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Tajikistan Tajikistan · Demonlandia
Voto de Neathara:
7
Drama. Romance Cuando Hamlet, el príncipe heredero de Dinamarca, regresa a su patria, recibe la noticia de que su padre ha muerto y de que su madre, la reina Gertrudis, se va a casar con su tío Claudio. El espectro de su padre le revela que Claudio es el responsable de su muerte. A partir de entonces, Hamlet sólo pensará en vengar la muerte de su progenitor. (FILMAFFINITY)
20 de febrero de 2010
34 de 45 usuarios han encontrado esta crítica útil
"Hamlet", versión 1996, es como una puesta al día de lo que hiciera Lawrence Olivier allá por el Pleistoceno. Además carga con el mismo lastre, un actor empeñado por sus santos testículos de que él y sólo él puede realizar el Hamlet definitivo. A favor de la versión de Branagh, está que se hace uso del texto íntegro, comas y puntos incluidos (aunque depende de la paciencia del espectador, puede que se vuelva en su contra) que el reparto es bastante superior al de la versión Olivier y que al menos Branagh no se pone a hacer posturitas ridículamente atormentadas, si bien su conocida afición a dar saltitos y respinguitos le traiciona en alguna que otra escena.

Los nombres que jalonan el casting son de auténticas campanillas, algunos son adecuados, otros no sabemos qué hacen allí (¿Billy Crystal?) y los menos actúan bien pero les pega el papel tanto como a mí ser luchadora del pressing catch. Destacaría muy por encima del resto a una fenomenal Kate Winslet, al gran Derek Jacobi y a un sólido Richard Attenborough, además de al director barra actor.

La ambientación cambia un poco situándose en pleno siglo XIX, nada que objetar, el vestuario y demás complementos están perfectos. El cambio de escenario y la adaptación del texto tienen la bastante vida como para no poder reprocharle demasiada teatralidad a la película. En realidad los defectos en sí se encontrarían en algunos pasajes de diálogos que se leen mejor de lo que se oyen, cierta tendencia a declamar en lugar de interpretar y (esto ya es muy personal) en la muerte de Ofelia que pide...a gritos...¡al maldito Waterhouse!

Para el espectador no muy versado en el libro, quizás se haga larga y algo tediosa, sobre todo la primera parte que en esta historia es la más reflexiva. A partir del regreso de Hamlet de Inglaterra, la cosa se anima hasta llegar al satisfactorio y consabido combate, en el cual el adelanto con respecto a la versión de Olivier es muy notorio, siendo como es una secuencia espectacular (y con un desatado Branagh pegando gigantescos brincos).

Imprescindible para el shakesperiano, recomendable para el cinéfilo, evitable para el espectador de a pie.
Neathara
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