine que montaron dos programas de tv estatales, uno de Antena 3 'De tú a tú' presentado por Nieves Herrero, y el otro 'Quién sabe dónde' en TVE dirigido por Paco Lobatón, solo este segundo habla al documental, la periodista rubia no da la cara, quizás porque lo que hizo resulta vomitivo, siendo el zenit ese programa telebasura en el teatro de Alcasser el día que encontraron los cuerpos, lo que sucedió allí rebasa cualquier límite a lo morboso y amarillista (puaj!). Un regodeo en el dolor asqueroso, preguntando de modo putrefacto al doctor por la autopsia, pero sin pudor pasando a publicidad, mientras esperan los familiares a que pasen anuncios en tv, repugnante. Su ponzoñoso premio fue que el 'Quien sabe dónde' obtuvo aquella noche un 47% de cuota de pantalla y 'De tú a tú' un 31,9% de share, suma de los dos programas continua a día de hoy como una de las 5 emisiones más vistas de la historia de España.

Luego asistimos al modo de encarar la policía la investigación, propia de Mortadelo y Filemón, unos ineptos de campeonato en lo que nos enteramos como encararon todo lo relacionado, desde el modo cutre en que levantaron los cadáveres, la forma en que guardaron las pruebas, como hicieron las autopsias, un caos ridículo. Lo cual derivó en un sinfín de teorías sobre lo que realmente aconteció. Y de este caldo de cultivo el mencionado padre coraje es poco a poco abducido por el personaje histriónico que había creado, un monstruo que se llegó a creer por el loor de multitudes que lo adoraban, se vio Mesías de la justicia y la verdad, en realidad daba mucha pena alguien que perdió una hija de ese modo, y verlo devorado por su egocentrismo. Es “Mesías” acompañado y alentado por un “discípulo”, un criminólogo que vio en el caso un modo de hacerse notorio, alguien que no tenía ni para residir en un hotel y vivió en casa de Fernando, durmiendo en la cama de la asesinada. Este tipo huele a distancia ser un vividor que adora las cámaras, su narcisismo es enorme. Entre los dos se convirtieron en unos Don Quixote y Sancho Panza luchando contra molinos de viento, siendo estas fuerzas en las élites, entes cuasi-abstractos que lo contaminaban todo, según su versión.

Es una sucesión de episodios que ahonda en una sociedad enferma, no cayendo ni en el sentimentalismo, ni en lo frívolo, es una ácida deconstrucción de un país desorientado, capaz de agarrarse a cualquier adanista que les lance una conspiración jugosa. Juega gran importancia la paranoia, el gusto por lo morboso, el gusto por rellenar las muchas lagunas generadas por una investigación calamitosa, como los siete pelos encontrados en la moqueta (no eran ni de las chicas, ni de los oficiales agresores), los tres bocadillos comprados esa noche, porque el fotógrafo judicial dejó de hacer fotos para ayudar a levantar el cadáver, y sobre todo lo que parece una escena pre fabricada, pues dejan una mano fuera cuando entierran los cuerpos, los asesinos dejan un volante del médico nominal allí en el suelo (que el viento o lluvia no han movido o deteriorado en tres meses al raso), no encuentran sangre en el lugar, ni en la moqueta. Todos estos interrogantes se mezclan con historias de dudosa credibilidad, como cuando dicen "un día un coche me persiguió, entre él y otros me hicieron un intento de echarme de la carretera y las matrículas no correspondían a coches en circulación" o "un día se me acercó un hombre que me dijo que había sido contratado para matarme", dice Fernando.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
TOM REGAN
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