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España España · almeria
Voto de TOM REGAN:
8
Comedia Un humilde barbero judío que combatió con el ejército de Tomania en la Primera Guerra Mundial vuelve a su casa años después del fin del conflicto. Amnésico a causa de un accidente de avión, no recuerda prácticamente nada de su vida pasada, y no conoce la situación política actual del país: Adenoid Hynkel, un dictador fascista y racista, ha llegado al poder y ha iniciado la persecución del pueblo judío, a quien considera responsable de ... [+]
11 de diciembre de 2015
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
191/05(13/11/15) Icónico film del genial Charles Chaplin, cinta combativa, “Charlot” utiliza sus mejores armas, el humor para atacar al fascismo, racismo, intolerancia, tiranía, injusticias o la guerra, enérgica sátira política con toques dramáticos brutales. Escrita, dirigida, producida, y protagonizada doblemente por él mismo, Chaplin se sirve su inventiva para arremeter contra la escalada de violencia y de represión hacia los judíos en Alemania con la llegada nazi al poder. Film valiente, aún la Guerra no había comenzado cuando se inicio el proyecto, no se quería molestar a Hitler, pero Chaplin creyó era su deber criticar a este “fantoche”. Fue el film más taquillero de Chaplin, además de ser nominado a cinco Oscars, película, guión, actor (única nominación a actor en su vida), secundario (Jack Oakie), y música (Meredith Willson). Puede ser este el más famoso film del genial Charles Chaplin, y paradójicamente no hace de su clásico e icónico vagabundo, de hecho el primer film en que no lo encarnaba, a la vez el primero sonoro, oiríamos hablar a Chaplin. Chaplin se aprovecha de su parecido físico, sobre todo de su bigotito, cuando alguna le vez le preguntaron por esto, él dijo <El mío (bigotito) fue primero>. Una oda a la libertad individual, a la tolerancia, al valor y a la democracia como valores Universales. Censurada en España hasta 1976.

Dramedia, mezcla comedia y drama, sátira sobre las dictaduras y contra Hitler, al que parodia de modo delirante, riéndose de sus discursos, egocentrismo, endiosamiento, megalomanía, mediante el uso sobre todo del slapstick físico, del proveniente del cine mudo, los diálogos carecen de fuerza, está el poder de la imagen, los mejores gags bien podrían ser mudos, humor corrosivo, ácido, punzante, muy político, prima la expresión gestual y corporal, proviniendo el humor de los equívocos, caídas, golpes, bailes surrealistas, e incluso de algo tan del cine silente como una pelea de pasteles. Arremete con saña contra la industria armamentística, riéndose de sus supuestos avances, haciendo chanzas de la ideología nazi, habla con cinismo de los intereses volubles racistas, expone la persecución a los judíos, e incluso aparecen campos de concentración. Desarrolla la historia contraponiendo la personalidad bonachona de un barbero frente a la megalomanía patológica del auto-elegido-mesías. Deconstrucción de la política totalitaria nazi, se ríe con cinismo del sometimiento a este “Adanista”, de su iconografía marcial con que inundan su universo superficial (el símbolo de estos nazis es una doble cruz, juego de palabras en inglés que viene a decir estafadores), de su arcaica liturgia de saludos brazo en alto, de sus enardecidos discursos de retórica vacía, de los manipuladores en la sombra con el consejero de Hynkel, Garbitsch (pronunciación similar en inglés a Garbage, basura en el idioma de Shakespeare). Llama la atención que en este relato Chaplin se aleja de la sutilidad y sugerencias de sus obras anteriores para lanzar sus dardos de ironía contra los nazis, pretende un mensaje directo, sin dobles intenciones, que llegue directo y nítido.

Retrato despiadado del dictador de Tomania, Hynkel, tipo infantil, narcisista, inseguro, desleal, racista, se le enfrenta a otro dictador, Benzini Napoloni (alter ego de Mussolini), dicharachero, jovial, extrovertido, manteniendo entre los dos un duelo por ver quién es “más” delirante. Tambien se hacen chanzas de Joseph Goebbels (Ministro de Educación y Propaganda en la etapa nazi) con su alter ego Garbitsch, figura siniestra, especie de Lady Macbeth que empuja a sus decisiones al dictador, asimismo también se ríe del Mariscal Hermann Göring (Comandante Supremo de la Luftwaffe), ello en la figura de su alter ego fílmico Mariscal Herring, exponiéndolo como un petimetre pelota sin mucha personalidad.

No todo es redondo en este film, el tiempo le ha pesado un poco, la ha arrugado un tanto, denoto descompensación entre el tramo del barbero y el del Dictador, Hynkel opaca la otra subtrama, la parodia de este mequetrefe dictador es delirante, mientras que la otra resulta algo lineal, los niveles corrosivos de la trama del Dictador quedan desequilibrados en la parte del barbero. Hay lagunas narrativas orgánicamente forzadas, como que Hynkel deba pedirle dinero a un banquero judío, Hitler simplemente lo expropiaba y ya está, chirria, como la huida de Schultz y el barbero, simplemente han escapado andando, no entiendo no se haga mención durante el metraje sobre el parecido de Hynkel con el barbero, difícil creer nadie se haya dado cuenta hasta el final, como es metido con calzador el modo en que toman a Hynkel por el barbero, es que no tenía Hymkel una guardia personal le protegiera de estos incompetentes? El discurso final como set-piece queda glorioso, pero narrativamente muy forzado creerse dejaran los nazis al barbero hacer un discurso de seis minutos en contra de su ideario, tampoco orgánicamente funciona, pues el barbero en ningún momento ha dejado constancia de ser un filósofo idealista de gran oratoria, en realidad aquí deja de ser el Barbero y se convierte en Chaplin habla directamente a la cámara, pienso que todo el film es una excusa para poder concluir con este alegato a favor de las libertades que le queda algo sensiblero y buenista, visto lo que aconteció después mejor hubiera hecho en que este tramo era un sueño del barbero en el campo de concentración poco antes de morir. Tampoco le hubieran venido mal algún recorte en su larga duración, sintiéndose algunos recursos como relleno que hace redundante y estirado el film.

Buena puesta en escena, aunque con el deje aún del Chaplin del cine silente, con cámara algo estática, sin demasiados alardes visuales, muchos interiores, con una dirección artística de J. Russell Spencer (“Carta a tres esposas”) con excelente recreación del interior del palacio dictatorial,... (sigue en spoiler)
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
TOM REGAN
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