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España España · almeria
Voto de TOM REGAN:
10
Serie de TV. Drama Serie de TV (2011-2012). 2 temporadas. 18 episodios. Tom Kane, el eficaz alcalde de Chicago, se siente como una araña en el centro de su telaraña de poder. Una telaraña basada en un pacto con los ciudadanos. En definitiva, ellos quieren ser liderados y que les resuelvan problemas tales como conseguir un puesto de trabajo. La moralidad de los medios no les preocupa en absoluto. Pero resulta que Kane sufre un desorden cerebral ... [+]
25 de julio de 2013
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
40/06(06/03/13) Serie que se te hunden en el alma, me ocurrió con ‘The Shield’ , con ‘Breaking Bad’ y ahora con ‘Boss’, colosal obra que con aires shakesperianos, tiene resonancias a ‘El Rey Lear’, fastuosa propuesta, con multitud de capas reflexivas, multitud de actores en estado de gracia, y un gigante protagonista, un antológico Kelsey Gramer, ha entrado con derecho propio en mi reducida galería de antihéroes carismáticos con Vic McKey y Water White.
Tom Kane (sublime Kelsey Grammer, supongo que no es casualidad el apellido Kane como el del complejo Charles Foster), es el alcalde más popular de la historia de Chicago con casi 20 años en el cargo y la gobierna manipulando, chantajeando, sobornando y de más lindezas, está en la cima, desde su despacho maneja los hilos del Estado de Illinois, cuando la vida le da un giro, en la primera y magistral escena en un matadero abandonado la Dra. Ella Harris (buena Karen Aldridge) le diagnostica demencia de cuerpos de Lewy, enfermedad incurable de trastorno degenerativa del cerebro, le provocará la muerte en aproximadamente 5 años. Decide mantenerla en secreto con la intención de aguantar lo máximo posible en el cargo y de dejar un legado a su gusto. El estado está en tiempo de primarias y el veterano gobernador Mac Cullen (gran Francis Guinan) debe competir con el tesorero Ben Zajac (buen Jeff Hephner), Tom se posiciona por derrocar a Cullen. Kane se apoya en sus dos asistentes más fieles y eficaces Ezra Stone (gran Martin Donovan) y Kitty O´Neill (buena Kathleen Robertson). Tom está casado con Meredith (gran Connie Nielsen), su relación es fría y distante, todo son apariencias, un acuerdo para mantener el status quo, ella era la hija del anterior alcalde de la ciudad, que asimismo era mentor de Tom, ahora este se encuentra recluido en un piso sentado en una silla de ruedas en modo vegetativo tras un derrame cerebral. Tienen una hija, Emma (buena Hannah Ware), no tiene relación con ellos, trabaja en una parroquia ayudando a los necesitados con medicinas, Tom recurre a ella para conseguir medicinas sin control. Tom es vulnerable y debe ocultar los efectos secundarios de las medicinas como son el párkinson y las alucinaciones, y ello intentando esconderlo a sus allegados. Además de políticos y empresarios deberá lidiar con un periodista político del Chicago Sentinel, Sam Millar (buen Troy Garity), desea destapar todos sus chanchullos.
La serie ya te seduce desde su brillante piloto, sus sugestivos títulos de crédito de adornados por el inquietante tema de Robert Plant ‘Satan, Your Kingdom Must Come Down’/‘Satan, Tu Reino Está Bajando’, grandiosa referencia al Satan que es Tom Kane, este capítulo dirigido por Gus Van Saint, que también es productor, y arranca de forma turbadora, un primer plano sostenido del Hombre Más poderoso de Chicago, está sentado en una silla en gran nave abandonada, en frente suya está la Dra. Harris le está comunicando la atroz enfermedad que le asola, Kelsey Gramer en apenas unos minutos nos hace olvidarnos del personaje que le acompañó 22 años, es Tom Kane, un dinosaurio que hará todo lo posible, todo y más por seguir, quiere acabar la partida, dejar todo atado y bien atado.
La serie de la cadena Startz creada por el Gran Farhad Safinia (gran desde que hizo el guión de ‘Apocalypto’), posee un ritmo sereno y penetrante, que no lento, una trama fascinante, un desarrollo siempre imprevisible, una hermosa puesta en escena, con unos guiones espléndidos que nos dejan diálogos, frases, monólogos, situaciones gloriosas, es Gran Cine con mayúsculas. Es el retrato de una sociedad corrupta donde nadie se salva, aquí no hay un personaje plano y bondadoso, todos medran, es un decadente fresco de nuestra sociedad un espejo podrido donde cual Dorian Grey nuestra aparente belleza superficial queda reflejada la suciedad espiritual. Es el descenso al Averno de la política, las cloacas donde se mueven los peores vicios de nuestro mundo, radiografía atemporal y universal, es la caída de un omnipotente Rey de Chicago, está por encima del bien y del mal, nunca creas que está acabado, cuando un tigre está más herido más peligroso es, su droga es el poder, la humanidad es ajena a su personalidad, una plaga divina en forma de enfermedad le asedia, pero se cree Dios. Es una historia colosalmente hilada sobre política, poder, egoísmo, amor, odio, ideales, lealtades, traiciones, sobornos, chantajes, violencia, corrupción, ética moral, mentiras, familia, muerte, y en el centro de todo esto el maestro de marionetas Tom Kane, no puede manejarse a si mismo pero pretende seguir moviendo los hilos cual Corleone, con sus consiglieris, sus sicarios y sus conspiraciones.
Kelsey Grammer fascina, magnetiza, seduce, el pilar más sólido de este resistente y magnífico edificio, realiza una labor antológica, sombrío y tridimensional rol, con todos los elementos para empatizar, el mal inteligente gusta y aquí Grammer se sale, transmitiendo ingenio, mordacidad, agudeza, perspicacia, pavor, crueldad, despotismo, aderezado con dosis de miedo, ira, nervio, energía, pasión, ello con un aire intimidatorio sutil de sibilino que asusta, flota sobre la pantalla, la rebosa con su atronador carisma, con simpatía impostada, con don de gentes, pero cuando se desata es un trueno que se te hunde en el alma, su mirada es su espejo, la maneja magistralmente, la enfermedad nos la emite de modo perturbador llegando a infundir patetismo, pero luego recuerdas que es un lobo. Es la depravación moral en persona, lo peor de nuestra sociedad, y Kelsey nos lo traspasa con una intensidad inaudita. Apoteósico el iracundo soliloquio que le espeta en su despacho a un sindicalista hispano, que acaba arrastrándolo cogido de la oreja, bestial.

Mezcla tramas y personajes de modo milimétrico, un puzle, las piezas encajan y nada falta ni sobra, no hay una subtrama que decaiga y lastre, todas son necesarias para el devenir del crescendo dramático,… (continua en spoiler sin)
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
TOM REGAN
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