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Voto de TOM REGAN:
8
7.8
75,715
Drama
Michael Corleone, heredero del imperio de don Vito Corleone, intenta rehabilitarse socialmente y legitimar todas las posesiones de la familia negociando con el Vaticano. Después de luchar toda su vida se encuentra cansado y centra todas sus esperanzas en encontrar un sucesor que se haga cargo de los negocios. Vincent, el hijo ilegítimo de su hermano Sonny, parece ser el elegido. (FILMAFFINITY) En diciembre de 2020 se estrenó en cines y ... [+]
3 de febrero de 2015
3 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
183/05(09/12/14) Tercera parte de la más famosa saga de la Historia del Cine, la considerada hermana bastarda de las dos primeras, ese es su defecto la eterna comparación con las otras, por sí sola sería notable, pero en la carrera con las otras dos queda muy rezagada. Coppola con Mario Puzo vuelve a tomar el mismo molde de las precedentes, realiza estructura muy similar, parecidos conceptos, parecidas situaciones y clímax final de masacres en paralelo montaje, arriesga muy poco, incluso en algunos casos puede estar con el piloto automático, sobre todo en lo que se refiere a la construcción de villanos carismáticos. Esto puede ser lo que más se le achaque, una regular (siendo generoso) dirección de actores, además de resolver las tramos de un modo cercano al simplismo, sin sutilidad. Aún con sus defectos nos deja algunos momentos de enorme brillantez que la hacen un film notable, no Superlativo como las dos anteriores. Coppola dijo que la verdadero Saga de El Padrino son las partes 1 y 2, la 3 es un epílogo.
Vía similar a anteriores, inicio en fiesta de trasfondo religioso, aquí ceremonia en la Catedral de San Patrick en Manhattan, Michael es nombrado Comandante de la Orden de San Sebastián, hay presentación en la misma de personajes nuevos, buenos y malos en entrevistas con el Padrino, el padrino sufre atentado que será el motor del posterior arranque de una increscente vedettta, hay un viaje a Sicilia donde se rememoran viejas vivencias, y hay tramo final rebosante de muertes, en que se muestra que la venganza solo lleva a más dolor, incluso hay un asesinato en una procesión, como en la segunda parte la Antológica de Don Fanucci, y siguen con el siniestro influjo de las naranjas como presagio de muerte. El relato se desarrolla por cauces de aires fatalistas, la tragedia está a flor de piel, se mezclan varias subtramas que confluyen en el final, todo envuelto en un clima de tragedia shakesperiana con un aura operística propia de la saga , donde se ven resonancias de “El Rey Lear”, “Lady MacBeth” o “Romeo y Julieta”, donde se tocan temas como la codicia, la ambición desmedida, la lealtad, la familia, la presión del poder, el paso inexorable del tiempo, el carácter temperamental de la juventud, los fantasmas del pasado, las ansias de redención, ello en un tono elegiaco-crepuscular, ello en un ritmo narrativo sereno, que no lento, hay dosis salpicadas de buena acción y de buenos diálogos, con cambios de escenarios constantes, siendo equilibrada en su cadencia, consiguiendo atraparte en sus redes de de tremenda intensidad. Todo para llegar a su épico final durante la representación de la ópera “Cavalleria Rusticana”, ópera de alegoría al relato de “El Padrino”, pues también es una historia violenta y de venganzas atávicas. Asimismo el argumento contiene nítidas críticas a la Iglesia Católica, al ponerla como una institución pragmática, codiciosa, al servicio de los ricos, que vende condecoraciones, que no le importa lo manchado que este el dinero, que sugiere asesinatos cual mafia, para ello se inspira en hechos reales.
Lo dicho sería lo bueno, lo malo son sus taras, adolece de falta de profundidad, historia de amor penosa, no tiene peso, no te mueve a emoción alguna, resulta forzada y chirriante, se supone uno de los resortes dramáticos y se queda en un bluff naif. Tampoco resulta convincente la subtrama del hijo Anthony, pegote sin enjundia, que el hijo del mafioso quiera ser cantante de ópera me cruje, a esta triste sensación ayuda la actuación de un Franc D'Ambrosio horrendo, parece uno que pasaba por allí lo cogieron, me chirría que Kay le diga a Michael que sabe el mató a Fredo, pues me pregunto por qué lo sabía Kay? No creo que Michael lo fuera voceando. Pero es que tampoco entiendo que pinta Kay, dice hace 8 años que no ha visto a Michael y de buenas a primeras se llevan tan bien, para redondearlo nos meten el almibarado tramo de Michael haciendo de chófer improvisado de Kay en un recorrido turístico por Sicilia, no encaja en El Padrino, un arranque de carácter juvenil edulcorado impropio del estilo de la saga, un parche, Diane Keaton es una gran actriz que aquí se queda sin fuerza alguna, con lo importante que fue en las dos primeras aquí se queda en apósito. Connie se ha convertido en una Lady Macbeth un tanto plana, no se sabe de dónde le ha venido su cambio de carácter, de pendón en la segunda a fiel y sibilina consejera de Michael. Los villanos en esta pecan de faltos de hondura, se les ve venir de lejos, no son lo maquiavélicos y sutiles que en las dos primeras. Ojo, todo esto lo mido por el listón de las susodichas primeras entregas, que es tan alto como el Everest, si fuera independiente estos defectos serían menos.
