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Voto de TOM REGAN:
10
7.6
9,131
Western. Drama
William Bonney era conocido por todos como "Billy el Niño". Estando encarcelado en Lincoln, después de ser condenado a morir en la horca, llega a sus manos un colt 44, con el que intimida a los guardianes y consigue huir a México. El sheriff Pat Garrett, que en otros tiempos cabalgó junto a él, será el encargado de darle caza. (FILMAFFINITY)
15 de junio de 2012
6 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
121/01(01/06/12) Sam Peckinpah nos regalo aquí uno de los mejores westerns de la historia, una joya del Séptimo Arte, rebosante de un nihilismo áspero, de un desencanto decadente hiriente, una oda a la libertad individual, una historia crepuscular con el majestuoso sello del rebelde realizador californiano. Cuenta con una solidez pétrea como Pat Garret (gran James Coburn) es contratado por unos terratenientes ganaderos para dar caza al famoso proscrito Billy el Niño (gran Kris Kristofferson), tiempo atrás fueron grandes amigos y ahora el destino los enfrentará. La cinta arranca en 1909 mientras Pat Garret pasea por el campo en Nuevo México, sufre una emboscada y la acción nos lleva 28 años antes, William H. Bonney, alias Billy el Niño, se encuentra en una aldea con su banda, allí se entretienen disparando a las cabezas de pollos, al juego se les une de Pat Garret, un viejo amigo de tropelías de Billy que ahora es sheriff del condado de Lincoln, viene a advertirle que como máximo en 5 días lo quiere fuera del estado, pero Billy desoye la amenaza y es capturado tras un sangriento tiroteo, y ya están presentados los protagonistas, un magno relato que nos habla de los temas favoritos de Peckinpah, la traición de los amigos, personajes perdedores, la lealtad, el ocaso del oeste, o los sentimientos de culpa y lo hace a través de una narración sosegada, contemplativa , con escenas de gran violencia pero desarrolladas de un modo lírico, la historia flota sobre la pantalla gracias a su cuasi-onírica puesta en escena, una gran fotografía de John Coquillon (‘Perros de paja’ o ‘La Cruz de Hierro’) y todo enaltecido por una de las bandas sonoras más famosas del cine, la creada por Bob Dylan (recomendado por Kristofferson a Peckinpah que nunca había oído hablar de él), siendo el tema estrella la mítica canción ‘Knocking heaven´s door’, una banda sonora inundada de una profunda melancolía, además Dylan se reserva en pequeño papel, Alias, que no estaba en el guión. El film posee escenas que recordaras por siempre (spoiler), su primera media hora es colosal, esta acaba con la huída del pueblo de Lincoln por parte de Billy, es de una maestría antológica, y sonando de fondo la música de Dylan, fascinantemente hipnótico, y coronado con un final sobresaliente, esta todo envuelto en un aura elegiaco cuasi-místico, es una desgarradora historia sobre un mundo que agoniza y donde los códigos antiguos son aplastados por los poderosos, Pat Garret explica porque se ha hecho sheriff, pues quiere llegar a viejo, aunque con ello tenga que vender su alma al diablo, mientras Billy representa a la rebeldía, la dignidad, el orgullo, con la máxima rockera del vive rápido, muere joven y deja un bonito cadáver. Kristofferson jamás ha estado mejor, derrocha una empatía y simpatía soberbia, siempre con una sonrisa de una gran candidez, su lenguaje gestual es maravilloso, transmite esas ganas de vivir, el modo en que todo lo hace de forma natural, ... (Continua en spoiler sin spoiler)
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
