Nada mejor que la forma que tiene el anodino y solitario Walter, de hacer visibles unas vidas que se entremezclan con la nuestras, a veces por azar, otras por necesidad.
Las vidas de los inmigrantes que llegan a nuestro país, en busca de una vida mejor, para ellos, para sus familias y que dejan atrás sus raices, el mundo que conocen, la comodidad de su hogar para vivir la vida que sueñan, y que en muchos casos no están hermosa como han imaginado, como el el caso de Tarek.
Jenkins me parece un actor excepcional, por esa parquedad en las expresiones y al mismo tiempo como transmite esa soledad, esa ilusión naciente.
Te sientes impotente frente a esa gran maquinaria burocrática que tritura las vidas de todos los personajes con sus engranajes impersonales,y esa apariencia de normalidad.
Los EEUU dan muuuucho mieeeedooooo.