Puesta en escena es extraordinaria, con magnífico diseño de producción Dean Tavoularis, con fastuosos lugares, realzados por el maestro de las Tinieblas, Gordon Willis , jugando con los claroscuros, los tonos pastel, cercanos colores al sepia, acentuando la melancolía ambiental, con los movimientos inquietantes de las cortinas movidas por el aire, con delicados primeros planos, con planos llenos de simbolismos, con bellas tomas de Sicilia, un alarde de un grande, y esto adornado por una música de estremecedora calidez, de Carmine Coppola versionando temas del fallecido Nino Rota, Al Martino (Jhonny Fontaine) canta “To each his own”, se suman temas de la ópera “Cavalleria rusticana" de Mascagni, a lo que se añade el tema compuesto por Carmine Coppola y cantado por Harry Connick jr “Promise Me You'll Remember” (nominado al Oscar), que suena durante los créditos finales, todo sumado crea un halo de nostalgia de ocaso al film.
Momentos para el recuerdo: El beso caníbal entre Vincent y Joey Zasa; El tenso asalto que sufre Vincent a su piso por parte de dos mercenarios y que Vincent resuelve de modo salvaje; El operístico asesinato de Joey Zasa, durante procesión católica con gran manejo de los tiempos;… (continua en spoiler sin)
Vía similar a anteriores, inicio en fiesta de trasfondo religioso, aquí ceremonia en la Catedral de San Patrick en Manhattan, Michael es nombrado Comandante de la Orden de San Sebastián, hay presentación en la misma de personajes nuevos, buenos y malos en entrevistas con el Padrino, el padrino sufre atentado que será el motor del posterior arranque de una increscente vedettta, hay un viaje a Sicilia donde se rememoran viejas vivencias, y hay tramo final rebosante de muertes, en que se muestra que la venganza solo lleva a más dolor, incluso hay un asesinato en una procesión, como en la segunda parte la Antológica de Don Fanucci, y siguen con el siniestro influjo de las naranjas como presagio de muerte. El relato se desarrolla por cauces de aires fatalistas, la tragedia está a flor de piel, se mezclan varias subtramas que confluyen en el final, todo envuelto en un clima de tragedia shakesperiana con un aura operística propia de la saga , donde se ven resonancias de “El Rey Lear”, “Lady MacBeth” o “Romeo y Julieta”, donde se tocan temas como la codicia, la ambición desmedida, la lealtad, la familia, la presión del poder, el paso inexorable del tiempo, el carácter temperamental de la juventud, los fantasmas del pasado, las ansias de redención, ello en un tono elegiaco-crepuscular, ello en un ritmo narrativo sereno, que no lento, hay dosis salpicadas de buena acción y de buenos diálogos, con cambios de escenarios constantes, siendo equilibrada en su cadencia, consiguiendo atraparte en sus redes de de tremenda intensidad. Todo para llegar a su épico final durante la representación de la ópera “Cavalleria Rusticana”, ópera de alegoría al relato de “El Padrino”, pues también es una historia violenta y de venganzas atávicas. Asimismo el argumento contiene nítidas críticas a la Iglesia Católica, al ponerla como una institución pragmática, codiciosa, al servicio de los ricos, que vende condecoraciones, que no le importa lo manchado que este el dinero, que sugiere asesinatos cual mafia, para ello se inspira en hechos reales.
