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Voto de TOM REGAN:
8
7.0
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Serie de TV. Documental
Serie de TV. 4 episodios. Conversaciones con asesinos: Las cintas de Ted Bundy es una serie documental que se centra en la historia del asesino Ted Bundy, que hace 30 años fue ejecutado por el asesinato de Kimberly Leach. Ted es conocido por haberse declarado culpable en más de 30 asesinatos a mujeres durante la década de 1970. La ficción nos enseña material inédito como un audio con entrevistas al asesino mientras estaba en el corredor ... [+]
21 de febrero de 2021
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57/22(20/02/21) Notable documental de Netflix sobre la infame figura del considerado oficialmente primer serial killer estadounidense, Theodore Robert Cowell Bundy, conocido popularmente como Ted Bundy, estrenándose el 24 de enero de 2019, 30 aniversario de su ejecución. Creado y dirigido por Joe Berlinger (el director ha realizado un film contando misma historia pero con actores, Zac Efron como Ted Bundy), los 4 episodios de 60 minutos se obtuvieron de más de 100 horas de entrevistas y material de archivo del criminal, así como entrevistas con su familia, amigos, víctimas sobrevivientes y la policía miembros trabajaron en su caso. En 4 episodios se radiografía la mente del psicópata, desde 1946 a 1989, año de su ejecución, ello reconstruyendo una época. Periodistas, fiscales, abogados, policías, testigos e incluso una las víctimas que logró huir de sus garras de dejan su testimonio en esta serie que gustará a quien el tema de los asesinos en serie le fascine. Tanto desde un punto de vista psicológico como, policial, periodístico y judicial. Comienza su primer episodio con breve descripción general del caso y cómo surgieron las cintas de audio que son la ‘excusa’ del documental. A partir de aquí, el documental adquiere un estilo más convencional, comenzando la historia cronológicamente, desde su infancia, los crímenes, arrestos, sus fugas y muerte en detalle. Imágenes de archivo, pruebas policiales, fotos personales y las entrevistas del corredor de la muerte de Stephen Michaud en 1980 están presentes en la serie. Entre 1974 y 1978 el violador y asesino causó la muerte de 36 chicas en los Estados Unidos (sobre todo en Washington, Utah, Colorado y Florida). Las desapariciones de estas jóvenes se hacían frecuentes en ciertas regiones, hasta que los descubrimientos de los cuerpos alertaban de la acción de un psicópata especialmente cruel y depravado. A partir de este caso empezó a utilizarse el término “asesino en serie”.
Es el intento de la radiografía mental de un tipo complejo, bien parecido, de carácter simpático, educado, inteligente, locuaz, con lo que se ganaba la confianza de sus potenciales víctimas, ser en realidad, narcisista, manipulador, arrogante, sádico, necrófilo, pedófilo. Claramente (al menos me parece a mí) influenciado el metraje por la serie de culto de David Fincher (también del canal Netflix) “Mindhunter”, donde unos agentes del FBI se dedican a entrevistar a Psychokillers para hacer perfiles psicológicos que les puedan ayudar en futuras investigaciones, aquí son dos periodistas los que entrevistan al asesino, y Berlinger es el que ansía ofrecernos el perfil de un ser retorcido.
La serie comienza con dos periodistas, Stephen Michaud y Hugh Aynesworth, discutiendo un nuevo proyecto que puede atraer al público, la historia de Ted Bundy desde su propia perspectiva. El episodio presenta a las primeras chicas que desaparecieron en el área de la Universidad de Washington. También se presentan los agentes de policía y reporteros que trabajaron en este caso. Entrevistas de los dos reporteros que encuentran la negativa de reconocer los crímenes, pero se encontró una vía para hacer hablar al narcisismo de Ted Bundy, como fue hacerlo hablar en tercera persona, como si los asesinatos hubieran sido cometidos por otro y él sólo especulara sobre cómo y porque fueron, recurso que años después lo utilizó O. J. Simpson para contar en su libro If I Did It ("Si lo hubiera hecho"), la reconstrucción "hipotética" del asesinato de su esposa.
Ted se aprovechaba en su modus operando de la amabilidad e inocencia de las mujeres, pues su estrategia era ir falsamente con un brazo escayolado y fingía se le caían frente a una potencial víctima solitaria se le caían, entonces la pedía ayuda a la mujer para llevar la carga al maletero de su auto situado en un lugar aislado, allí reducía a la chica con la ayuda de unas esposas, metiéndola en el maletero para llevarla a un lugar donde pudiera satisfacer sus instintos sádicos.