… Coburn no le va a la zaga, su poderosa presencia irradia un magnético carisma. Peckinpah dotó de alma y fuerza a los secundarios, R.G. Armstrong, Richard Jaeckel, Slim Pickens, Jack Elam, y más, magistral como los dibuja en pocos trazos, la profundidad que les da. El guión lo escribe Rudy Wurlitzer, lo iba a dirigir Monte Hellman, habian trabajado juntos en ‘Carretera asfaltada en dos direcciones’, pero James Coburn impuso al realizador, al caer en manos de Sam lo reescribe, lo dota de un prólogo y un epílogo, asimismo en el libreto original Pat y Billy solo se encuentran al final del metraje, pero Sam introduce una gran charla al principio, todos elementos que mejoran el calado de la obra, derivando que entre Wurlitzer y Peckinpah la relación fuera mala. El rodaje fue tormentoso, se las tuco con el presidente de la MGM, James Aubrey, derivando al final en que Aubrey le quitó el control sobre la post-producción, Peckinpah cuando vio por vez primera la versión de Aubrey acercó su silla a la pantalla, se puso de pie sobre ella y se meó en la película ante la mirada atónita de Coburn y Dylan, quedó tan descontento con el resultado final que quiso quitar su nombre de los créditos, no lo logró, en 1988 se montó una versión nueva, del director se dice, es la que yo he visto. . Como anécdota resaltó dos apariciones, una la del gobernador Lew Wallace (buen Jason Robards), que años después escribió la famosa novela Ben-Hur, la otra presencia es la de Sam Peckinpah haciendo un pequeño papel de herrero, y que con lo reconocido alcohólico que fue rechaza un trago de whisky, un guiño gracioso. Recomendable a TODOS, una colosal radiografía de la condición humana. Fuerza y honor!!!
Spoiler:
Tres muertes en esta Obra Maestra emanan un lirismo y romanticismo exacerbado, la primera es la del sheriff Baker/gran Slim Pickens, muere tiroteado junto al río ante la mirada llorosa de su mujer, otra es la de Alamosa Bill/gran Jack Elam, un sheriff amigo de Billy que muere tras un duelo con él. Y por último la del final es de una dureza sangrante y a la vez de una poesía impresionante, en la nocturnidad Pat Garret se acerca a la vivienda en Old Fort Sumner donde sabe está Billy, oye como su ‘amigo’ fornica con una mujer en la cama, por respeto se sienta afuera en el porche, cuando escucha que Billy se levanta se cuela en la casa y se sienta en la oscuridad en la cocina con la pistola en la mano, cuando Billy va a esta habitación a coger algo para comer ve a Garret y sonríe de forma pícara, Garret le dispara una vez en el corazón, hay un espejo en que Garret ve su imagen reflejada y ante los sentimientos de culpa le dispara, destrozando el cristal, Pat se pasa toda la noche velando el cadáver, por la mañana la gente se acerca a ver el cuerpo y Garret se monta en su caballo y se aleja, para pasar al futuro en que encadena con el principio en que vemos como lo asesinan, pero la sensación es que su alma estaba en el espejo con el que acabó junto a su amigo, espléndido.
Spoiler:
Tres muertes en esta Obra Maestra emanan un lirismo y romanticismo exacerbado, la primera es la del sheriff Baker/gran Slim Pickens, muere tiroteado junto al río ante la mirada llorosa de su mujer, otra es la de Alamosa Bill/gran Jack Elam, un sheriff amigo de Billy que muere tras un duelo con él. Y por último la del final es de una dureza sangrante y a la vez de una poesía impresionante, en la nocturnidad Pat Garret se acerca a la vivienda en Old Fort Sumner donde sabe está Billy, oye como su ‘amigo’ fornica con una mujer en la cama, por respeto se sienta afuera en el porche, cuando escucha que Billy se levanta se cuela en la casa y se sienta en la oscuridad en la cocina con la pistola en la mano, cuando Billy va a esta habitación a coger algo para comer ve a Garret y sonríe de forma pícara, Garret le dispara una vez en el corazón, hay un espejo en que Garret ve su imagen reflejada y ante los sentimientos de culpa le dispara, destrozando el cristal, Pat se pasa toda la noche velando el cadáver, por la mañana la gente se acerca a ver el cuerpo y Garret se monta en su caballo y se aleja, para pasar al futuro en que encadena con el principio en que vemos como lo asesinan, pero la sensación es que su alma estaba en el espejo con el que acabó junto a su amigo, espléndido.