Lo dicho sería lo bueno, lo malo son sus taras, adolece de falta de profundidad, historia de amor penosa, no tiene peso, no te mueve a emoción alguna, resulta forzada y chirriante, se supone uno de los resortes dramáticos y se queda en un bluff naif. Tampoco resulta convincente la subtrama del hijo Anthony, pegote sin enjundia, que el hijo del mafioso quiera ser cantante de ópera me cruje, a esta triste sensación ayuda la actuación de un Franc D'Ambrosio horrendo, parece uno que pasaba por allí lo cogieron, me chirría que Kay le diga a Michael que sabe el mató a Fredo, pues me pregunto por qué lo sabía Kay? No creo que Michael lo fuera voceando. Pero es que tampoco entiendo que pinta Kay, dice hace 8 años que no ha visto a Michael y de buenas a primeras se llevan tan bien, para redondearlo nos meten el almibarado tramo de Michael haciendo de chófer improvisado de Kay en un recorrido turístico por Sicilia, no encaja en El Padrino, un arranque de carácter juvenil edulcorado impropio del estilo de la saga, un parche, Diane Keaton es una gran actriz que aquí se queda sin fuerza alguna, con lo importante que fue en las dos primeras aquí se queda en apósito. Connie se ha convertido en una Lady Macbeth un tanto plana, no se sabe de dónde le ha venido su cambio de carácter, de pendón en la segunda a fiel y sibilina consejera de Michael. Los villanos en esta pecan de faltos de hondura, se les ve venir de lejos, no son lo maquiavélicos y sutiles que en las dos primeras. Ojo, todo esto lo mido por el listón de las susodichas primeras entregas, que es tan alto como el Everest, si fuera independiente estos defectos serían menos.
Puesta en escena es extraordinaria, con magnífico diseño de producción Dean Tavoularis, con fastuosos lugares, realzados por el maestro de las Tinieblas, Gordon Willis , jugando con los claroscuros, los tonos pastel, cercanos colores al sepia, acentuando la melancolía ambiental, con los movimientos inquietantes de las cortinas movidas por el aire, con delicados primeros planos, con planos llenos de simbolismos, con bellas tomas de Sicilia, un alarde de un grande, y esto adornado por una música de estremecedora calidez, de Carmine Coppola versionando temas del fallecido Nino Rota, Al Martino (Jhonny Fontaine) canta “To each his own”, se suman temas de la ópera “Cavalleria rusticana" de Mascagni, a lo que se añade el tema compuesto por Carmine Coppola y cantado por Harry Connick jr “Promise Me You'll Remember” (nominado al Oscar), que suena durante los créditos finales, todo sumado crea un halo de nostalgia de ocaso al film.
Momentos para el recuerdo: El beso caníbal entre Vincent y Joey Zasa; El tenso asalto que sufre Vincent a su piso por parte de dos mercenarios y que Vincent resuelve de modo salvaje; El operístico asesinato de Joey Zasa, durante procesión católica con gran manejo de los tiempos;… (continua en spoiler sin)
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
Ver todo
spoiler:
…La masacre de jefes mafiosos en ático, espectacular tiroteo, Vincent muestra su coraje y afán protector hacia Michael; El ataque diabetes que sufre Michael y que le hace delirar, volviendo a su subconsciente los fantasmas que le atormentan; El momento álgido en que Michael confiesa al Cardenal Lamberto sus pecados, se siente su angustia vital, enfrentándose en su interior el sentido de que hizo lo que debía y de que murió lo que quedaba de alma con su hermano Fredo <Padre, he matado hombres>; Estremecedor momento en que Michael en la hacienda en Sicilia está afeitándose y Vincent le coge la cuchilla y continua afeitándole; En Sicilia, en la hacienda, el hijo de Michael, Tony, dedica una canción a guitarra a su padre, el tema "Brucia la luna n'celu", Michael rememora el único tiempo que fue feliz, con la inocente y bella Apollonia; El catarquico momento en que Michael cede el testigo de la familia a Vincent, este se sienta en un sillón y la gente de Michael pasa a besarle la mano en señal de lealtad; El fascinante tramo final (unos 50 minutos), donde resalto la frase <El poder destruye a quien no lo tiene>, y el final en la escalinata de la Ópera.
Diálogo mordaz entre Kay y Michael: Michael <Te he protegido de todos los horrores de este mundo>, Kay respondeTú te convertiste en mi horror>
Frases: <Nunca odies a tus enemigos, afecta tu juicio>; <No necesito matones, necesito más abogados>; <Justo cuando pensaba que estaba fuera me vuelven a meter>; <La única riqueza en este mundo son los niños. Más que todo el dinero y el poder en la Tierra, son mi tesoro>.
