De dos de los directores que nos trajeron la regular antológia Holidays (2016), nos llega esta adaptación de una de las novelas de Stephen King, y que es a su vez remake de la película homónima, a la cual se le cambió el título en España, Cementerio Viviente (Mary Lambert, 1988).

El doctor Louis Creed, su esposa y sus dos niños se instalan en una vivienda próxima a una carretera con mucho tráfico. Cerca de la casa hay un sendero que lleva a un cementerio de animales y también a un antiguo cementerio indio; según la leyenda, los que sean enterrados allí volverán a la vida. Louis comprobará que es cierto cuando el gato de su hija es atropellado por un camión y un extraño vecino llamado Jud resucita al pequeño animal. 

Con un excelente y muy solvente reparto formado por Jason Clarke (Winchester, Spierig Brothers, 2018), Amy Seimetz (Alien Covenant, Ridley Scott, 2017), el siempre gran John Lithgow (Interstellar, Cristopher Nollan, 2014), y la prometedora y aterradora Jeté Lawrence entre otros, este remake nos provoca tensión desde poco después de su inicio, para ir in crescendo durante el metraje, dejándonos algunas escenas bastante inquietantes que tendrán entretenido al fan del género. Dicho todo lo anterior, esta cinta no se salva de ser un remake (aunque estamos ante uno más que decente) algo inferior a la cinta original, abusando excesivamente de los cansinos jumpscares, que a los que tienen cierto rodaje viendo este tipo de films les puede sacar de la película.

Aunque correcta, muy disfrutable y por encima de la media a la que se nos tiene acostumbrados, Cementerio de Animales no se escapa de ser un film más con la habitual falta de originalidad de los films que suelen poblar la taquilla.

-Nota personal: 6/10

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