Presenta la alborotada vida de cinco jóvenes inmersos en un mundo de drogas, sexo y delincuencia.
Danny Boyle es capaz de sumergirse en las sensaciones que produce la drogadicción y tratar un tema serio y preocupante como es el del mundo de las drogas con una buena dosis de humor, que lo convierte en una comedia dramática.
En su reparto destaca el joven Ewan McGregor que se entrega a su papel sin ningún tipo de reparos, ofreciendo una interpretación fresca y natural digna de mención.
Los personajes secundarios que presenta la historia quedan bien desarrollados y todos presentan un signo característico que los hace únicos, destacando entre ellos el del personaje que interpreta Robert Carlyle lleno de agresividad y locura, que despierta más de una carcajada.
Presenta las metas a las que aspira un ciudadano de a pie, como las bases de lo que la sociedad considera la felicidad, para posteriormente plasmar la sensación de paz y felicidad artificial que obtienen los drogadictos con una sesión de su ansiado tesoro.
Atrevida e irreverente aproximación al mundo de las drogas, que se adentra sin escrúpulos, ni concesiones, mostrando el lado oscuro de la adicción.
Gracias a la aportación de Danny Boyle tras las cámaras, la trama presenta un sello distintivo, con novedosas formas de encuadrar la toma, ofreciendo diversas perspectivas repletas de imaginación y de un humor lleno de desparpajo, como el que transmiten los protagonistas.
Cuenta con una banda sonora repleta de referencias pop, que sumergen al espectador en un viaje trepidante y vertiginoso, que conduce al oscuro e insano mundo de las drogas.