Se hace un retrato desalentador de las falencias que hicieron posible que este ‘monstruo’ pudiera ir matando de estado en estado en USA, como fue lo hermético de muchas de las diferentes instituciones policiales que no se comunicaban unas con otras, haciendo de esta impermeabilidad la cancha para que la maldad corriera como la pólvora a lo largo de la nación. También rezuma cierta incompetencia en el trato del asesino cuando pudo protagonizar dos fugas mientras estaba arrestado, esta ineptitud tuvo letales consecuencias pues por lo menos tras la última huida hasta su detención hubo tres mujeres asesinadas por la ‘bestia’, una de 12 años.
Es de destacar el trato que tuvo con sus las tres novias que aparecen en la serie. Una de ellas fue la que alertó a la policía de creer que era sospechoso del crimen publicitado en los medios. Y con la última que aparece resulta perturbador, pues ya estaba condenado a muerte cuando ennoviaron, hay una patología sobre este tema de la fascinación que en algunas mujeres causas los psicópatas encarcelados, enclitofilia o hibristofilia, y aun así la mujer lo creía inocente, y tuvo hasta una hija con él estando en el corredor de la muerte (mientras los guardias miraban para otro lado ¿?). Esta patología queda patente durante su juicio y asistimos a la turbación que causa en muchas mujeres que asisten a ver al ‘carismático’ y ‘guapo’ acusado, con testimonios dignos de fans de artistas pop. Aunque yo a la mujer que sobresaldría es a Carol DeRonch, una víctima que logró escapar de Bundy, estando entre las fauces del Mal consiguió escapar, luchar con valentía, y con ello fue testigo de cargo fundamental para su detención (chapeau!).
La cinta mezcla el recorrido por la vida y desgracias de Ted Bundy con extractos de las cintas que grabó, ofreciéndonos un retrato inescrutable de una mente ataráxica. Llegándonos un ser con claros síntomas de disociación bipolar, cual si lo que cuenta fuera obra de alguien ajeno a él... (sigo en spoiler)
Es el intento de la radiografía mental de un tipo complejo, bien parecido, de carácter simpático, educado, inteligente, locuaz, con lo que se ganaba la confianza de sus potenciales víctimas, ser en realidad, narcisista, manipulador, arrogante, sádico, necrófilo, pedófilo. Claramente (al menos me parece a mí) influenciado el metraje por la serie de culto de David Fincher (también del canal Netflix) “Mindhunter”, donde unos agentes del FBI se dedican a entrevistar a Psychokillers para hacer perfiles psicológicos que les puedan ayudar en futuras investigaciones, aquí son dos periodistas los que entrevistan al asesino, y Berlinger es el que ansía ofrecernos el perfil de un ser retorcido.
La serie comienza con dos periodistas, Stephen Michaud y Hugh Aynesworth, discutiendo un nuevo proyecto que puede atraer al público, la historia de Ted Bundy desde su propia perspectiva. El episodio presenta a las primeras chicas que desaparecieron en el área de la Universidad de Washington. También se presentan los agentes de policía y reporteros que trabajaron en este caso. Entrevistas de los dos reporteros que encuentran la negativa de reconocer los crímenes, pero se encontró una vía para hacer hablar al narcisismo de Ted Bundy, como fue hacerlo hablar en tercera persona, como si los asesinatos hubieran sido cometidos por otro y él sólo especulara sobre cómo y porque fueron, recurso que años después lo utilizó O. J. Simpson para contar en su libro If I Did It ("Si lo hubiera hecho"), la reconstrucción "hipotética" del asesinato de su esposa.
Ted se aprovechaba en su modus operando de la amabilidad e inocencia de las mujeres, pues su estrategia era ir falsamente con un brazo escayolado y fingía se le caían frente a una potencial víctima solitaria se le caían, entonces la pedía ayuda a la mujer para llevar la carga al maletero de su auto situado en un lugar aislado, allí reducía a la chica con la ayuda de unas esposas, metiéndola en el maletero para llevarla a un lugar donde pudiera satisfacer sus instintos sádicos.
Se hace un retrato desalentador de las falencias que hicieron posible que este ‘monstruo’ pudiera ir matando de estado en estado en USA, como fue lo hermético de muchas de las diferentes instituciones policiales que no se comunicaban unas con otras, haciendo de esta impermeabilidad la cancha para que la maldad corriera como la pólvora a lo largo de la nación. También rezuma cierta incompetencia en el trato del asesino cuando pudo protagonizar dos fugas mientras estaba arrestado, esta ineptitud tuvo letales consecuencias pues por lo menos tras la última huida hasta su detención hubo tres mujeres asesinadas por la ‘bestia’, una de 12 años.
