Adoro a la pareja de ancianos, por mucho que intento resistirme a sus encantos. Nos encontramos sin duda ante una seria obra de animación, o lo que es lo mismo, una obra para adultos. Firme, profunda y creíble.

Me sorprende leer críticas y que la gente apele a los ingenuos diálogos para bajar nota. Chicos, que el contexto es importante, que les ha afectado una bomba, joder. Lo último que se desea es que el cónyuge te diga a palo seco -vamos a morir todos-. Me parece perfecto que haya evasivas con frases chorra en las que evidentemente no se encuentra nada de verdad. Creo que eso tenía un nombre: espontaneidad, eso que de tanto echarlo en falta hace que se me olvide. Sigo sin saber por qué tan poca gente se da cuenta de estas cosas y sigue prefiriendo los tópicos diálogos efectistas en situaciones dramáticas.

Los dibujos al estilo "Las tres mellizas" no me desagradan, y encajan mejor que una nueva tecnología 3-D para el tema que trata, que es la desolación. La falta de color le favorece. El único contra que saco de la película es la monotonía, y no aburre.

Pero la única certeza es que, en los ochenta y pico minutos que dura, al menos uno lo empleas para conmoverte. Y esto si que llega al corazón, y no escorias baratas tipo "Mi vida sin mí" o cuanto se le parezca, que eso sí que está más maquillado que una puta y no se ponen tantos peros.