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España España · Valladolid
Voto de apagaYvamonos:
1
Thriller. Drama Desde que su mujer sufrió quemaduras en todo el cuerpo a raíz de un accidente de coche, el doctor Robert Ledgard, eminente cirujano plástico, ha dedicado años de estudio y experimentación a la elaboración de una nueva piel con la que hubiera podido salvarla; se trata de una piel sensible a las caricias, pero que funciona como una auténtica coraza contra toda clase de agresiones, tanto externas como internas. Para poner en práctica este ... [+]
18 de abril de 2012
3 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
Antes de nada aclarar que si tu madre es bizca no debes culparla. Ella hubiera preferido que sus ojos se llevaran bien en lugar de ser lobos solitarios. Cúlpate a ti por llevarla a un asilo donde probablemente comerá papillas de las sobras del menú del personal, y no, esto no es nada personal. Dicho lo cual, y situados correctamente en el contexto de esta maquiavélica historia, ya podemos sentarnos y esperar. ¿Esperar el qué? Si lo supiera no tendríamos que esperar, idiota.

Antonio ‘Estandartes’ muestra una vez más su nacionalismo aférrimo, abrupto y corrupto, y como rima, me tiro un eructo (regüeldo como diría más de un ‘Samu’). Sin embargo el tío, sin mueca condescendiente, se gira sobre sí mismo, frunce el ceño, se pone la mano detrás de la cabeza a modo de peineta, y se canta el “duro de pelar” de Rebeca. ¿Venía realmente a cuento Almodóvar? ¿Es realmente nuestra culpa que te chifle el pan de calatrava? No quiero ponerme agresivo pero siempre me obligas, Pedro almojábanas. Y no sigas mojando las sábanas joder, supera tus miedos, aprende de Concha Velasco.

Y mientras esperábamos llega Elena Anaya para ponernos enérgicos y ‘cirueriles’. Qué soberbia actriz, qué manera más elegante de tener 36 tacos (y no me refiero a palabras malsonantes) y aparentar 17. ¿Qué desayunará esa ninfa del séptimo arte? No creo que chistorra, panceta, huevos fritos y porras con chocolate. Ese desayuno diario es el de los campeones, como yo o Michael Phelps, pero no quiero mezclar a ‘Phelpi’ en todo esto, bastante tiene con el cloro y los manguitos.

Para terminar esta oda a la cochambre fílmica hemos de realizar una profunda reflexión. Supongamos que sales de tu casa un día de fuerte ventisca, llevas los labios deshidratados y la vaselina se esfumó anoche lubricando la puerta trasera de tu vecina. De repente te topas con ella y aprecias que, aparte de una prominente cojera, lleva los labios excesivamente bien hidratados. ¿Es lícito negarle el saludo? Lícito o no, estoy tratando mis herpes labiales mientras sigo aquí sentado, ‘cirueril’ y nostálgico, esperando algo que puede que no llegue, o puede que pasara de largo, lo único seguro es que cuando lo vea le partiré la cara. De eso no hay ningún tipo de duda. Ningún tipo de duda. Ninguna Duda. Ninguna. Duda. Perejil. Apio. Verdoso.
apagaYvamonos
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