Serenity es space opera en estado puro. Una digna heredera de las primeras entregas de la saga star wars. Una revisión del género, más seria, más cruda, más acorde con nuestra época pero sin perder el espíritu de entretenimiento eficaz de este popurrí de estilos que mezcla la aventura, la fantasía y el western en un entorno futurista.

Whedon no se complica a la hora de crear la historia. Un planteamiento simple, con unos personajes arquetípicos en un universo cuya estética atractiva aunque algo confusa se inspira en grandes referentes del cine futurista-fantástico (blade runner y star wars son los primeros que me vienen a la cabeza).

Lo cierto es que el creador de Buffy cazavampiros no aporta nada nuevo con esta película; ni innova, ni arriesga, ni consigue totalmente esa pretendida profundidad moral que se respira en la cinta. Pero sí logra crear una historia trepidante, repleta de diálogos ágiles e ingeniosos, en la que se hilvanan casi sin esfuerzo excelentes peleas, tiroteos, batallas espaciales, persecuciones... sin descuidar por ello la humanidad de sus protagonistas que aunque tópicos y algo planos, consiguen un grado de complejidad que pilla por sorpresa en una película de este estilo, gracias a un guión eficaz y a unas pulcras interpretaciones, destacando el trabajo de Summer Glau como la traumatizada e impredecible River y Chiwetel Ejiofor interpretando a un sorprendente villano.

En definitiva, se trata de una película de aventuras espaciales que pese a sus fallos consigue dejarte pegado a la butaca.
Para aquellos con mono de Han Solo y del Halcón Milenario, aquí tienen un eficaz sustituto.