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Voto de Marco Polo 33:
8
Bélico. Drama Autobiografía del marine SEAL Chris Kyle, un tejano que batió el récord de muertes como francotirador del ejército norteamericano. Kyle fue enviado a Irak con la misión de proteger a sus compañeros. Su puntería y precisión milimétrica salvó incontables vidas en el campo de batalla, por lo que se ganó el apodo de “Leyenda”, pero la noticia de sus hazañas llegó hasta las filas enemigas. Se puso precio a su cabeza y se convirtió en ... [+]
22 de agosto de 2019
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Algunos se extrañarán del título de esta crítica para comentar la película EL FRANCOTIRADOR, título original “American Sniper” 2014, Warner Bros, dirigida por el octogenario, pero aún genio, Clint Eastwood.

La película (6 nominaciones a Oscar) biográfica, cuenta la historia real de un héroe americano, con un fervor muy patriota, como nos tiene ya acostumbrado Hollywood y más si la dirige nuestro amigo Clint Eastwood, que la dirigió de rebote después de que fallara en la dirección Steven Spielberg. El héroe americano es Crhis Kyle, el francotirador más letal en la historia de los EEUU, un soldado de élite de la Armada de ese País, que se destacó en la guerra de Irak, causando bajas al enemigo.

Podría estar comentando las más de dos horas que dura la cinta, pero creo que aburriría al personal si no lo estoy haciendo ya. No es una película de género bélico, ni tampoco antibelicista, como he leído por ahí, es una película con escenas bélicas, que no es lo mismo, pero sobre todo es una película para reflexionar.

A todo esto ¿qué pinta aquí la moto?. Pues sí, una de las muchas reflexiones que deja la película a criterio del espectador es lo que yo llamo “el síndrome de la moto o yo”, el cual se da en parejas en crisis, en donde ella a él o él a ella, lo mismo me da, que me da lo mismo, pone al otro/a contra las cuerdas en esa disyuntiva, con amenaza de puerta. En el caso de nuestro protagonista, el francotirador real, el verdadero Crhis Kyle, el ser soldado era su trabajo y, por razones que no alcancemos a comprender, también su pasión. Realizó cuatro campañas en Irak y su esposa estaba harta de que se fuese a la guerra abandonándoles a ella y a sus dos hijos, por lo que le convino a que si se iba nuevamente a Irak, a la vuelta ya no la encontraría en casa. Pues bien, nuestro héroe dejó la moto, se licenció con honores y cogió un trabajo más sosegado al lado de su familia, contradiciendo así a las estadísticas de su País, en las que eleva en un alto porcentaje de divorcios entre los soldados SEALs.

Participando del mismo juego que ofrece la película, yo ni entro, ni salgo, ni me voy a poner en plan moralizante, sino que lo dejo a la propia reflexión del lector, solamente espero que a quien lea estas líneas no le hayan puesto ya, o le vayan a poner, en la terrible disyuntiva de tener que elegir entre... LA MOTO O YO.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Marco Polo 33
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