Los personajes han tenido un cambio muy brusco y acelerado durante los primeros minutos tras descubrir la habitación, ni tan siquiera se han preguntado el precio a pagar por lo que estaban sacando, que a ver, sí, es muy de americanos inconscientes. Pero no ha sido hasta que se ha ido de madre que ha empezado a plantearse las dudas, la visita a John Doe al psiquiátrico fue breve, inconclusa, no le explica lo suficiente para luego tener que explicárselo cuando llama por teléfono.
En ningún momento explican quien fabricó la habitación, ni porque funciona de esa forma, es como si se les hubiese ocurrido una idea vaga y la hubiesen apuntado en una servilleta y sin desarrollarla la hubiesen pasado a película directamente. Una cosa es dejar cosas a la imaginación y otra es no contra lo que puede aumentar un poco el interés.
Huele a película dominguera o a la típica película de maldiciones donde hay que descubrir porque ocurre algo investigando el pasado.
La conclusión de la película era obvia desde que sacó al bebé, así como que iba a estar embarazada al final.
Es totalmente previsible, lo cual hace que flojee mucho.