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Voto de Kyrios:
4
Terror. Drama. Thriller Es pleno verano, y dos hermanos gemelos esperan pacientemente a que su madre regrese a casa tras una operación de cirugía plástica. Cuando llega con la cara completamente vendada se muestra fría, distante y obsesiva. El cambio en su personalidad hará que los niños se pregunten si la mujer es realmente su madre o se trata de una impostora. (FILMAFFINITY)
21 de julio de 2015
13 de 21 usuarios han encontrado esta crítica útil
Ich seh, Ich seh (Goodnight Mommy, 2014) es una de las últimas películas de Terror que ha revolucionado el panorama cinematográfico, especialmente en los círculos Indies e incluso con la aprobación de numerosos cinéfilos de pro. El filme se dio a la fama en el Festival de Sitges del año pasado, donde a pesar de no ganar ningún premio, levantó un runrún interesante entre los asistentes. Y es cierto que Goodnight Mommy es una película que bebe ineludiblemente del cine austríaco de Michael Haneke (con el que comparte nacionalidad), y que poco tiene que ver con las decenas de productos ínfimos dirigidos para adolescentes que buscan siempre los mismos ganchos, pero que sea diferente no la convierte per se en una buena película.

El guión nos presenta una temática bastante identificable del cine de la república de Weimar, con películas tan representativas de este período como Das Kabinett des Dr. Caligari (El Gabinete del Dr. Cagliari, 1920), como es el tema del doble. Una Madre vuelve a casa con sus dos hijos después de un tremendo accidente que le ha desfigurado la cara (ahora lleva un vendaje quirúrgico) pero la tranquilidad familiar se vuelve en pesadilla, cuando los dos hijos empiezan a sospechar que su madre no es quien dice, sino que es una impostora. Como vemos, el filme juega con el tema de las dobles identidades y también con dar la vuelta a las situaciones que podrían ser las más lógicas.

Pero el problema, es que básicamente, Goodnight Mommy es una película que no cuenta una historia, sino que confía exclusivamente en el poder de sus secuencias más atrevidas en cuanto a violencia, convirtiéndose en un espectáculo gore sin más trasfondo moral. Los Silencios, los planos arriesgados y el ritmo lento no tienen una justificación argumental real, sino que son una mera pátina impuesta con la que se pretende dotar a la película de una falsa intelectualidad que no merece. Porque una vez llegan los títulos de crédito, ¿Qué hemos sacado en claro de toda la escabechina? No hay demasiada diferencia en una película como esta y Hostel (Hostel, 2005) de Eli Roth, aunque incluso la película de Roth fuera mucho más honesta, porque no engañaba a nadie con sus intenciones. Se iba de claro al espectador, ofreciéndole lo que se prometía en el tráiler. Aquí en cambio se engaña, mostrando a priori, lo que parece una película más compleja, cuando la realidad es que Goodnight Mommy es una película simple hasta la médula.

El que debería ser el eje principal, la relación entre madre e hijos, sólo funciona en ocasiones contadas. Los escasísimos diálogos con los que se cuenta funcionan en ocasiones creando imágenes de gran potencia que hablan por sí solas (el caso del juego de adivina quién soy, donde la película consigue sin duda la cota de excelencia más alta, mostrando la desconexión familiar de los miembros con inteligencia) pero en otras ocasiones, la mayoría, dejan al espectador sin las suficientes pistas para poder entender la reacciones de los personajes, que parecen muchas de ellas totalmente ilógicas. Por ejemplo, nunca entendemos porque la madre no corta de raíz el juego de los dos hijos, o sobre todo, porque los dos muchachos hacen lo que hacen.

No hay tampoco otros ejes temáticos destacables, y la película se sustenta en la violencia gratuita, que el filme no justifica en ningún momento. Algo que no deja de ser paradójico, pues el propio Haneke, una de las influencias básicas de la película, es uno de los directores más críticos respecto a esta postura de violencia gratuita que adopta el cine contemporáneo. Los coqueteos con el cine de terror (la teatralidad que se puede observar en numerosas secuencias: caso más claro el de las máscaras) delimita al filme en un terreno concreto, pero a la vez lo encorseta negativamente (el director ha de recurrir a alguna secuencia para utilizarla como gancho, aunque sean injustificadas en el guión, como aquella en la que la madre se interna en el bosque). Un punto a favor del filme lo encontramos en la interpretación de los actores, absolutamente magistrales en el trío principal de protagonistas. El guión tiene demandas demasiado histriónicas, pero aún así los actores cumplen notablemente con las exigencias.

En los aspectos técnicos la película cumple sobradamente, admirándose el director de los filmes de Haneke, de los que saca clara inspiración. Esos ambientes fríos o los planos que parecen congelarse eternamente e incluso la manera en cómo se disponen los actores delante de la cámara, recuerdan enormemente a la manera de hacer del director de Das Weissen Band (La Cinta Blanca, 2009)

Como conclusión, sólo hay que recordar un Momento más que significativo del filme, y que nos lo proporciona la llegada de los dos miembros de la cruz roja. Y es que la táctica que emplea el director con estos dos personajes para alargar el metraje, además de predecible recuerda al peor truco utilizado en un filme de sobremesa cualquiera. No se puede intentar hacer una buena película con recursos tan baratos como el citado.

https://neokunst.wordpress.com/2015/07/21/goodnight-mommy-2014/
Kyrios
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