Es de destacar el trato que tuvo con sus las tres novias que aparecen en la serie. Una de ellas fue la que alertó a la policía de creer que era sospechoso del crimen publicitado en los medios. Y con la última que aparece resulta perturbador, pues ya estaba condenado a muerte cuando ennoviaron, hay una patología sobre este tema de la fascinación que en algunas mujeres causas los psicópatas encarcelados, enclitofilia o hibristofilia, y aun así la mujer lo creía inocente, y tuvo hasta una hija con él estando en el corredor de la muerte (mientras los guardias miraban para otro lado ¿?). Esta patología queda patente durante su juicio y asistimos a la turbación que causa en muchas mujeres que asisten a ver al ‘carismático’ y ‘guapo’ acusado, con testimonios dignos de fans de artistas pop. Aunque yo a la mujer que sobresaldría es a Carol DeRonch, una víctima que logró escapar de Bundy, estando entre las fauces del Mal consiguió escapar, luchar con valentía, y con ello fue testigo de cargo fundamental para su detención (chapeau!).
La cinta mezcla el recorrido por la vida y desgracias de Ted Bundy con extractos de las cintas que grabó, ofreciéndonos un retrato inescrutable de una mente ataráxica. Llegándonos un ser con claros síntomas de disociación bipolar, cual si lo que cuenta fuera obra de alguien ajeno a él... (sigo en spoiler)
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
...Pues en el escaparate tenemos a un tipo que trabajó con políticos en campaña, de grácil apariencia, capaz de fugarse con estilo de estar preso, lo vemos defenderse en su juicio cual abogado, con declaraciones a la prensa en que está en su salsa, mirando a cámara. Pero estando en su trastienda mental un despreciable depredador sexual, que tiene la grieta de mostrarse cuando pide a un policía en el estrado que describa la escena de uno de sus horrendas fechorías, y parece excitarse cunado exige de cualquier mínimo detalle.
En el último capítulo encontramos precisamente el juicio, un circo mediático dantesco, que sería de comedia bufa si no fuera porque estamos tratando a un asesino múltiple. Tan arrogante que despreciaba Ted Bundy a sus abogados defensores, los que consiguieron un inmejorable trato de cadena perpetúa a cambio de declararse culpable y él no aceptó, tildando a sus defensores ante el juez de creerle culpable. Se creía mucho mejor que ellos, cuando se expone que su ego estaba muy por encima de su capacidad de leguleyo defensor, parecía hacer tándem con la fiscalía. Se creía un actor en medio de su película y que al final tendría final feliz para él, ello encandilando a los medios de comunicación con su labia serpentil.
Pero también hay tiempo en su rush final para poner contra la pared las ansias de venganza insana de la sociedad, una sed de muerte mostrada con el grotesco carnaval montado a las puertas de la prisión esperando la ejecución del criminal, puedo llegar a entenderlo (que no compartirlo) en las personas que sufrieron el dolor que causó, pero en personas apenas habían nacido cuando fue detenido es de una sociedad linchadora, con cánticos, proclamas, camisetas, gritos de alegría, todo un espectáculo bizarro dice muy poco de la Condición Humana. No dándose cuenta de que la espiral de sangre es una rueda que se retroalimenta de esta barbarie de querer solucionarlo todo en base a matar.
Pues todo ello narrado con un ritmo fluido, a modo de thriller absorbente, con un desarrollo apasionante, con giros inesperados (a los que como yo apenas sabia del criminal), retratando una época de los 70 que es una inmersión fascinante en la misma. Aunque al final el anzuelo de las cintas resulta cuasi un McGuffing para contar la historia de este icónico asesino, es más el escucharlo que dar importancia a lo que cuenta.
Tras escapar de la cárcel del condado de Garfield en Colorado Springs, Bundy se dirigió a Florida, atacó la casa de la hermandad Chi Omega en la Universidad Estatal de Florida. Golpeó brutalmente a 4 mujeres y mató a 2, Lisa Levy y Margaret Bowman. También agredió sexualmente a Levy. Bundy huyó, pero dejó una evidencia de marca de doble mordida en las nalgas de Levy. Un mes después, Bundy fue arrestado por la policía de Pensacola, los agentes sospecharon de su conducción. Al encontrar varias tarjetas de crédito robadas, Bundy no quería dar su verdadera al juez, hasta que al final pactó con el mismo revelar su nombre. Los asesinatos en la casa de Chi Omega llamaron su atención, y sospecharon que Bundy estaba relacionado con la serie de asesinatos de mujeres jóvenes en todo el país.
