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Tajikistan Tajikistan · Demonlandia
Voto de Neathara:
6
Drama Principios del siglo XX. Benito Mussolini, un joven revolucionario socialista, conoce a Ida Dalser, una mujer tan pasional como él, que lo apoyará en la lucha política, incluso cuando cambia de rumbo y sustituye el socialismo por el fascismo. Ella pone a su disposición todos sus recursos para que pueda fundar su propio periódico: Il Popolo d'Italia. Se casarán y tendrán un hijo, pero Ida descubre que su matrimonio por la Iglesia tiene ... [+]
4 de julio de 2010
10 de 13 usuarios han encontrado esta crítica útil
"Operística". Es la palabra que vendrá una y otra vez a la mente de aquellos que se lancen con esta curiosa mezcla de melodrama y biografía. "Vincere" acierta por sus excesos, pero falla cuando estos excesos dejan lugar al cine convencional, que también lo hay aquí y, mucho. Si Mussolini, como otros hombres de su calaña, aspiraba ante todo a la grandeza, a la película de Bellocchio se le puede achacar una ambición que no le va muy a la zaga.

Pero podríamos convenir en que una película en la que planea el espíritu del Duce jamás debería ser humilde o tomar el sendero del drama sentimental blandengue: y esto, por suerte, no se produce. Lo llamativo en este caso es el hecho de que ese espíritu no aparece hasta que Mussolini, como personaje, desaparece. Es por ello que tras un inicio titubeante que amenaza con los peores peligros del género "vida y milagros", "Vincere" crece lentamente desde el apunte hagiográfico hasta el discurso incendiario. Y la vida de Ida Dalser, que en principio no interesaba más que como satélite del grande, se convierte en todo un retrato del fascio a través de la más presente de las ausencias.

El abuso de una banda sonora demasiado pendiente de subrayar la emoción, o la grandeza no obsta para que se pueda apreciar lo exquisito de la música escogida. Hay elecciones cuestionables en cuanto a la planificación de escenas o los diálogos, pero en cambio otras derrochan una impresionante calidad cinematográfica. La puntilla la ponen los actores: Giovanna Mezzogiorno evita lo lacrimógeno con una actuación muy sobria, pero es Filippo Timi, con apenas unas pocas escenas, quien se lleva el gato al agua y pone broche de oro a una recta final in crescendo, como corresponde a una obra operística sobre un personaje que parece sacado de la más vulgar de las óperas.
Neathara
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