Sin Fronteras o, es el Momento del Arte… Como éste, fragmentado en 17 cortos y a cargo de diferentes directores, realizados cada uno desde el universo propio en época de confinamiento… A mí me han interesado en especial, el italiano (a cargo de Sorrentino), por esa historia de amor ¡entre el Papa e Isabel II! articulada con muñecos (lo cual tiene su miga)… También ese episodio hilarante, de Pablo Larraín, en la que un hombre mayor, instalado en un geriátrico, intenta despedirse de sus anteriores novias, una de ellas Mercedes Morán, que le cantará las cuarenta… Y el sketche hindú (de la directora de “Quiero ser como Beckham”) resulta muy cálido por el retrato familiar que nos muestra. El interpretado por Sarsgaard resulta peculiarmente metafísico así como el japonés, tan bello como explícito, dentro de su laconismo… Hay para todos los gustos, y de ahí su gracia, en la desgracia, también.