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España España · almeria
Voto de TOM REGAN:
5
Thriller. Intriga. Comedia 9:00 horas. Un grupo de personas absolutamente heterogéneo desayuna en un bar en el centro de Madrid. Uno de ellos tiene prisa; al salir por la puerta recibe un disparo en la cabeza. Nadie se atreve a socorrerle. Están atrapados.
22 de agosto de 2017
3 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
172/08(09/08/17) Típico producto del bilbaíno Álex de la Iglesia, es decir, reparto coral (los conocidos Blanca Suárez, Carmen Machi, Mario Casas, Terele Pávez y Secun de la Rosa) arranque prometedor, mezcla de comedia, drama, acción, personajes disfuncionales llevados al extremo por una situación límite, y tramo final aparatoso, atropellado desfasado. Guión del propio director junto a su guionista de cabecera Jorge Guerricaecheverria (“La comunidad”) componen una idea con efluvios a la existencial cinta buñueliana “El ángel exterminador” (1962), donde un grupo de personas de la alta burguesía quedaban atrapadas sin motivo aparente en una mansión, idea que el estadounidense John Carpenter explotó en varias de sus thrillers de terror (“Asalto a la comisaría del distrito 13”, “La cosa” o “La niebla”), y que al nivel español ha explotado la saga “Rec”, esto la pareja de escritores lo han pasado por su particular filtro castizo, enclaustrando en un bar a un grupo heterogéneo de humanos que nos quieren hacer ver que todos cuando somos puestos frente al abismo sale nuestro verdadero YO atávico, nuestros instintos primarios darwinistas se imponen, allí mediante increscendo opresivo los irá despojando de sus capas de educación hasta dejar a la luz sus caracteres básicos. Cuenta el realizador la idea apareció imprevistamente una mañana, cuando desayunaba con su guionista de cabecera, Jorge Guerricaechevarría, en el clásico bar de Malasaña, El Palentino, y un indigente irrumpió a gritos, amenazante, papel inspirado en el personaje asumió Jaime Ordóñez, lo mezclan con un estado de ánimo mundial de paranoia influenciado por sucesos actuales (tiroteos de París, crisis del Ébola,…). Hay que loar en el realizador lo bien que maneja repartos corales para saber dar a cada personaje cuota de protagonismo, describirlos en pocos trazos, la jefa tirana, el barman servicial, el hipster, la pija, la amargada ludópata, el facha ex poli, etc., para en una visión pesimista de la Condición Humana sacar a relucir gradualmente sus miserias. Pero tras un comienzo con chicha, con recursos visuales excelentes (el plano-secuencia inicial), la presentación ágil de personajes, impactante aparición del problema, misterio de tintes apocalípticos, discurre de modo entretenido y fluido, transmitiendo niveles pesadillescos, pero a mitad de la cinta (más o menos) desbarra, desciende (nunca mejor dicho), va sin frenos y no tiene mesura, llega a pasarse de vueltas, componiendo situaciones trepidantes a las que la coherencia ni está ni se le espera.
Te engancha con su ejercicio de estilo con que arranca, marca de la casa de la Iglesia, un plano-secuencia, la cámara sigue a Blanca Suárez, mientras habla por su móvil, camina por una calle madrileña, se cruza con personajes anónimos entonces pero que luego serán relevantes, hombre de negocios (Alejandro Awada), vagabundo (Jaime Ordóñez) y un gordo que pasa por detrás tosiendo, entonces entra en un bar a recargar el móvil, y los personajes se despliegan en el recinto, con coreografía con pericia. Luego asistimos a diálogos frescos y divertidos, aparece el giro del disparo letal, el miedo y la confusión se apoderan de los del bar, la paranoia y la justicia sumaria hinchadora brota de modo iracundo en el interior, con mucho humor, intriga y ramalazos de furia incontenible. Pero en cuanto la cinta se pone más alegórica con la bajada al sótano, especio de nivel del infierno de Dante, entonces el egoísmo misántropo más ferviente hace que los personajes tomen comportamientos, ya bastante hinchados, pero que aquí lo bizarro sumado a lo escatológico hace una enorme mella en la pantalla, desarrollando un encadenado de momentos chirriantes, a los que hay que otorgarles unas licencias extensas para seguir el metraje, lo cual deriva en que el alejamiento con lo que vemos sea notorio, ello conlleva que me importe entre poco y nada lo que les ocurra a los personajes. El esperpento y la astracanada casi siempre pegada al realizador implosionan el metraje.

La película intenta hablarnos de las paranoias actuales al terrorismo o a las pandemias, habla de cómo los medios de comunicación pueden ser instrumentos de manipulación y desinformación, y sobre todo habla del yo interior que todos intentamos enjaular bajo nuestras máscaras de educación y cortesía. Esto último el director lo aborda sin hacer juicios de valor, poniendo un velo mórbido a todos nosotros, epítome es la frase que dice uno de los personajes “Todos somos ratas. El resto es mentira”, asumiendo en general este egoísta comportamiento del sálvese quien pueda darwinista.

El relato está compuesto en tres niveles correspondientes alegóricamente a una bajada a los infiernos: Arriba está el bar, donde todos guardamos nuestra falsa apariencia; el sótano, donde las imposturas comienzan a resquebrajarse, la suciedad comienza a impregnándolo todo (marca dela de la Iglesia), embadurnando a sus personajes de aceite, cual metáfora del alma que se comienza a corromper; y el tercer nivel serían las cloacas, donde la mierda (literalmente lo inunda todo), la oscuridad se cierne sobre la pantalla, los personajes ya con apenas ropa en otra metáfora del disfraz que todos poseemos de comportamiento queda anulado y emerge el egoísmo inherente a la raza animal a la que pertenecemos, esto reflejado en las imágenes de las ratas de alcantarilla alas que el realizador hace que se parezcan su protagonistas; exhibiendo en esta caída la des-evolución del ser humano, la inversa que nuestra sociedad acomodada ha mostrado con los siglos hacia la Civilización, aquí resquebrajada en la caída al vacío existencial.

Los personajes construidos con trazo grueso, sin darles fondo, meros clichés con ojos, que a medida que pasan los minutos sus modos se hiperbolizan, los va despojando de sus ropas, los va afeando, ensuciando, enmierdando, ensangrentando, quemando, en consonancia con lo que quiere hacer de sus putrefactas almas,… (sigue en spoiler)
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
TOM REGAN
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