Al final las pruebas se redujeron a hacer coincidir las marcas de mordeduras encontradas en el cuerpo de Levy con los dientes de Bundy, y un odontólogo forense lo confirmó en el estrado. Tras ello el jurado pasó seis horas deliberando para decidir si el acusado era culpable y, finalmente, lo declaró culpable de asesinato en primer grado.
El 22 de enero de 1989, dos días antes de su ejecución, Bundy confesó haber matado a una treintena de mujeres. Esta confesión la hizo tras varios aplazamientos de la ejecución, y la intención de Ted era que no lo pasaran por la silla, y su altanería le volvió pasar una mala jugada, pues fue la puntilla para no aplazar más la sentencia, el 24 de enero de 1989 fue sentado en la silla eléctrica y electrificado.
Notable documental sobre este siniestro tipo. Fuerza y honor!!!
En el último capítulo encontramos precisamente el juicio, un circo mediático dantesco, que sería de comedia bufa si no fuera porque estamos tratando a un asesino múltiple. Tan arrogante que despreciaba Ted Bundy a sus abogados defensores, los que consiguieron un inmejorable trato de cadena perpetúa a cambio de declararse culpable y él no aceptó, tildando a sus defensores ante el juez de creerle culpable. Se creía mucho mejor que ellos, cuando se expone que su ego estaba muy por encima de su capacidad de leguleyo defensor, parecía hacer tándem con la fiscalía. Se creía un actor en medio de su película y que al final tendría final feliz para él, ello encandilando a los medios de comunicación con su labia serpentil.
Pero también hay tiempo en su rush final para poner contra la pared las ansias de venganza insana de la sociedad, una sed de muerte mostrada con el grotesco carnaval montado a las puertas de la prisión esperando la ejecución del criminal, puedo llegar a entenderlo (que no compartirlo) en las personas que sufrieron el dolor que causó, pero en personas apenas habían nacido cuando fue detenido es de una sociedad linchadora, con cánticos, proclamas, camisetas, gritos de alegría, todo un espectáculo bizarro dice muy poco de la Condición Humana. No dándose cuenta de que la espiral de sangre es una rueda que se retroalimenta de esta barbarie de querer solucionarlo todo en base a matar.
Pues todo ello narrado con un ritmo fluido, a modo de thriller absorbente, con un desarrollo apasionante, con giros inesperados (a los que como yo apenas sabia del criminal), retratando una época de los 70 que es una inmersión fascinante en la misma. Aunque al final el anzuelo de las cintas resulta cuasi un McGuffing para contar la historia de este icónico asesino, es más el escucharlo que dar importancia a lo que cuenta.
Tras escapar de la cárcel del condado de Garfield en Colorado Springs, Bundy se dirigió a Florida, atacó la casa de la hermandad Chi Omega en la Universidad Estatal de Florida. Golpeó brutalmente a 4 mujeres y mató a 2, Lisa Levy y Margaret Bowman. También agredió sexualmente a Levy. Bundy huyó, pero dejó una evidencia de marca de doble mordida en las nalgas de Levy. Un mes después, Bundy fue arrestado por la policía de Pensacola, los agentes sospecharon de su conducción. Al encontrar varias tarjetas de crédito robadas, Bundy no quería dar su verdadera al juez, hasta que al final pactó con el mismo revelar su nombre. Los asesinatos en la casa de Chi Omega llamaron su atención, y sospecharon que Bundy estaba relacionado con la serie de asesinatos de mujeres jóvenes en todo el país.
Al final las pruebas se redujeron a hacer coincidir las marcas de mordeduras encontradas en el cuerpo de Levy con los dientes de Bundy, y un odontólogo forense lo confirmó en el estrado. Tras ello el jurado pasó seis horas deliberando para decidir si el acusado era culpable y, finalmente, lo declaró culpable de asesinato en primer grado.
El 22 de enero de 1989, dos días antes de su ejecución, Bundy confesó haber matado a una treintena de mujeres. Esta confesión la hizo tras varios aplazamientos de la ejecución, y la intención de Ted era que no lo pasaran por la silla, y su altanería le volvió pasar una mala jugada, pues fue la puntilla para no aplazar más la sentencia, el 24 de enero de 1989 fue sentado en la silla eléctrica y electrificado.
Notable documental sobre este siniestro tipo. Fuerza y honor!!!