Al Pacino deslumbra con actuación soberbia, majestuosa, muestra tremenda evolución con segunda parte, sus andares encorvados denotan además del peso de los años el de la culpa por los pecados, su lenguaje gestual denota cansancio, hastío, agotamiento, con una tremenda voz áspera, con unos ojos cansados y cuasi-cavernosos, hombre perseguido por los demonios de sus ominosas acciones, con unos picos emocionales escalofriantes. Andy Garcia es una versión 2.0 de Sonny Corleone, una eléctrica actuación, explosiva, volcánica, temperamental, de reacciones violentas, una encarnación arrolladora, pasional, de lenguaje corporal clásico de los latinos raciales, además de detentar una fascinante química con Michael, resplandece su admiración, su lealtad, su cariño incondicional, formidable. Pues este personaje es creado por Coppola y Puzo, en el libro “El Padrino”, tras el asesinato de Sonny, la amante de este inte4nta suicidarse y Tom Hagen le pregunta si está embarazada de Sonny y ella le dice no. Talia Shire aún con personaje difuso realiza un buen papel de apoyo a Michael, especie de Viuda Negra que maneja los venenos. Eli Wallach, enorme actor que por desgracia aquí está desatado en sobreactuación, caricatura de personaje con ademanes guiñolescos. Joe Mantegna mantiene el tipo con mafioso elegante y sofisticado. George Hamilton cumple sin más en rol sin peso alguno. John Savage hace de sacerdote trepa, rol prescindible, solo parece estar para explicarnos que su padre, Tom Hagen, ha muerto. Para lo último la actuación de Sophia Coppola, regalo envenado de su padre, quedó crucificada para los restos como actriz, resulta nefasta, falta de emitir sentimientos, una nulidad, incapaz de soportar el peso de actuar, se queda con cara de boba todo el tiempo, no parece sentir ni padecer, alma en pena, cuanto más la veo peor actúa, es sangrante su falta de personalidad, no ayuda lo fatal delineado que está su personaje, su química con Andy García es la de un arenque con Angelina Jolie, exhibe una ingenuidad que raya en lo infantil, me gustaría no estar de acuerdo con la mayoría que la defenestran, pero…
En conjunto sumando lo mucho buenísimo y lo malo me da una notable film, el epílogo a la más grande Saga que se haya realizado jamás. Fuerza y honor!!!
Crítica sesgada por el límite de caracteres, ver íntegra en: http://tomregan.blogspot.com/2015/02/el-padrino-iii.html
Diálogo mordaz entre Kay y Michael: Michael <Te he protegido de todos los horrores de este mundo>, Kay respondeTú te convertiste en mi horror>
Frases: <Nunca odies a tus enemigos, afecta tu juicio>; <No necesito matones, necesito más abogados>; <Justo cuando pensaba que estaba fuera me vuelven a meter>; <La única riqueza en este mundo son los niños. Más que todo el dinero y el poder en la Tierra, son mi tesoro>.
Al Pacino deslumbra con actuación soberbia, majestuosa, muestra tremenda evolución con segunda parte, sus andares encorvados denotan además del peso de los años el de la culpa por los pecados, su lenguaje gestual denota cansancio, hastío, agotamiento, con una tremenda voz áspera, con unos ojos cansados y cuasi-cavernosos, hombre perseguido por los demonios de sus ominosas acciones, con unos picos emocionales escalofriantes. Andy Garcia es una versión 2.0 de Sonny Corleone, una eléctrica actuación, explosiva, volcánica, temperamental, de reacciones violentas, una encarnación arrolladora, pasional, de lenguaje corporal clásico de los latinos raciales, además de detentar una fascinante química con Michael, resplandece su admiración, su lealtad, su cariño incondicional, formidable. Pues este personaje es creado por Coppola y Puzo, en el libro “El Padrino”, tras el asesinato de Sonny, la amante de este inte4nta suicidarse y Tom Hagen le pregunta si está embarazada de Sonny y ella le dice no. Talia Shire aún con personaje difuso realiza un buen papel de apoyo a Michael, especie de Viuda Negra que maneja los venenos. Eli Wallach, enorme actor que por desgracia aquí está desatado en sobreactuación, caricatura de personaje con ademanes guiñolescos. Joe Mantegna mantiene el tipo con mafioso elegante y sofisticado. George Hamilton cumple sin más en rol sin peso alguno. John Savage hace de sacerdote trepa, rol prescindible, solo parece estar para explicarnos que su padre, Tom Hagen, ha muerto. Para lo último la actuación de Sophia Coppola, regalo envenado de su padre, quedó crucificada para los restos como actriz, resulta nefasta, falta de emitir sentimientos, una nulidad, incapaz de soportar el peso de actuar, se queda con cara de boba todo el tiempo, no parece sentir ni padecer, alma en pena, cuanto más la veo peor actúa, es sangrante su falta de personalidad, no ayuda lo fatal delineado que está su personaje, su química con Andy García es la de un arenque con Angelina Jolie, exhibe una ingenuidad que raya en lo infantil, me gustaría no estar de acuerdo con la mayoría que la defenestran, pero…
En conjunto sumando lo mucho buenísimo y lo malo me da una notable film, el epílogo a la más grande Saga que se haya realizado jamás. Fuerza y honor!!!
Crítica sesgada por el límite de caracteres, ver íntegra en: http://tomregan.blogspot.com/2015/02/el-padrino-iii.html