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España España · almeria
Voto de TOM REGAN:
10
Drama Don Jaime (Fernando Rey), un viejo hidalgo español, vive retirado y solitario en su hacienda desde la muerte de su esposa, ocurrida el mismo día de la boda. Un día recibe la visita de su sobrina Viridiana (Silvia Pinal), novicia en un convento, que tiene un gran parecido con su mujer. Basada libremente en la novela "Halma", de Benito Pérez Galdós. (FILMAFFINITY)
6 de octubre de 2013
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
154/02(04/09/13) El iconoclasta cineasta aragonés Luis Buñuel tras lustros fuera de España volvió para realizar una Obra Maestra transgresora y políticamente incorrecta que arremete contra el papanatismo religioso. El director compone una sátira mordaz, aguda y honda rebosante de simbolismo, con imágenes de dobles lecturas cargadas de cinismo, exhibe su pesimista visión de un mundo donde la redención y reinserción es algo impostado e imposible, el ser humano es un lobo para el hombre. El límite de caracteres me impide hacer la sinopsis.

Buñuel y Julio Alejandro de Castro (colaborador habitual de Buñuel) adaptaron libremente un relato de Benito Pérez Galdós, ‘Halma’, especie de continuación de ‘Nazarín’, el censor de turno ordenó solo cambiar el final, el original terminaba con Viridiana entrando en el dormitorio de Jorge y cerrándose la puerta tras ella, Buñuel se las ingenió para dar un final aún más incisivo. La cinta se alzó con la palma de Oro en Cannes, pero un artículo del periódico del Vaticano la tachó de anticatólica y supuso su prohibición en España y el despido del censor.

Luis Buñuel hace una introspección sobre las ambigüedades de la Condición Humana, radiografía las obsesiones, las complejidades, las contradicciones, arremete contra la acomodada burguesía, la hipocresía del catolicismo que prefiere dar caridad cristiana y no educar, el clásico no me des un pescado, enséñame a pescar. Buñuel ahonda en la retorcida naturaleza del ser humano y sus seseos explorando el erotismo soterrado, el fetichismo, la necrofilia, la violación, el voyeurismo, y lo hace con un caustico humor negro, impresionante. La historia puede ser vista como el despertar de la inocencia de una idealista y buenista joven, el advenimiento a la verdadera vida, Viridiana es el vehículo virginal que hace todo se desate y explote su candidez es la catarsis de lo que ocurre ella seduce con su belleza a Jaime, le hace caso al ponerse el vestido de novia, y en la otra trama es la inductora del despiporre final trayendo a la finca a los mendigos, y todo ella lo hace desde la pura bondad, pensando que las consecuencias de su buenismo cristiano harán el mundo un poco mejor, pero ella en su ingenuidad no sabe que la sociedad está repleta de lobos con piel de cordero. Primero chocará con la lascivia de Jaime y después con el materialismo pragmático del libertino Jorge, una lucha donde Buñuel deja bien claro de parte de quien está. Esto lo consigue con una ambientación absorbente, seca, adusta, para imbuirnos de secuencias que rozan el surrealismo sombrío cuando no se zambullen en él. Buñuel nos expone un controvertido cuadro donde a la vez critica la pobreza y nos ataca por querer ayudar a las víctimas.

La cinta está partida en dos, las dos comienzan por fetichismos buñuelianos, los pies de una niña saltando a la comba (los pies son elemento recurrente en el film, los zapatos de mujer que se pone Jaime o los del ahorcado), símbolo de la pureza, y acaban en un intento de violación (emparejando la sofisticación maquiavélica de la burguesía con el salvajismo de los pobres), en la primera media hora conocemos a Viridiana y su retorcida relación con su perverso tío Don Jaime, el reflejo de una burguesía anquilosada, estancada, decadente, Jaime siente pasión enfermiza por su sobrina y aúna en su alma un conflicto por la forma en que ganarla, esto sucede en un increscendo lúgubre sofocante, la expiación de sus pecados le llevaran a su autoinmolación, en la segunda parte Viridiana se siente culpable, deja el convento y cree poder redimirse socorriendo a mendigos, pero su místico idealismo se enfrentará a Jorge, personifica el progreso (en contra partida de Jaime) de los nuevos tiempos, en el otro lado del ring está Viridiana con sus vagabundos, cree dar de comer a ‘Bambi’, cuando en realidad son la ‘Bestia’, sus pretendida pedagogía de que hagan lo que sepan queda en contraposición maravillosa en el montaje donde rezan el Ángelus en el campo, mientras nos intercalan fotogramas de obreros reformando la finca, la beatería más arcaica frente a la modernidad. Son dos Universos paralelos, uno el material y el otro el intangible del Espiritual.

Las dobles lecturas: En el clímax finalde la violación, Viridiana se aferra al mango de la comba, como turbadora es la escena en que Viridiana intenta ordeñar una vaca (es virgen en esto de ordeñar…), o cuando Jorge se apiada de un perro que malvive arrastrado por un carro, se lo compra al dueño y justo en ese momento se cruza otro perro extenuado arrastrado por otro carro, alegoría tragicómica sobre como la inutilidad del altruismo, para Viridiana los mendigos son el perro, aunque en este caso le muerden la mano, estos recursos y muchos más dejan entrever el corrosivo humor de Buñuel, tipo que no creía en la ayuda sin más, son las subvenciones de hoy en día, lo que hay que cambiar es la sociedad, aunque discrepo en cierta medida de esto, puedo ser demagógico pero en un sentido radical de esta visión me viene a la mente el Holocausto, lo que hizo Oskar Shindler es un acto de inutilidad pues el salvo ‘solo a centenares de judíos’, murieron millones, quien salva una vida (aún de un animal) salva una porción de este decrepito mundo. Impactantes las metáforas visuales que hace con los animales, como la abeja sacada del agua símbolo de la compasión por el necesitado, la paloma que despluman símbolo de la pérdida de la inocencia, el gato que es presa del gato símbolo de la fuerza del fuerte sobre el débil, el toro negro simbólico del deseo sexual, momento que precede a un intento de violación.

Buñuel hace patente su ateísmo arremetiendo contra la religión, exponiendo su atávico y maquiavélico comportamiento, las monjas, las novicias, el kit de Viridiana con la corona de espinas, clavos y cruces, su devoción, sus oraciones, su fe inquebrantable, o el apócrifo crucifijo que se convierte en navaja, alegoría de los peligros beatos… (continua sin)
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
TOM REGAN
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